Portugal es el destino preferido, pero también Italia y Gran Bretaña

Cada vez más autónomos jubilados fijan su residencia fiscal en el extranjero para pagar menos impuestos

Tal y como confirmaron los expertos a este diario, cada vez es más habitual encontrar casos de autónomos que, una vez jubilados, deciden trasladar su residencia fiscal fuera de España para tributar menos por sus pensiones. 
Cada vez más autónomos fijan su residencia fiscal en el extranjero para tributar menos después de jubilarse.
Cada vez más autónomos fijan su residencia fiscal en el extranjero para tributar menos después de jubilarse.
Cada vez más autónomos jubilados fijan su residencia fiscal en el extranjero para pagar menos impuestos

Después de cotizar durante varias décadas, la llegada de la jubilación es uno de los momentos más importantes en la trayectoria de los autónomos. En muchos casos, las prestaciones que perciben tras su retirada son mucho menores que las de los asalariados, por lo que algunos trabajadores por cuenta propia están optando por mudarse a otros países europeos con unas condiciones fiscales más favorables, como Portugal, Italia o Reino Unido.  

Se trata de una opción que cada vez atrae a más autónomos dado que sus pensiones tienen más poder adquisitivo fuera de España. Durante 2022, los trabajadores por cuenta propia cobraron, de media, 835 euros mensuales en sus prestaciones, por los 1.254 en los que se situó la media de asalariados. Una disparidad del 40%, a la que habría que restar los impuestos que los autónomos jubilados deben pagar en sus declaraciones de IRPF anuales. Sin contar con la fiscalidad que sufren también en España los planes privados de pensiones.  

Además, la posibilidad de cambiar la residencia fiscal a un país más beneficioso en términos fiscales no sólo afecta a los autónomos jubilados. También aquellos que perciban una prestación por incapacidad permanente total, por ejemplo, podrían optar por mudarse a un país vecino sin perder el derecho a cobrar la misma. 

Sin embargo, en determinadas circunstancias, las ventajas tributarias para los autónomos jubilados que trasladen su residencia fiscal a un país extranjero podrían no ser tales. En algunos casos, los complementos que se perciben dentro de la pensión -como el complemento a mínimos- dejarían de cobrarse al trasladar la residencia fuera de España, por lo que conviene conocer las condiciones y requisitos antes de escoger esta opción al finalizar la vida laboral. 

Portugal, Italia y Reino Unido son los destinos preferidos por los jubilados para trasladar su residencia 

Como explicaron las fuentes consultadas por este diario, cada vez es más habitual encontrar casos de personas físicas que deciden trasladar su residencia fiscal a otro país para beneficiarse de unas condiciones tributarias más ventajosas durante su jubilación.

Esta situación llama especialmente la atención, teniendo en cuenta que España ha sido, tradicionalmente, un imán para atraer a jubilados extranjeros “debido a los costes de la vida en comparación con su alta calidad y a la fiscalidad”, valoró Jordi Rovira, socio del área fiscal del despacho AGM Abogados. Ahora, sucede lo contrario, y son los jubilados españoles los que encuentran mejor calidad de vida con su pensiones en otros países, fundamentalmente por la fiscalidad.

Sin embargo, el abogado fiscalista advirtió de que conviene revisar bien cada convenio de doble imposición (CDI) que España tenga suscrito con un país para valorar si es un destino realmente beneficioso. “La regla dice que, si se puede demostrar que se es residente fiscal en el país de destino, sólo tributaría allí. Esta es la regla general, aunque después existen una serie de condiciones recogidas en el convenio de doble imposición”, explicó Jordi Rovira. 

Por ejemplo, en materias como el origen de la pensión. Si se trata de una prestación por jubilación pública -la percibida por los funcionarios-, la tributación suele ser obligatoria en España. Por el contrario, en el caso de las pensiones privadas, aquellas que se pagan por la Seguridad Social después de trabajar en el ámbito privado –como en el caso de los autónomos-, existe la posibilidad de tributar en el país de destino, dependiendo de cada CDI. 

En este sentido, los más beneficiosos, según los expertos, son Portugal, Italia y Reino Unido. Aunque, en este último caso, los autónomos jubilados que decidan trasladarse a este país deberán hacerse cargo de los costes que implica el cambio de moneda, lo que podría terminar perjudicando a sus intereses. 

¿Cuánto ahorraría en impuestos un autónomo jubilado si se decide trasladar a Portugal? 

Una muestra de ello es el caso de Portugal. Tal y como confirmaron a este medio fuentes de la Agencia Tributaria, “según el convenio suscrito con España, las pensiones privadas tributan en residencia. Por tanto, debería declararse en Portugal.” Así, los autónomos jubilados que trasladen a este país su residencia fiscal recibirían la pensión sin la retención aplicada a los que permanezcan en España.

En paralelo, siguiendo con el caso de Portugal, las ventajas a las que se pueden acoger estos pensionistas son el principal aliciente para trasladar la residencia fiscal al país vecino. Desde abril de 2020, el impuesto sobre las rentas de las pensiones pagadas por la Seguridad Social asciende al 10% en el país, independientemente de su importe. Mientras, en España, el IRPF mínimo que deben pagar los pensionistas con prestaciones superiores a los 24.000 euros brutos anuales alcanza el 11,83% este año, un nivel que avanza progresivamente según las cantidades. 

Este beneficio también se aplica a los rescates de los fondos de pensiones privados, una fórmula utilizada de manera tradicional por los trabajadores por cuenta propia, debido a que éstos suelen percibir pensiones de jubilación inferiores a las de los asalariados. En este caso, Portugal también fija un tipo impositivo del 10% a la hora de rescatarlos, mientras que en España este porcentaje podría ascender al 45% si la cantidad recuperada supera los 60.000 euros. 

Estos son los trámites y condiciones que deben cumplir los autónomos para cobrar sus pensiones españolas en el extranjero 

  • Acreditación anual de vivencia en un país extranjero 

Tal y como explicó la Seguridad Social, todos los autónomos pensionistas que residan en el extranjero “deben acreditar periódicamente su vivencia, a cuyo efecto deben presentar todos los años, dentro del primer trimestre natural, una fe de vida emitida por la Autoridad Competente del país de residencia, en el año del control, que acredite la vivencia para continuar percibiendo la pensión que tuvieran reconocida.” 

Esta fe de vivencia sirve para informar a la Seguridad Social de que la prestación por jubilación será emitida a un país extranjero, por lo que no se deberán aplicar las retenciones que los pensionistas residentes en España sí deben abonar. Este documento, que es expedido por la autoridad competente del país de residencia, debe remitirse a la Dirección Provincial del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) “que gestiona su pensión, una información que ha sido comunicada en la notificación de revalorización de la pensión”, explicaron. 

  • Ser residente fiscal en el país donde se cobrará la pensión  

 Además, para poder cobrar la pensión de jubilación en un país extranjero sin aplicar la retención del IRPF español, los autónomos deben declarar su residencia fiscal en dicho territorio. Para ello, deben permanecer en el país extranjero, al menos, 183 días -el 50%- durante el año natural. Esto es, entre el 1 de enero y el 31 de diciembre.  

Además, el cambio de residencia fiscal debe acreditarse ante la Agencia Tributaria. Para ello, desde el ente público explicaron que es necesario presentar un certificado expedido por la autoridad fiscal del país de destino. “El plazo de validez de dichos certificados se extiende a un año”, añadieron.