La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha estudiado las nuevas medidas para luchar contra el fraude incluidas en el Reglamento de la Ley Crea y Crece. El organismo pide al Ejecutivo que “analice” los costes que supondrá la factura electrónica para empresas, autónomos y pequeños negocios. Además, advirtió que los plazos para implantar esta herramienta “son ajustados”. Esta nueva obligación supondrá 300 euros más de gasto al año para los trabajadores por cuenta propia.

El organismo “no cuestiona el objetivo de lucha contra el fraude de las medidas, pero recomienda un análisis pormenorizado de los costes que supondrá para las empresas adaptar sus sistemas de facturación”. La CNMC señaló que en otros países de Europa esta medida obligatoria para todo el tejido productivo sólo se centró en sectores “más proclives al fraude”.

La comisión recordó que con este nuevo sistema de facturación electrónica, los autónomos tendrán que adaptar sus sistemas informáticos para ofrecer una imagen "fiel e íntegra" de sus registros contables y permitir a la administración tributaria acceder a su facturación en tiempo real. La comisión aconsejó al Gobierno que la nueva normativa no imponga “obligaciones más gravosas para los pequeños negocios y autónomos”. También consideró que el desarrollo del sistema público de facturación de la Administración tributaria podría suponer un efecto expulsión sobre los desarrolladores privados.

Para garantizar la neutralidad de trato, defiende que se garantice la igualdad de acceso a la información y la obligación de repercusión de todos los costes de desarrollo y operación, tanto en la solución pública como en las privadas.

¿Cuánto costará implantar la factura electrónica en los negocios?

La Confederación Española de Empresas de Tecnologías de la Información, Comunicación y Electrónica (Conetic)  de acuerdo con los datos de los operadores privados de facturación electrónica, el coste medio de emisión de facturas electrónicas para las empresas es de unos 300 euros al año, más servicios adicionales. El coste por factura emitida oscilaría entre 10 céntimos y un euro. “Este coste es notablemente inferior al de emisión de facturas en papel, pero más caro que el uso de una plataforma pública gratuita”, denunciaron.

Teniendo en cuenta el número de empresas y autónomos que hay en España, más de 3,4 millones de las primeras y 3,3 millones de los segundos, “este pequeño coste por factura representa un coste de intermediación de unos 1.000 millones anuales”. Por ejemplo, señalaron, una pyme que emita 500 facturas tendría un coste de unos 25 euros al mes, es decir, 300 euros al año.

En 2021, en España se intercambiaron 296 millones de facturas electrónicas en el ámbito B2B (de empresa a empresa) y 14 millones de facturas en el ámbito B2G (de empresa a Administración). Las Facturas electrónicas presentadas a través de FACE a las distintas Administraciones Públicas desde 2014, por el momento solo siendo obligatorias aquellas con importe superior a 5.000 euros, a fecha del 31 de enero de este año, fueron 92.131.806. Los mayores emisores en 2021 fueron las pequeñas empresas.

“Disponer de una solución de facturación electrónica integrada y gratuita en España permitiría a las empresas mejorar su gestión, simplificar sus procesos y ahorrar más de 4.000 millones de euros anuales, al incorporar las facturas recibidas a sus sistemas informáticos de forma automática y sin errores y eliminando la presentación de registros fiscales, como el SII, a la Agencia Tributaria”, señaló el presidente de Conetic, Tomás Castro.

Los expertos alertan del coste de la factura electrónica para los autónomos si el Gobierno no crea una plataforma gratuita

Conetic ha solicitado al Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital que el Reglamento de la Ley Crea y Crece “establezca explícitamente que las empresas y autónomos puedan usar una plataforma pública y gratuita para la entrega y recepción de facturas electrónica”, y que, por tanto, no sea obligatoria la contratación de un servicio de intermediación con empresas terceras.

“La entrega de sus facturas les estaría obligando a incurrir en costes innecesarios y también a realizar procesos de gestión ineficientes al tener que usar dos modalidades de entrega de facturas diferenciadas según el cliente al que se le remite la factura, FACE si es público, u otra plataforma si es privado”, señalaron desde la Confederación.

Dudas de los autónomos sobre la futura obligación de emitir facturas electrónicas

¿Qué es una factura electrónica?

La empresa de facturación Nomo ha respondido en una guía a una de las preguntas más recurrentes de los autónomos es qué es la factura electrónica. En realidad, según explicaron desde la empresa de facturación, una factura electrónica tiene los mismos efectos legales que una factura en papel, es decir, es un justificante de cobro de productos o servicios. Por tanto, debe cumplir los mismos requisitos que las facturas en papel (legibilidad, autenticidad, plazos…) y debe incluir la misma información.

Desde un punto de vista más técnico, la factura electrónica es una factura digitalizada, es decir, se emite y se recibe en formato electrónico. Este documento tiene un formato estructurado, es decir, utiliza un lenguaje XML que facilita su tratamiento automatizado. Este formato permite generar y tramitar las facturas electrónicas automáticamente por sistemas informáticos.

