La demanda de aceite de oliva en España ha caído un 20%

Los agricultores están exportando aceite para mitigar la caída de ventas en España por la subida de precios

Ante una caída del 20% en el consumo de aceite de oliva en España, los agricultores españoles están subsistiendo gracias a las exportaciones a otros países. Anticipan el mantenimiento de los altos precios en 2024.

Las exportaciones sostienen las ventas de aceite de los agricultores pese a la caída del consumo en España.
Las exportaciones sostienen las ventas de aceite de los agricultores pese a la caída del consumo en España.
Los agricultores están exportando aceite para mitigar la caída de ventas en España por la subida de precios

Los agricultores productores de aceite de oliva, la mayoría de ellos autónomos, se están viendo obligados exportar para mantener sus ventas. En estos momentos se destina ya dos tercios de la producción fuera de nuestras fronteras. Y eso, en parte, es debido a que el consumo de aceite de oliva en España ha caído un 20% en el último año, entre otros factores, por el incremento de los precios.

Así lo afirmaron desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), desde donde anticipan la segunda mala cosecha consecutiva que mantendrá los precios del aceite de oliva en el nivel actual durante 2024. Según explicaron, la producción de estas dos campañas, en conjunto, será la misma que la de una cosecha normal antes de la llegada de la sequía.

Los agricultores estarían vendiendo los excedentes de otras campañas, debido a que la demanda internacional de aceite de oliva supera de forma significativa la producción de la última campaña y la que se espera para la cosecha que comienza en estos días.

Ante esta situación, UPA incidió en la importancia de que la Ley de Agricultura Familiar que anunció Pedro Sánchez durante el debate de investidura realmente “ponga en valor el modelo de explotación de agricultura y ganadería mayoritario en nuestro país, que es la que más sufre el aumento de los costes o la sequía que ha afectado al sector en los últimos años.”

La demanda internacional de aceite de oliva se mantiene fuerte, a pesar de la caída de la producción

Según explicó a este diario Cristóbal Cano, responsable del área de Olivar y secretario general de UPA en Andalucía, “nos encaminamos a la segunda mala cosecha consecutiva en España. El año pasado tuvimos la peor cosecha del siglo XXI, con poco más de 660.000 toneladas producidas, y vamos a una campaña donde las previsiones más optimistas hablan de 790.000 toneladas, aunque parece incluso complicado llegar a esa cifra.”

Estas dos malas temporadas han propiciado el incremento del precio del aceite de oliva, provocando una caída del consumo en España que, según UPA, ronda el 20% con respecto al año pasado. Sin embargo, los olivareros autónomos no achacan esta caída de la demanda al “traslado a otros tipos de grasa. En este sentido, la demanda de aceite de girasol sólo ha crecido un 3%”, afirmó Cristóbal Cano.

Así, en un entorno de caída de la demanda interna, las exportaciones estarían sosteniendo las ventas de los agricultores autónomos. “La realidad es que la demanda sigue fuerte en los mercados internacionales, que son destino de dos tercios de la producción de los agricultores españoles”, valoró el responsable del área de Olivar de UPA.

Prueba de ello es que, según los datos de la asociación, el año pasado se vendieron alrededor de 1,1 millones de toneladas, a un ritmo medio de salida de 90.000 toneladas al mes, un dato que supera por mucho la producción registrada el año pasado y la que se espera en esta temporada.

En este sentido, “se puede asegurar que la demanda de aceite de oliva no se ha hundido pese al crecimiento de los precios. Hemos tenido una campaña con una salida más que buena”, afirmó Cristóbal Cano. En este contexto, el secretario general de UPA en Andalucía consideró que los precios del aceite se mantendrán altos durante el próximo año. Al menos, al nivel que presentan actualmente.

Los agricultores culpan a la industria y a la distribución de los elevados precios

Consultados por las causas del aumento de precios, además de la evidente caída de la producción durante el año pasado, los agricultores culparon a la industria y la distribución de mantener sus márgenes de beneficio en detrimento de los autónomos y los consumidores. “difícilmente pierden, porque tienen unos márgenes que van estableciendo libremente. A pesar de que para todos es una situación compleja, unos lo tenemos más difícil que otros”, afirmó a este medio Cristóbal Cano.

Según UPA, “la industria siempre tiene intereses de utilizar como argumento lo complicado de la situación, cuando los que más los sufrimos somos los eslabones más bajos de la cadena, el olivarero y el consumidor. En el primer caso, porque no tenemos cosecha que vender y no podemos cubrir en muchos casos los costes de producción que tenemos; y, en el caso del consumidor, por el precio que pagan en los supermercados”, explicó el responsable del área de Olivar de UPA.

UPA pide que la futura Ley de Agricultura Familiar proteja a los pequeños autónomos del campo

El arranque de la segunda mala cosecha consecutiva de aceitunas se ha producido de manera simultánea al anuncio, por parte del Gobierno, de la puesta en marcha de una Ley de Agricultura Familiar. Según valoraron desde UPA, se trata de “una reivindicación histórica de nuestra organización y lo celebramos.”

No obstante, los agricultores y ganaderos autónomos solicitaron al Gobierno que se les incluya en la redacción de la futura ley, que debería dotar “a la agricultura y ganadería familiares de una discriminación positiva, que es la que sustenta el sector en nuestro país y la que tiene mayores dificultades, como el aumento de los costes u otras que han afectado al colectivo en los últimos años”, afirmó Cristóbal Cano.

En su opinión, esta discriminación positiva debería abordar cuestiones como las ayudas directas, en cuya concesión “se debería priorizar en determinados casos a explotaciones cuyos propietarios estén censados en la misma población, o en una cercana”, concluyó el secretario general de UPA en Andalucía.