La subida del carburante se produciría en los próximos cuatro años

Los gasolineros aseguran que el precio del litro de combustible subirá hasta 34 céntimos por la fiscalidad

La imposición de Bruselas y la reforma fiscal para los combustibles podría encarecer el gasóleo que los autónomos utilizan por repostar sus camiones, tractores o furgonetas hasta 34 céntimos por litro. Así lo aseguran los propietarios de estaciones de servicio (CEEES).

Los gasolineros aseguran que el combustible podría encarecerse hasta 34 céntimos por litro en cuatro años.
Los gasolineros aseguran que el combustible podría encarecerse hasta 34 céntimos por litro en cuatro años.
Los gasolineros aseguran que el precio del litro de combustible subirá hasta 34 céntimos por la fiscalidad

El precio del gasóleo y la gasolina que los autónomos y negocios utilizan en los vehículos que utilizan para desarrollar su actividad podría sufrir un importante encarecimiento, después de la reforma fiscal para estos productos que prepara Hacienda. Tanto, que en el primer caso su precio podría incrementarse hasta 34 céntimos por litro, como aseguraron desde la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES).

Esta subida de precios que adelantaron los autónomos del sector, que alcanzaría los 22 céntimos en el caso de la gasolina, no repercutiría, sin embargo, en sus márgenes. Sólo supondría una mayor recaudación por parte del Gobierno, que de momento no se ha abierto a permitir la entrada de combustibles fabricados con una mayor proporción de bioetanol, y que están sujetos a una fiscalidad mucho más reducida en otros países de Europa.

Así, de confirmarse el encarecimiento del combustible -desde CEES explicaron que podría producirse de forma progresiva durante la legislatura-, cientos de miles de autónomos sufrirían otro incremento de costes que sólo repercutiría en la recaudación fiscal que hace Hacienda. En actividades como el Transporte o la Agricultura, muy dependientes de sus vehículos para trabajar, podría suponer, incluso, el cierre de muchos negocios, tal y como han avanzado en las protestas que han protagonizado los autónomos en los últimos días.

Ante esta situación, los empresarios de estaciones de servicio reclamaron al Gobierno que implemente “una verdadera fiscalidad verde, incentivando con menores impuestos la utilización de productos alternativos al combustible fósil, como el bioetanol.”

El incremento fiscal al diésel y la gasolina son una imposición de Bruselas que Hacienda agrava, según la CEEES

Nacho Rabadán, director general de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES) explicó a este diario que el encarecimiento de los combustibles que prevén para los próximos años “correspondería al incremento de los impuestos que va a producirse sobre los hidrocarburos en dos tramos.”

Por un lado, por la equiparación del diésel a la gasolina que ya lleva pidiendo Bruselas a España desde hace tiempo; y, en segundo lugar, “a una subida adicional en la fiscalidad de todos los carburantes”, que ya ha avanzado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, recordó Nacho Rabadán.

Así, los cálculos que han realizado desde la CEEES en base a los datos que dio el comité de expertos que reunió Hacienda para publicar el libro blanco sobre la fiscalidad, supondría un incremento de 27 céntimos para el diésel y 15 céntimos para el gasóleo.

Esta cifra se sumaría a la establecida tras la tramitación del fondo nacional para la sostenibilidad del sistema eléctrico, “que saca costes a las renovables y se los carga al gas y los hidrocarburos, lo que encarecería el litro entre cinco y siete céntimos más”, explicó Nacho Rabadán. En total, un incremento de hasta 34 céntimos por litro en el caso del diésel, y de hasta 22 en el de la gasolina.

A pesar de que todavía no se han establecido las fechas para comenzar a aplicar esta subida de impuestos a los carburantes, el director general de la CEEES afirmó que, de aplicarse “como se han comprometido, lo harían de manera progresiva a lo largo de los ejercicios de la legislatura”, lo que incrementaría año a año los precios que los autónomos y negocios pagan por repostar sus vehículos.

Los gasolineros reclaman al Gobierno que rebaje los impuestos de los biocombustibles

Para solucionar este importante incremento de costes, que repercutirá notablemente en las cuentas de los autónomos y no aumentará el beneficio de los trabajadores por cuenta propia al frente de las estaciones de servicio, desde la patronal del sector reclamaron al Gobierno que rebaje, paralelamente, las elevadas tasas que en España deben pagarse por los combustibles formados por bioetanol, como ocurre en Francia.

Nacho Rabadán explicó, en este sentido, que en el país vecino cada vez se vende más el combustible E-85, “formado al 85% por bioetanol y en un 15% por combustible fósil. Esto tiene un precio de alrededor de la mitad de la gasolina 95, porque la parte de bioetanol tiene un impuesto de 11 céntimos por litro, frente a los 68 de la gasolina de origen fósil. Al final, la carga impositiva es mucho inferior”, valoró el director general de la CEEES.

Sin embargo, en España no se estaría vendiendo el bioetanol “en primer lugar, porque el impuesto que se aplica aquí es el mismo que la gasolina, mientras que sus costes de producción y venta son más elevados. Por ello, se da la paradoja que cuanto más sostenible es el carburante, más caro es su precio y más impuestos paga”, afirmó Nacho Rabadán.

Además, España es el país que menos biocarburantes utiliza de toda la Unión Europea, donde 19 de los 27 países venden gasolina E-10, formada en un 10% por bioetanol. Mientras que aquí los vehículos sólo pueden repostar E-5.

Abrirse a la entrada de estos combustibles en España, aseguraron desde la CEEES, no sólo abarataría el precio de los carburantes que pagan los autónomos al repostar sus tractores, camiones, furgonetas o coches -llenar un depósito en Francia con E-85 cuesta unos 40 euros-, sino que también serviría para reducir notablemente las emisiones.

Así, sólo con reducir los impuestos del combustible E-10, “se conseguiría una reducción en las emisiones equivalente a la retirada de las carreteras de 511.000 coches. Además, se conseguiría dejar de importar 2,6 millones de barriles de petróleo. No sabemos por qué no se hace, porque se podría solucionar con una simple línea en el BOE”, concluyó a este diario Nacho Rabadán.