Estrés, ansiedad y depresión son los más frecuentes

Cada vez más autónomos padecen trastornos mentales

Los autónomos tienen más riesgo de padecer un trastorno mental que los asalariados. La falta de horarios, la sobrecarga de trabajo, las obligaciones con la administración, la búsqueda de clientes, la morosidad, el pago de nóminas cada mes,... mantienen al trabajador por cuenta propia siempre en vilo. El insomnio, los problemas en la piel o el dolor de cabeza pueden ser la antesala de un episodio de estrés, ansiedad, o depresión, los tres trastornos mentales más comunes en autónomos. 

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Cada vez más autónomos padecen trastornos mentales

Los autónomos tienen más riesgo de darse de baja prolongada por trastorno mental que los asalariados. Así lo confirmó un estudio del Hospital de Bellvitge de Barcelona. Tras realizar el informe, los investigadores aseguraron que los trabajadores por cuenta propia tienen el doble de riesgo de darse de baja laboral por trastornos mentales que los asalariados. Y es que, los autónomos se dan menos de baja, pero lo hacen durante más tiempo, la media está en 92 días según la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA).

Cada vez son más los autónomos que sufren de estrés, ansiedad o depresión.  Problemas de sueño, falta de concentración, somatizaciones o problemas sociales son algunos de los indicios con los que pueden encontrarse. Y es que, como si fuera un aviso de un paquete de tabaco: “ser autónomo puede perjudicar seriamente la salud mental”. Así lo aseguró en uno de sus artículos Encarni Muñoz, psicóloga, psicoterapeuta y autónoma. Para ella, los trastornos mentales están estrechamente relacionados con el ritmo de trabajo del profesional por cuenta propia. “El volumen de trabajo va a rachas, tienes que lidiar con pagos, gestionar tus recursos y cumplir unos objetivos, a veces, demasiado exigentes. Sin darnos cuenta, los autónomos, sacrificamos buena parte de nuestra vida social y familiar, nuestras horas de descanso e ignoramos nuestro bienestar” explicó Muñoz.

Para el autónomo termina siendo muy difícil mantener un equilibrio entre el trabajo y la vida social. La falta de horarios, la sobrecarga de responsabilidades, el miedo a delegar, y las nuevas tecnologías mantienen al autónomo conectado durante todo el día a su actividad. “Los autónomos y emprendedores no son super héroes. El ritmo frenético junto con la mala gestión del tiempo y las emociones acaban por pasarles factura. Muchos de ellos terminan con estrés, ansiedad y depresión, los tres trastornos mentales más comunes entre los autónomos” comentó Luis Fernando López, psicólogo especializado en psicología de la salud.

Estrés, ansiedad y depresión

El cuerpo es el gran olvidado del autónomo aseguró López. El trabajador por cuenta propia, en especial cuando inicia su actividad, deja de prestar atención a su entorno y a sí mismo. “Parece que los autónomos no se pongan enfermos. No se toman días de descanso, no se evaden de sus responsabilidades. La mala gestión del tiempo y las emociones son las causas más comunes que desembocan, tarde o temprano, en estrés, ansiedad o incluso depresión” explicó López.

En la misma línea, Beatriz Durán, psicóloga y Bussiness Coach apuntó que las causas del aumento de trastornos mentales entre autónomos son la falta de inteligencia emocional y la mala gestión del tiempo. “Nadie nos enseña a gestionar el tiempo. La mayoría de los autónomos no tienen formación sobre cómo organizar su trabajo, sobre cómo afrontar situaciones de estrés. Se suele pensar que trabajar por cuenta propia te da más libertad, pero en realidad, no siempre es así. Casi todos los trabajadores por cuenta propia se llevan el trabajo a casa. Los autónomos invierten en recursos o en clientes, pero no en si mismos. Es necesario invertir en tiempo, en salud, en organización y en gestión del trabajo. Todo empieza por tomarse un respiro y escuchar las señales que manda tu cuerpo” comentó Durán.

Desde el principio, el autónomo se siente presionado por sus expectativas y por las del resto. Los inicios son muy duros. El ego y las expectativas desmedidas juegan malas pasadas. “En nuestra cultura no está permitido el fracaso. Casi todos los trastornos mentales propios del autónomo están basados en el miedo; el miedo al fracaso, el miedo a defraudar o el miedo a perder clientes. El temor a fracasar en un negocio produce estrés y ansiedad. Esto podría solucionarse con algo de tiempo para uno mismo, cambiando de perspectiva, parando –aunque sea tan solo unos días- el ritmo de trabajo. Si el autónomo no descuidara tanto su parte emocional, evitaría muchos trastornos relacionados con su actividad.” explicó María Hurtado, Terapeuta humanista que brinda apoyo psicológico a emprendedores y empresarios.

