Maquiiladores, cámaras, diseñadores o guionistas

Netflix, HBO y Movistar impulsan el trabajo autónomo del sector audiovisual

Las plataformas como Netflix han cambiado la forma de entender la televisión. Manejan millones de euros y crean cientos de miles de puestos de trabajo. Especialmente en el sector de la producción de series de ficción. Hay más de 72.000 autónomos que trabajan en este sector audiovisual. Un 35% más que antes de nacer estas plataformas. Incluso comienzan a faltar profesionales.
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Netflix, HBO y Movistar impulsan el trabajo autónomo del sector audiovisual

La transformación digital ha cambiado, indudablemente, la forma de ver la televisión. Más aún desde la irrupción en 2015 de las plataformas OTT (Over The Top, por sus siglas en inglés), que transmiten sus contenidos a través de Internet sin que intervengan los operadores tradicionales. Es decir, Netflix, HBO, Movistar y la recién llegada Amazon.

Según el Panel de Hogares de la CNMC (Comisión Nacional del Mercado de la Competencia) 4,8 millones de hogares están suscritos a este tipo de plataformas que se han especializado en la creación de afamadas series de ficción como Juego de Tronos, House of Cards o las españolas La Casa de Papel y Las Chicas del Cable, entre muchas otras.

Un boom en toda regla que se traduce en un aumento de la facturación del sector que ha crecido casi mil millones de euros y en la creación de empleo autónomo. Cientos de actores, peluqueros, maquilladores, diseñadores, técnicos de sonido, guionistas o productores- entre otros muchos profesionales- que prestan sus servicios a estas grandes compañías audiovisuales.“Afortunadamente, la producción de series ha supuesto un balón de oxígeno para el empleo en el sector. Es una buena noticia”, afirmó la directora general del ICAA (Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales), Beatriz Navas, en declaraciones a Autónomos y Emprendedores.

Prueba de ello son los datos que se recogen en el Índice de Ocupación de INE (Instituto Nacional de Estadística). El número de personas ocupadas en el sector de las actividades cinematográficas, de vídeo y de programas de televisión, grabación de sonido y edición musical, creció un 17,5% entre mayo de 2014 y el mismo mes de 2019 (último dato disponible). En términos absolutos se ha pasado de 97.226 profesionales a 114.245. Es decir, en cuatro años se han ocupado a más de 17.000 nuevas personas.

En términos de afiliación a la Seguridad Social el patrón es idéntico. Entre julio de 2014 y el mismo mes de 2019 el número de autónomos del sector de las actividades artísticas, recreativas y de entretenimiento, pasó de 56.324 a 72.036, esto es un 35% más. En el caso del Régimen General, la variación ha sido del 29,8%, desde los 213.287 hasta los 276.809.

Y todo ello, pese a la desaceleración del mercado de trabajo y la temporalidad propia del sector que -según los portavoces de Egeda (Sociedad de Servicios para los Productores Audiovisuales)-, “es innata por la propia naturaleza de la producción audiovisual. Las estructuras de producción y, por tanto, los empleos que genera la industria, se adaptan a medida que se van emprendiendo los proyectos”. 

Ahora bien, el hecho de que estos trabajos se realicen con fecha de caducidad no implica que el mundo audiovisual se esté precarizando. “El empleo suele ser de calidad, tanto en el aspecto creativo como técnico. Son empleos que requieren una formación y habilidades probablemente superiores a otros muchos sectores productivos de nuestro país”, señalaron desde Egeda. En cuanto a la remuneración,  explicaron que varía "en función, no sólo de la norma legal, sino de la oferta y demanda del mercado que, a día de hoy,  pasa por un buen momento”.

Del cine a las series y viceversa

La producción de series de ficción pasó de 45 en 2017 a 52 el pasado año, y podría alcanzar las 72 anuales en los próximos dos años, según detallaron en la patronal de los productores audiovisuales. Termino que corroboró y amplió, la directora el ICAA: “Se están presentando cada vez más proyectos a las ayudas convocadas por el ICAA, para a la realización de cortometrajes y películas destinadas al cine. Así que podemos decir que es el sector audiovisual en su conjunto y en sus diferentes formatos el que está experimentando una efervescencia que hay que saber leer y aprovechar”.

Fruto de esta nueva ‘belle epoque’ es que muchos actores, productores, guionistas…, tanto autónomos como asalariados, están saliendo de su encasillamiento. “Se está produciendo un trasvase de profesionales y muchos de los que fundamentalmente trabajan en cine están haciendo también series, pero también se da el fenómeno opuesto, que personas del mundo de las series y la televisión hacen películas”, relató Navas. 

Talento, normativa y globalización como retos

Es más, según aseguró la directora del ICAA, se está llegando a situaciones en las que “hay problemas para encontrar profesionales de ciertos perfiles. Esto se debe, por un lado,  al crecimiento exponencial de la demanda. Por otro, al aumento de productos audiovisuales que pueden tener ocupados a los trabajadores entre cuatro y ocho semanas de rodaje”.

No obstante, no es este el único reto que deberá afrontar un sector cuya facturación ha crecido, según los datos facilitados por Egeda, casi mil millones de euros entre 2012 y 2017. De los 3.897 de principios del periodo a los 4.815 millones de euros del último año de referencia. Beatriz Navas concreta que el éxito que se está produciendo en el sector tanto a escala nacional como internacional, “implica una multiplicidad de tipologías de pantallas y de formatos a los que hay que llevar las obras de nuestros creadores y eso pasa por crear productos de cada vez mayor calidad y por darles desde las instituciones todo el apoyo que se pueda”.

Los portavoces de Egeda destacan por su parte que “será preciso una cada vez mayor interrelación entre todos los agentes del sector, fomentando las alianzas y acuerdos”. Lo que ha de redundar en garantizar, entre otras cuestiones, la “correcta remuneración de todos los agentes de la cadena de valor del sector audiovisual”. A su vez añadieron que, por mucho que la producción de series esté en un momento de esplendor no hay que olvidarse de la gran pantalla, “la industria de exhibición cinematográfica, a través de las salas de cine, seguirá contando con una presencia importante, dado que la experiencia de la sala sigue constituyendo la primera ventana del público con la obra cinematográfica”. 

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La piratería no se crea ni se destruye, se transforma

El intrusismo y la piratería son otros dos de los muros que tendrán que derribar las industrias culturales y creativas, que aportan más del 3% del PIB y general un 3,7% del empleo total. “Al igual que la energía, la piratería no se crea ni se destruye, si no que se transforma”, señalan desde Egeda. De hecho, en los últimos años y de forma paralela al resurgir del sector audiovisual, han nacido nuevos métodos para la defraudación de contenidos en la red. Algunos incluso, “desarrollados por organizaciones criminales de carácter internacional”. Desde la patronal indicaron que “se han incrementado las acciones de investigación y persecución de este tipo de actividad fraudulenta, compartiendo información e iniciativas legislativas y judiciales, para combatir la piratería en Internet.

En el ICAA insisten en que “se están produciendo avances considerables” en los que “resulta fundamental la colaboración que prestan tanto los titulares de derechos de propiedad intelectual como los proveedores de servicios de Internet para un eficaz funcionamiento de la Comisión de propiedad intelectual dependiente del Ministerio de Cultura y Deporte (encargada de esta labor)”. En el ámbito del intrusismo, Navas comentó que debe abordarse desde “políticas que faciliten la profesionalización, la formación y, con ello, la mejora de las oportunidades de crecimiento de un sector que parte con muchas ventajas competitivas en España para convertirse en los próximos años en una verdadera apuesta por el empleo y el crecimiento económico”.