La competencia desleal preocupa a los comercios locales

La UE aprueba un sello para reconocer la artesanía de los autónomos y protegerlos de falsificaciones

La Unión Europea ha aprobado un nuevo reglamento sobre indicaciones geográficas de productos artesanales que pone en manos de los autónomos artesanos una herramienta para proteger su obra y reconocer su calidad frente a falsificaciones.

Los autónomos artesanos se blindan frente a las falsificaciones con una denominación de origen europeo.
Los autónomos artesanos se blindan frente a las falsificaciones con una denominación de origen europeo.
La UE aprueba un sello para reconocer la artesanía de los autónomos y protegerlos de falsificaciones

La reciente aprobación por parte del Consejo de Europa de un reglamento sobre protección de las indicaciones geográficas de productos artesanales marca un hito significativo para los autónomos y emprendedores artesanos españoles y también europeos. Pues representa un paso adelante en la defensa de la autenticidad y la calidad de los productos hechos a mano, brindándoles un marco legal más sólido, y equiparando sus derechos de protección a los que gozan desde hace décadas los alimentos con denominación de origen.

De manera que, si todo el mundo valora el queso de Cabrales, los espárragos navarros o los vinos de la Ribera del Duero, pronto va a pasar lo mismo con el vidrio soplado de la Granja de San Ildefonso, las espadas y el damasquinado de Toledo o la cestería de Mallorca. Gracias a la entrada en vigor de estas Indicaciones Geográficas Protegidas (IGP), que establecen una defensa directamente aplicable en toda la Unión Europea para una amplia gama de productos; incluyendo joyas, productos textiles, cristal, porcelana y muchos otros.

De ese modo, extiende una salvaguardia que hasta ahora se centraba en alimentos y bebidas, dejando desprotegidos a muchos otros productos artesanales icónicos. “Supone una certificación de autenticidad para los productos artesanales vinculados a un lugar de creación específico, como el encaje de Camariñas, los bordados de Lagartera o la cerámica de Sargadelos”, afirmó Lourdes Meloso, abogada experta en la defensa de este tipo de plagios. “Al obtener una protección similar a las denominaciones de origen, los artesanos podrán distinguirse y protegerse de las réplicas, garantizando su autenticidad y calidad ante los consumidores”.

La tramitación de solicitudes de Indicación Geográfica Protegida se va a llevar a cabo a través de las comunidades autónomas

La competencia desleal en el mercado del souvenir es especialmente preocupante para los pequeños comercios locales, ya que muchos turistas pueden verse tentados a comprar productos falsificados debido a su bajo coste y aparente similitud con los originales. Esto afecta directamente a los artesanos autónomos y a los emprendedores, que ven reducidas sus ventas por culpa de aquellos que se aprovechan de la reputación de sus obras.

De hecho, este paso delante de Europa refleja una reclamación histórica de los artesanos; no solo españoles, sino de todo el continente. La ampliación de estas IGP al sector artesanal representa un reconocimiento de su valor cultural, histórico y económico, lo que va a contribuir a promover su reputación y prestigio tanto a nivel nacional como internacional.

Y con una buena noticia para los autónomos y pequeños negocios españoles: la tramitación de las solicitudes de IGP se va a llevar a cabo de forma local, desde las propias comunidades autónomas, lo que brinda la oportunidad de una mayor participación y colaboración entre los diferentes actores del sector artesanal en España. “Esta descentralización del proceso también permitirá adaptar los ajustes necesarios a nivel regional, garantizando así una protección efectiva y adecuada para cada producto artesanal”, continuó la experta en plagios.

Las IGP representan un distintivo importante para la artesanía española, ya que no solo garantizan la autenticidad y la calidad de los productos, sino que también les brindan una protección legal contra el plagio y la piratería. Al obtenerla, la producción de los autónomos y los negocios artesanos se distinguen como originarios de una región específica y poseen cualidades o características únicas atribuibles a su ubicación. “La importancia de las IGP radica en su capacidad para protegerlos frente a las prácticas comerciales desleales, como el uso indebido, la falsificación o la evocación de nombres registrados en productos no amparados por el registro”, afirmó Lourdes Meloso.

La Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea juega un papel activo en la protección artesanal

Quedan protegidos contra el uso comercial, directo o indirecto, de su nombre en productos plagiados o que se aprovechen de su reputación. Y de cualquier indicación falsa en cuanto a la procedencia, el origen, la naturaleza o las características esenciales de los productos. Esto incluye la utilización de envases que puedan crear una impresión errónea sobre el origen del producto, así como cualquier otra práctica que pueda inducir a error al consumidor sobre la autenticidad del producto.

La Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) desempeña un papel fundamental en la aplicación del nuevo sistema de protección de indicaciones geográficas para productos artesanales. Como organismo competente designado por la UE, tiene la responsabilidad de evaluar las propuestas de los estados miembros para conceder la denominación de origen a las obras artesanales. “Lo que implica revisar detalladamente las solicitudes presentadas, verificar que los productos cumplen con los requisitos establecidos y garantizar que se respeten los derechos de propiedad intelectual e industrial de los artesanos”, indicó la experta en plagios.

Además, la EUIPO proporciona orientación y asistencia técnica a los estados miembros y a los solicitantes durante el proceso de registro, ayudándoles a entender los requisitos y procedimientos necesarios para obtener la protección de una indicación geográfica. Esto incluye la revisión de la documentación presentada, la resolución de consultas y la emisión de recomendaciones para mejorar la calidad y la precisión de las solicitudes. Un servicio público por el que no cobra tasa alguna, lo que permite a los pequeños artesanos contar con una herramienta legal de protección más accesible a sus posibilidades y prevenir las falsificaciones.

Precisamente, y al igual que los sucede a muchos otros creadores en Europa, los artesanos españoles se ven afectados por la competencia desleal y la reproducción no autorizada de sus creaciones en mercados asiáticos, lo que impacta negativamente en sus ventas y en su reputación. Y uno de los mayores desafíos es la dificultad para detectar y prevenir la propia identificación de falsificaciones, ya que las técnicas de reproducción son a veces sofisticadas y difíciles de distinguir a simple vista. “Además, los artesanos individuales y las pequeñas empresas a menudo carecen de los recursos necesarios para proteger adecuadamente sus obras en el mercado, lo que los hace más vulnerables a las imitaciones y las copias no autorizadas”, explicó la abogada.

A partir de ahora, la ley protege a los autónomos y pequeños negocios artesanos contra la competencia desleal en el mercado, permitiéndoles emprender acciones legales si pueden probar que se está utilizando su trabajo de manera indebida. “Además, este nuevo reglamento envía un mensaje claro sobre la importancia de la autenticidad y la calidad en el mercado global, lo que puede influir en las prácticas comerciales de ciertas regiones”, concluyó Lourdes Meloso. “Al establecer estándares más altos para la protección de indicaciones geográficas, Europa establece un precedente para la promoción del comercio justo y la valoración del trabajo artesanal en todo el mundo.