Los economistas piden cambios en la Ley de Segunda Oportunidad para evitar el abuso de algunos deudores

La Ley de Segunda Oportunidad, que abrió la posibilidad a que los autónomos queden exonerados de sus deudas públicas y privadas cuando concurran determinadas circunstancias, debería introducir algunos cambios a lo largo de 2024 para evitar el abuso por parte de sus beneficiarios, según valoraron a este diario los economistas.

Por norma general, el impacto de la ley ha sido positivo, aunque una de sus amenazas es el abuso de la misma por parte de algunos beneficiarios, que estarían dependiendo excesivamente del crédito aprovechando que, en caso de no poder pagar, podrían quedar exonerados de la deuda.

Según explicaron a este diario desde el Consejo General de Economistas (CGE), la legislación actual debería introducir “pequeñas correcciones” durante el próximo año, relacionadas con el endurecimiento de los requisitos dependiendo del tipo de crédito que los deudores tengan. En este sentido, los economistas afirmaron que los créditos instantáneos -que a menudo tienen un tipo de interés muy elevado- siguen proliferando en el mercado, por lo que las reformas que se planteen también deberían tener en cuenta a este tipo de acreedores.

A pesar de ello, los economistas valoraron de forma positiva el impacto de la Ley de Segunda Oportunidad, y achacaron a ésta el incremento de los concursos de acreedores entre autónomos y otras personas físicas que se ha producido en el último año. Según afirmaron, su previsión contempla un crecimiento aún mayor durante el próximo año.

La Ley de Segunda Oportunidad debería restringir a los deudores con múltiples créditos, según los economistas

Según valoró a este diario Alberto Velasco, secretario técnico del Registro de Economistas Forenses (REFOR) del CGE, los últimos datos concursales publicados ya permiten hacer una valoración del impacto de la Ley de Segunda Oportunidad, así como abrir la posibilidad a “poder realizar pequeñas correcciones” durante 2024.

Así, aunque a nivel general la puesta en marcha de la segunda oportunidad ha sido positiva, “hay algunos casos, en los que está habiendo un posible fraude de ley o abuso de esto, algo que podría contagiar a más casos en el futuro. No se puede decir que sean la mayoría, pero puede contagiar al resto”, expresó el secretario técnico del REFOR.

Para los economistas, estos cambios deberían apuntar al endurecimiento de los requisitos de acceso para algunos deudores “para que no se pierda el verdadero espíritu de esta herramienta que ha sido muy útil para muchos autónomos y negocios.” Sobre todo, controlando el tipo de crédito o el número de préstamos que tenga abiertos el beneficiario.

Según expresó Alberto Velasco, “debería haber un mayor control del crédito. Todavía hay una cultura del crédito que no es del todo positiva. Existe una publicidad o fomento del continuo crédito, y hay que decir que esto no es bueno.” Por ello, el secretario técnico del REFOR explicó que los cambios que se introduzcan en la legislación deberían tener en cuenta, por ejemplo, si se trata de crédito instantáneo, que muchas veces incorpora tipos de interés muy elevados o, incluso, abusivos.

Además, desde el REFOR identificaron como otra de las debilidades de la actual legislación que no se esté dando “la importancia que debieran tener a las alertas tempranas de la insolvencia, uno de los pilares de la Directiva, y se la postergación de su desarrollo de forma indeterminada.”

Esta reforma, según los economistas, podría llegar este mismo 2024, mediante la incorporación de “pequeñas correcciones” en la Ley de Segunda Oportunidad Nacional como mediante cambios en la Directiva europea, algo que estaría pendiente de debate en la Unión Europea pero que podría retrasarse debido a los comicios comunitarios que se celebrarán el próximo año.

Los concursos de acreedores continuarán creciendo entre los autónomos por la segunda oportunidad

A pesar de ello, los economistas valoraron de forma positiva el impacto de la Ley de Segunda Oportunidad, que ha propiciado un incremento de los concursos de acreedores entre los autónomos y otras personas físicas. Sin embrago, este crecimiento no tiene por qué ser un mal dato. “Partíamos de unas cifras de concursos de acreedores muy bajas en comparación con otros países, por lo que lo lógico es que se vaya equiparando”, explicó Alberto Velasco a este medio.

En este sentido, el Atlas Concursal publicado hace unas semanas por el CGE valora varios aspectos positivos, que han influido en el aumento de los procedimientos entre autónomos y pequeños negocios, muchos de los cuales han podido quedar exonerados de algunas de sus deudas gracias a la segunda oportunidad:

• Haber incluido un procedimiento específico para micropymes, “si bien tiene debilidades”, pues anteriormente el procedimiento concursal prácticamente estaba pensado para medianas y grandes empresas.
• Las competencias de concursos de personas físicas vuelven a los Juzgados de lo Mercantil y también parece quedar “algo más claro en el caso de venta de unidades productivas con sucesión de empresa, en cuanto las deudas laborales del concursado las dirimirá el juez del concurso.”

Asimismo, sobre la exclusión de la figura del administrador concursal del procedimiento especial para micropymes que entró en vigor a principios de este año, los economistas consideraron que, “aunque no sea obligatorio que intervengan, es posible que más pequeñas empresas se decidan a acudir a procedimiento de insolvencia y decidan acudir a servicios de asesoramiento y consultoría”, algo que podría suponer una oportunidad.

Todo, teniendo en cuenta que las declaraciones de insolvencia entre los autónomos crecieron un 70% el año pasado, siendo ya el colectivo que más sufre un concurso de acreedores; y que, además, los economistas vaticinaron que seguirán creciendo en 2024 por su peor situación financiera.