Los autónomos y pymes logran superar los 12 millones de asalariados, el 61% del total del empleo en España
La Confederación Española de la Pequeña y Mediana (CEPYME) ha publicado el informe de ‘Situación de las Pymes en el segundo trimestre de 2023’, en donde se refleja el aumento de ocupación laboral, desempeño y ritmo de crecimiento de las pymes españolas durante el segundo trimestre del presente año, siendo cifras más favorecedoras en las medianas empresas sobre las pequeñas.
Durante el segundo trimestre, se observó un aumento en la ocupación laboral, aunque dicho crecimiento mostró una desaceleración en comparación con el trimestre anterior. La cantidad de empleados asalariados en las pequeñas y medianas empresas (pymes) superó el récord de los nueve millones de trabajadores, registrando un aumento del 2,7% con respecto al segundo trimestre de 2022. De ese total, 6,36 millones de asalariados pertenecen a pequeños negocios, mientras que los 2,73 millones restantes trabajan en empresas medianas. A ello habría que sumar los 3,3 millones de autónomos y los 900.000 asalariados que trabajan para ellos lo que daría como resultado 13 millones de empleados, más del 61% de todo el empleo que hay en España.
El panorama del empleo en las pymes españolas
En España hay 1,1 millones de microempresas, que son aquellas con menos de 10 empleados y dan trabajo a aproximadamente 3,5 millones de personas. Adicionalmente, existen 168.800 empresas pequeñas, que tienen entre 10 y 49 empleados, y que proporcionan empleo a otros 3,3 millones de personas. Ambos grupos, compuestos por 1,3 millones de empresas en total y empleando a casi 7 millones de personas, representan aproximadamente el 38% del total de empresas y empleo en el sector privado en España. Los otros dos millones de trabajadores restantes corresponderían a medianas empresas con más de 50 empleados.
Es importante destacar que el empleo creció a un ritmo más rápido en las empresas medianas que en las pequeñas, con incrementos del 3,8% y 2,2%, respectivamente. Este patrón se ha mantenido durante ocho trimestres consecutivos. Además, al comparar los datos de empleo en los segundos trimestres de 2019 y 2023, se aprecia que las empresas medianas han tenido un desempeño superior al de las pequeñas. En este período, el aumento acumulado en el empleo en las empresas medianas fue del 7,6%, mientras que en las empresas pequeñas alcanzó el 3,5%.
La Encuesta de Población Activa (EPA) y Estadística de Flujos de la Población Activa (EFPA) del segundo trimestre del 2023, llevada a cabo por el Instituto Nacional de Estadística (INE) reveló que el número de ocupados en el país se situaba en 21.056.700, la que mencionan es la cifra más alta en la serie histórica de la encuesta. Por lo que la cifra de los más de 9 millones de asalariados en pymes supone un 42,78% del total.
Aunque la cifra de más de 9 millones de empleados asalariados pueda suponer un triunfo de las pymes españoles, hay que tener en cuenta que en el informe ‘El reto de las vacantes en España’, publicado el pasado mes de septiembre por CEPYME, refleja las dificultades crecientes de las empresas para cubrir los puestos vacantes.
Hay 150.000 vacantes por cubrir pero no se encuentran ciertos trabajadores
En dicho informe se destaca que siete de cada diez pymes (71%) confirman tener problemas para cubrir las vacantes de empleo. Es por ello que la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa denuncia que las dificultades de las vacantes laborales está afectando especialmente a los autónomos que quieren contratar empleados y a los pequeños negocios, frenando su crecimiento, porque pueden perder proyectos, dejar de lado inversiones, no dar el servicio adecuado o paralizar posibles expansiones.
Según datos proporcionados por el INE, en España hay registradas alrededor de 150.000 puestos de trabajo vacantes. Sin embargo, el CEPYME apunta que esta cifra podría ser significativamente mayor, pero son más difíciles de cuantificar, particularmente en el contexto de las pequeñas y medianas empresas españolas.
Es importante anotar que, en empresas más pequeñas que carecen de un departamento de Recursos Humanos, la falta de recursos y medios para la búsqueda de empleados puede resultar en una rápida disminución de los esfuerzos y en la concentración únicamente en la cobertura de los puestos más esenciales. Esto, a su vez, lleva a una disminución de la actividad de la pyme o incluso al estancamiento de los proyectos planificados.
La productividad se estanca porque las pymes no encuentran los empleados adecuados
La dificultad para ocupar las vacantes tiene como resultado una reducida utilización de la maquinaria y los activos disponibles, lo que conlleva a una menor producción. Además, el envejecimiento de las plantillas, que se traduce en un mayor absentismo, es uno de los factores que contribuye al estancamiento de la productividad.
Desde CEPYME han calculado sus propias estimaciones y concluyen que “si la productividad hubiera continuado aumentando al ritmo promedio del período 1989-2019, en la actualidad la productividad media sería un 8,5% más alta”. Esto significa que el Producto Interno Bruto (PIB) anual de España podría ser aproximadamente 115,000 millones de euros mayor de lo que es.
También se menciona que, la imperiosa necesidad de ocupar ciertos puestos en las empresas, combinada con una alta demanda de ciertos perfiles y una oferta limitada, provoca un aumento en los salarios de entrada, lo que impacta directamente en los costos laborales. La carestía de mano de obra lleva a que numerosas pequeñas empresas se vean obligadas a competir entre sí por los trabajadores, lo que a menudo resulta en la necesidad de atraer personal de los competidores, creando así una inestabilidad general en el mercado laboral
El CEPYME reclama la colaboración de ministerios y administraciones
CEPYME considera necesario replantear tanto las políticas de empleo activas como las pasivas, centrándose en lograr una concordancia más efectiva entre la oferta y la demanda de puestos de trabajo, además de redefinir las funciones de intermediación desempeñadas por el SEPE. Por otra parte, reclama una colaboración público-privada y también multiministerial, que involucre a distintos ministerios, administraciones y estamentos en los que interseccione el problema creciente de las vacantes de empleo y poder encontrar la solución más viable.
También precisan de cooperación entre el sistema educativo y las partes interesadas de la sociedad. Donde se lleve a cabo una reformulación de los programas de educación en todas sus etapas, desde la enseñanza primaria hasta la educación superior y la capacitación profesional, con el fin de integrar las habilidades profesionales actualizadas que surgen a raíz de los avances tecnológicos y ajustarlos según las necesidades empresariales.