Escuchar las señales del cuerpo puede prevenir, en muchos casos, los trastornos mentales asociados a la actividad por cuenta propia. Según los expertos, existen indicios o síntomas que señalan que el emprendedor puede estar sumido en una situación de estrés, ansiedad o depresión. 

Indicios previos a un trastorno

En ocasiones, el ritmo de trabajo por cuenta propia es tan rápido, que el trabajador no toma consciencia de su situación. Los clientes, los gastos, la gestión de recursos, las facturas o los proveedores son algunas de las preocupaciones que pueden poner en peligro la salud mental del autónomo. Una mala racha o una mala gestión de las emociones pueden acarrear ciertos problemas, el autónomo debe estar atento a una serie de señales que manda el cuerpo y que pueden indicar que se encuentra ante un trastorno mental.

  • Temblores y sudoración excesiva. Los temblores recurrentes en las manos u otras partes del cuerpo y la sudoración en exceso pueden ser síntomas de estrés.
  • Problemas dermatológicos. Los problemas en la piel como sequedad, hinchazón o incluso sarpullido pueden ser indicios de que estás ante una situación demasiado estresante.
  • Cefaleas El dolor de cabeza recurrente es uno de los indicios más comunes de estrés. Según los expertos, muchos autónomos acuden a consulta con dolores de cabeza inespecíficos o en las sienes.
  • Problemas estomacales Las emociones mal gestionadas pueden exteriorizarse en el estómago. Los problemas gástricos como ardor, dolor frecuente o colon irritable pueden ser sintomas de estrés o ansiedad.
  • Insomnio y falta de concentración.  El insomnio o la dificultad de descanso por las noches junto con la falta de concentración pueden ser indicios de varios trastornos, entre ellos, el estrés y la ansiedad.
  • Taquicardias. Las taquicardias y los pensamientos negativos pueden indicar que el autónomo no está gestionando bien sus emociones y padece ansiedad.

Prevención

El cuerpo es el primer lugar donde se manifiestan los problemas de salud mental. Los cambios de estado anímico repentinos, la falta de sueño, las taquicardias o los dolores de cabeza recurrentes pueden ser un indicio de que el autónomo empieza a padecer un trastorno. “Cuando se detecten cualquiera de estas señales, es preferible tomarse unos días de descanso que terminar con una baja prolongada por trastorno mental” explicó Luis Fernando López. Para no llegar a este punto, López recomendó una buena gestión del tiempo y las emociones ya que “para cuidar a un cliente, primero hay que cuidarse a uno mismo”:

  • Gestiona tus emociones.  Mantener una actividad laboral con episodios de estrés puede llevarnos a problemas a largo plazo. Esto se soluciona tomándose un respiro, unos pocos días de descanso, que permitan retomar la actividad desde otra perspectiva. Los ejercicios de respiración, las actividades como el yoga o el deporte pueden ayudar a desconectar. Para prevenir posibles trastornos mentales la clave, según los expertos, está en escuchar al cuerpo, en saber detectar las señales previas.
  • Utiliza una agenda.  Algo tan sencillo como una agenda puede ayudar a gestionar el tiempo. Establecer un cuadrante, unos horarios para tu actividad y respetarlos, puede prevenir sobrecargas de trabajo y estrés.  La organización es el primer paso hacia la conciliación y la prevención en salud.
  • Conciliación laboral. Para los expertos, mantener un equilibrio entre trabajo y ocio es fundamental para no caer en posibles episodios de estrés o ansiedad. Cuidar de uno mismo y de su entorno es el primer paso para cuidar de un negocio. No siempre se debe cambiar beneficio laboral por beneficio personal.
  • No intentes abarcarlo todo. Un autónomo tiene que lidiar con rachas, etapas en las que se ve desbordado de trabajo y otras en las que le faltan clientes. No se debe intentar abarcar más de la cuenta por temor a perder clientes, a veces, posponer un encargo puede evitar situaciones de estrés innecesario
  • Acude a un profesional. Si te encuentras en una mala racha y detectas posibles indicios como insomnio, cefaleas, problemas estomacales o falta de atención, acude a un profesional. Un experto puede ayudarte a prevenir futuros trastornos derivados del trabajo por cuenta propia.