La explotaciones agrarias siguen cerrando y podría haber desabastecimiento

Agricultores y ganaderos denuncian que ganan lo mismo pese a la subida de los precios de los alimentos

Los autónomos del sector primario denuncian que no tienen nada que ver con el alza de los precios de la alimentación, que alcanzó el 16,6% interanual en febrero, porque están ingresando lo mismo que antes. Muchos todavía trabajan a pérdidas. 
Los agricultores y ganaderos denuncian que el alza de los precios no se está repercutiendo en sus márgenes.
Los agricultores y ganaderos denuncian que el alza de los precios no se está repercutiendo en sus márgenes.
Agricultores y ganaderos denuncian que ganan lo mismo pese a la subida de los precios de los alimentos

Los autónomos agricultores y ganaderos no están notando la subida de los precios finalistas en los bienes alimentarios que producen. Así lo denunciaron a este medio desde la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA), tras valorar que el aumento de los costes de producción y la entrada en vigor de la nueva Política Agraria Común (PAC) son los principales factores que están obligando a cerrar a muchos trabajadores por cuenta propia. 

Además, las previsiones para los autónomos del sector primario para el 2023 no son nada halagüeñas. Si no se toman medidas pronto desde el Gobierno, explican, el número de cierres en sus explotaciones aumentará, generando, incluso, el desabastecimiento de productos básicos en algunos supermercados.

Esta situación se ha producido tras conocer los datos definitivos de la inflación en España durante el pasado febrero, cuando los productos de alimentación crecieron un 16,6% de media en términos interanuales. El azúcar es el bien que más creció, con respecto al mismo mes del año pasado, con un alza del 52,6% en su precio, seguido de la mantequilla, que lo hizo en un 39,1% y ya acumula un crecimiento en su precio del 3,5% en lo que va de año. 

En la cesta de la compra, llama especialmente la atención el alza desmesurada en algunos bienes que se producen en el campo español, como la leche entera, que cuesta un 33,2% más que en febrero del año pasado; las legumbres y hortalizas frescas, que son un 23,6% más caras; el aceite de oliva, (33,5%); o los huevos, que ya valen un 28% más que hace un año. 

Los autónomos agrícolas evitan culpar a la distribución y no descartan el desabastecimiento 

Preguntado por este diario sobre los culpables del alza de los precios, el director de relaciones institucionales de ASAJA evitó nombrar a la distribución, unos días después de que Juan Roig, presidente de Mercadona, reconociera haber encarecido “una burrada” algunos de sus productos para poder garantizar la sostenibilidad de la cadena alimentaria. 

“La distribución lo achaca al crecimiento de sus precios, como la electricidad, el transporte o el nuevo impuesto a los plásticos. Ellos sí están aplicando un aumento de precios para cubrir estos factores, pero nosotros, la gente del campo, no podemos. Lo que no es viable es soportar unos costes de producción más altos con precios cada vez más bajos, mientras la cesta de la compra está más cara que nunca. No podemos porque estamos limitados para aplicar incrementos de precios en el sector primario. Por tanto, alguien se está llevando esto. No sé quién, pero nosotros no”, valoró. 

Ante esta situación, desde ASAJA explicaron que las tensiones en los precios podrían provocar, incluso, el desabastecimiento de algunos productos en los lineales durante los próximos meses si la situación no cambia pronto. “Estamos jugando con las cosas de comer. En los lineales, durante la pandemia, no faltó nada. Como sigamos en esta situación, veremos qué termina pasando, porque esto se ha acabado. No podemos vender como estamos vendiendo”, afirmó Juan José Álvarez. 

Para ello, los autónomos del sector agrario instaron al Gobierno a tomar medidas “en los próximos días”, ya que el 70% de los ingresos de estos negocios proviene de sus ventas, y sólo el 30% de la PAC. “La cuerda está muy tensa, y no queremos que paguen los platos rotos quienes tienen que pagarlo. Si no hay medidas pronto, muchos agricultores, sobre todo los autónomos más pequeños, seguirán teniendo que cerrar sus negocios, desgraciadamente”, anticipó el director de relaciones institucionales de ASAJA. 

Los agricultores y ganaderos siguen reduciendo sus márgenes ante el aumento de costes 

Tal y como explicó a este diario Juan José Álvarez Alcalde, director de relaciones institucionales de la Asociación Agraria de Jóvenes Empresarios (ASAJA), el crecimiento de los precios finalistas de los productos alimentarios no se ha traducido en un aumento de los márgenes de beneficio de los autónomos del sector primario. 

En este sentido, desde ASAJA explicaron que “seguimos abogando y pidiendo al Ministerio que se cumpla la ley de la cadena alimentaria, desde el primer eslabón, que somos nosotros, el más débil de la cadena, hasta el consumidor, pasando por la industria y la distribución.” Además, Juan José Álvarez recordó que, “en algunas producciones, se sigue vendiendo por debajo de los costes, algo que no puede ocurrir bajo ningún concepto.” 

Un ejemplo de la situación que están viviendo los autónomos del sector primario, sobre todo los más humildes, puede mostrarse en el caso de los ganaderos lácteos. En su caso, los precios finalistas de la leche entera aumentaron en febrero un 33,2% interanual, y un 0,2% sólo el mes pasado con respecto al anterior. Sin embargo, “cada día se están cerrando una o dos producciones del sector lácteo”, explicó el director de relaciones institucionales de ASAJA. 

A pesar de que desde el Ministerio afirmaron haber tocado fondo hace un mes, la realidad para los agricultores y ganaderos les hace pronosticar un 2023 igual o más complicado que el año pasado. “Los costes de producción siguen estando en máximos, y se están reduciendo muy poco: más de un 30% de incremento en piensos, un 85% en el gasóleo agrícola, 250% en fertilizantes, plásticos un 50%, los costes salariales ya han crecido un 42% tras la subida del SMI... Poco se puede decir más”, valoró Juan José Álvarez.  

Además, las previsiones del sector para este año no son nada optimistas. La sequía amenaza con reducir de manera considerable las producciones durante los próximos meses, y la entrada en vigor de la nueva PAC, más restrictiva con los productores, son dos factores que agravan la crisis, generando “una tormenta perfecta. ¿Hasta dónde se puede tensionar? No sabemos”, afirmaron desde ASAJA.