¿Cuándo empezará a ser obligatoria la factura electrónica?

Hasta la fecha, la factura electrónica sólo era obligatoria para facturar a la Administración Pública y en las relaciones entre sus subcontratistas y contratistas en los casos en los que el valor superase los 5.000 euros. De momento, la factura electrónica solo tiene un carácter opcional entre autónomos y empresas.

 Con la nueva Ley Crea y Crece, aprobada en septiembre de 2022, la factura electrónica empezará a ser obligatoria para todas las empresas, incluidos los autónomos. Sin embargo, y aunque esta norma entrará en vigor el 19 de octubre, los plazos para la obligación de emitir factura electrónica  están pendientes de fijar por desarrollo normativo y serán distintos dependiendo del tamaño del negocio.

Según la empresa Nomo, estas reglas se determinarán en un plazo de seis meses desde la aprobación de la ley Crea y Crece, el pasado 29 de septiembre de 2022. Es decir, la normativa concreta de la factura electrónica se fijará entre el 29 de septiembre y marzo de 2023. Una vez se apruebe el desarrollo reglamentario, empezará la cuenta atrás.

Y ahí, habrá dos plazos distintos en función de la facturación que tenga cada negocio: 

• Si la empresa tiene una facturación anual superior a ocho millones de euros, la factura electrónica empezará a ser obligatoria a partir de los doce meses posteriores a la aprobación del desarrollo reglamentario
• Para el resto de empresas y profesionales será a los 24 meses tras la aprobación del desarrollo reglamentario.

Esto significa que los negocios tendrán que adaptarse obligatoriamente entre 2024 y 2025, dependiendo de si facturan más o menos de ocho millones de euros. Aunque dependerá con quién facture y los expertos recomiendan que vayan implementando este sistema antes de que sea definitivamente exigible a todo el tejido empresarial. Obviamente, si el negocio trabaja con grandes empresas o con la Administración sería bueno que fuera familiarizándose con el nuevo sistema antes de que sea totalmente obligatorio.

¿Qué requisitos deberá cumplir la factura electrónica?

Según recuerdan desde Nomo, estas facturas electrónicas deberán cumplir una serie de requisitos para ser legales. Éstos son: 

• Las empresas deberán contar con un programa de facturación electrónica para emitir y recibir las facturas
• Será necesario contar con firma electrónica y todas las facturas deberán firmarse con el certificado electrónico
• Todas las facturas deberán cumplir los requisitos del Reglamento de Facturación, que todavía no se ha desarrollado.
• El contenido de la factura-e deberá ser el mismo que el de una factura convencional
• Todas las empresas y autónomos deberán facilitar el acceso digital a la factura electrónica a sus destinatarios. Los destinatarios deberán poder leer, copiar, descargar e imprimir las facturas de forma gratuita El acceso a la factura electrónica deberá mantenerse durante al menos cuatro años

¿Cómo podrán tramitar los autónomos estas facturas electrónicas? 

Según explican desde la empresa de facturación Nomo, el Gobierno español todavía no ha definido la normativa sobre los formatos estándar de facturas electrónicas. En principio, y a falta de que se publique el reglamento de facturación, los autónomos tendrían dos posibilidades: contratar un software de facturación adaptado a los requisitos que establezca la ley o directamente hacer sus facturas electrónicas en una plataforma disponible para todos ellos que se espera que prepare la Agencia Tributaria. Desde ahí  podrían generar estos documentos adaptados a los requisitos legales y de forma gratuita en el portal de la Administración.

¿A qué sanciones se enfrentarían los autónomos por incumplir la obligación de emitir factura electrónica?

La norma recoge importantes sanciones para aquellos negocios que no emitan sus facturas en el momento que estipula la Ley Crea y Crece.  A partir de 2024 o 2025 -dependiendo de la facturación que tenga el negocio-, aquellos autónomos que no se adapten a la normativa y no ofrezcan o faciliten la factura electrónica, podrán ser sancionados con hasta 10.000 euros de multa. Esto también impedirá que puedan acceder a subvenciones, ayudas y contrataciones públicas.

El Kit Digital puede utilizarse para cubrir el coste de la factura electrónica

Hacienda quiere que los autónomos aprovechen las ayudas del Kit Digital para instalar la factura electrónica en su negocio. Por ello, desde Hacienda se está proponiendo utilizar el bono digital para adelantarse a este futuro requisito. De hecho, Red.es ofrece una financiación mayor en los servicios de factura electrónica dentro del programa Kit Digital.

El importe subvencionado actual de la factura electrónica con el Kit Digital es:

• Para el Segmento 1, que son los negocios que tienen entre diez y 49 empleados: tienen 2.000 euros para gastar en la factura electrónica (antes se daban 1.000 euros).
• Para el Segmento 2, que son los negocios que tienen entre tres y nueve empleados: tienen 2.000 euros para gastar en la factura electrónica (antes se daban 500 euros).
• Para el Segmento 3, que son los negocios que tienen entre 0 y hasta dos empleados: tienen 1.000 euros para gastar en la factura electrónica (antes se daban 500 euros).