Los expertos aseguran que los negocios cada vez pagan más al Fisco

Fiscalistas y economistas hablan del peso que deben soportar los autónomos por los impuestos

La Asociación de Asesores Fiscales de Valencia y el Instituto de Estudios Económicos coinciden en que los autónomos cada vez soportan más presión fiscal, que se une al resto de los costes que tienen que asumir en sus negocios.

¿Cuál es realmente la presión fiscal a la que se están viendo sometidos los autónomos en 2023?
¿Cuál es realmente la presión fiscal a la que se están viendo sometidos los autónomos en 2023?
Fiscalistas y economistas hablan del peso que deben soportar los autónomos por los impuestos
  1. La presión fiscal sobre los autónomos ha aumentado en los últimos años, según los asesores fiscales
  2. ¿Cuál es realmente la presión fiscal que sufren los autónomos?
  3. Sumando la cuota de autónomos al IRPF, la presión aumenta considerablemente

La Asociación Profesional de Asesores Fiscales de la Comunidad Valenciana y los economistas coinciden en que la carga que deben soportar los autónomos por sus impuestos ha aumentado en los últimos años, debido a que el aumento de los costes y los precios no ha ido acompañado, entre otras cosas, de una deflactación de tributos en el IRPF o en el Impuesto de Sociedades. Se trata de una cuestión sobre la que también ha alertado el colectivo, afirmando que está siendo un freno para la supervivencia y el crecimiento de sus negocios, en un entorno de incertidumbre económica y política que podría agravarse en el último trimestre del año, cuando finalice la temporada de verano.

Sin embargo, muchos no saben cuál es exactamente el porcentaje de impuestos que pagan al año sobre sus ingresos brutos. En algunos casos, como el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), no se trata de un tributo que soporte el autónomo sino su cliente, aunque todavía existan voces que así lo consideran de forma errónea.

Además, dependiendo de la actividad del autónomo, los gastos que pueden deducirse en sus declaraciones de IVA o en el IRPF son diferentes y, por tanto, la presión fiscal que soportan varía en función del negocio, incluso aunque facturasen la misma cantidad bruta. No obstante, los asesores fiscales explicaron a este medio que, en términos generales, esta presión ha aumentado en los últimos años debido a la inflación.

Además, dependiendo de si se trata de un autónomo persona física o una empresa, las compensaciones que los negocios pueden hacer en sus declaraciones de impuestos cuando presentan pérdidas en un ejercicio son diferentes. Los asesores fiscales recordaron cuáles son estas particularidades que, en algunos casos, agravan la carga fiscal de los autónomos en momentos de dificultad.

La presión fiscal sobre los autónomos ha aumentado en los últimos años, según los asesores fiscales

Según explicó a este diario Luis Chinchilla, presidente de la Asociación Profesional de Asesores Fiscales de la Comunidad Valenciana (APAF), es un hecho que la presión fiscal sobre los autónomos ha aumentado en los últimos años. Ello se debe a que los tramos de IRPF o el Impuesto de Sociedades no se han deflactado, a pesar del incremento de los precios. “Por tanto, la Agencia Tributaria termina recaudando más por la actividad de los autónomos” explicó.

Según valoró Luis Chinchilla, esta cuestión “perjudica mucho a los autónomos. Además, se han incrementado algunos impuestos, como los que se pagan por la venta extraordinaria de una parte del negocio, que puede alcanzar el 28%, mientras que antaño era del 15%”, añadió el presidente de APAF.

Prueba de ello son los últimos datos del Instituto de Estudios Económicos (IEE), que mostraron cómo, en 2022, España fue uno de los países con mayor presión fiscal para los autónomos. Este informe mostró cómo el Impuesto de Sociedades como la suma del IRPF y las cotizaciones sociales -de media, se sitúan en el 40% de sus ingresos- que pagan los trabajadores por cuenta propia superan por mucho la media de la OCDE, donde se sitúa en el 35%.

En paralelo a la presión fiscal, Luis Chinchilla explicó a este medio que, en los últimos años, las inspecciones tributarias “se han trasladado de los rendimientos del trabajo a las actividades económicas, por lo que los autónomos están sufriendo más la vigilancia de la Agencia Tributaria. En muchas ocasiones, sufren sanciones por haber perdido una simple factura”, valoró.

¿Cuál es realmente la presión fiscal que sufren los autónomos?

El IVA es un impuesto “neutro” para los autónomos, recordaron los asesores fiscales

A menudo, muchos autónomos identifican el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) como un tributo que deben pagar a Hacienda de sus bolsillos, cuando en realidad se trata de un error. “Muchos no saben que es un impuesto a cargo de los consumidores, y que ellos sólo lo recaudan para reembolsárselo a Hacienda”, explicó, en este sentido, el presidente de APAF.

Por tanto, el IVA es un impuesto que, a efectos de valorar la presión fiscal sobre los autónomos, “es neutro. No es un coste ya que, además, los trabajadores por cuenta propia pueden deducir todos los gastos asociados a su actividad por los que pagan IVA”, explicó Luis Chinchilla. No obstante, existen algunas deducciones que a menudo son motivo de inspección para los autónomos, como en el caso de los vehículos que utilizan de forma indiferente para el ejercicio de su actividad y su vida personal.

El IRPF y sus pagos a cuenta suponen una importante presión fiscal para los autónomos

Tal y como explicó a este diario el presidente de los asesores fiscales de la Comunidad Valenciana, la verdadera carga fiscal para los autónomos, en la mayoría de los casos, se encuentra en el Impuesto Sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). “Dependiendo de la comunidad autónoma, las tasas y las deducciones son diferentes, y es donde está la presión. En el caso de nuestra región, puede llegar hasta el 54%”, explicó.

En este sentido, tanto los asesores fiscales como el colectivo de autónomos llevan un tiempo alertando sobre el exceso que supone para miles de autónomos tener que realizar trimestralmente una liquidación con Hacienda a cuenta del IRPF. “Son como si pagaran las retenciones de una nómina propia, y luego se lo devuelven en la declaración de la Renta”, explicó Luis Chinchilla.

Por defecto, Hacienda suele retener el 20% de los ingresos de los autónomos cada trimestre, incluso aunque lo que cobren corresponda a un tramo muy inferior. Este exceso de tributación, que se demuestra cuando Hacienda tiene que devolver el IRPF adelantado por la mayoría de los autónomos en sus declaraciones de Renta, significa que “los autónomos están actuando de banco o financiera del Estado”, valoró Lorenzo Amor, presidente de ATA, desde donde reclamaron una reducción, al menos, al 15% en estos ingresos a cuenta.

La amortización de las pérdidas supone un perjuicio para los autónomos frente a las empresas

En el caso del Impuesto de Sociedades, existen algunas particularidades más beneficiosas para las empresas frente a los autónomos, tal y como confirmaron a este diario los asesores fiscales. Sobre todo, cuando el negocio registra pérdidas en un ejercicio, una situación probable en muchos casos cuando termine este año.

“En el caso de los autónomos societarios, cuando sus negocios dan pérdidas no tienen que pagar Impuesto de Sociedades”, explicó Luis Chinchilla. Por el contrario, si los autónomos presentan pérdidas, “es decir, una base imponible negativa en el IRPF, tampoco pagarán, pero ha tenido que ir haciendo ingresos a cuenta a lo largo del año, que Hacienda termina devolviendo, pero en la declaración que se realiza el año siguiente”, explicó el presidente de APAF.

Otra diferencia entre las sociedades y los autónomos persona física son los plazos en los que pueden trasladar sus periodos de pérdidas en posteriores declaraciones. Mientras que en el primer caso no hay un límite, los trabajadores por cuenta propia “tienen cuatro años para compensar fiscalmente los resultados negativos”, explicó el asesor fiscal

El Instituto de Estudios Económicos considera la cuota como otro esfuerzo añadido

Aunque no se trata de un impuesto, además del IRPF, los autónomos tienen que pagar cada mes sus propias cotizaciones sociales, a través de las cuotas que aportan en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA). Desde enero de este año, no pueden elegir sus aportaciones, sino que éstas quedan establecidas dependiendo de sus rendimientos netos. Es decir, los ingresos menos los gastos deducibles del negocio.

Según los datos del Instituto de Estudios Económicos (IEE), el esfuerzo conjunto que los autónomos hacen, de media, sumando sus cotizaciones a la Seguridad Social y el IRPF, supone un 40% de su facturación. Se trata de un dato elevado, cinco puntos por encima de la media de la OCDE, que es del 35%.

Atendiendo a estos datos, un autónomo que este año haya obtenido unos ingresos brutos de 30.000 euros -más IVA-, deberá tributar, sumando su IRPF y las cotizaciones del RETA, de media, 12.000 euros. Dividiendo la cantidad restante entre los doce meses del año, sus ingresos netos ascenderían a unos 1.500 euros mensuales.