Las insolvencias en autónomos y microempresas crecerán aún más en 2024, explican los economistas

Los negocios españoles sufrirán en 2024 un 50% más de concursos de acreedores que durante 2019, el año previo a la pandemia. Así lo mostraron desde el Registro de Economistas Forenses (REFOR) del Consejo General de Economistas (CGE), durante la publicación de su Atlas Concursal, un extenso informe anual en el que repasaron la situación de las insolvencias en las empresas españolas.

Así, las previsiones de los economistas pasan por un incremento del 54% de los concursos de acreedores entre 2019 y 2024, una situación que afecta especialmente a los autónomos y las microempresas -aquellas con menos de 10 trabajadores-, que, en su conjunto, ya representan el 70% de todos los concursos de acreedores en España.

Según explicaron los economistas, la radiografía de la insolvencia de este año muestra un importante incremento en el número de concursos de acreedores entre los autónomos, que han crecido un 70% y ya son los procedimientos más comunes, alcanzando el 44% de las insolvencias empresariales.

Comparando estos datos con los países del entorno, -Alemania, Francia, Italia, Portugal o Reino Unido-, España es el país donde más se han incrementado los concursos de acreedores de empresas (sin contar autónomos), sólo por debajo de Reino Unido. No obstante, “España sigue teniendo un número de procedimientos muy inferior al resto”, explicaron desde el REFOR.

Todo, casi un año después de la entrada en vigor del nuevo procedimiento concursal para microempresas y la plataforma especial, que pretendía agilizar los trámites judiciales para solucionar las insolvencias de autónomos y pequeños negocios. De momento, este mecanismo no ha contado con demasiado seguimiento, con sólo 326 procedimientos electrónicos tramitados entre enero y octubre de este año.

Los concursos de acreedores de autónomos y microempresas ya representan el 70% del total

El dato más llamativo del Atlas Concursal elaborado por el Consejo General de Economistas muestra cómo el incremento de los concursos de acreedores en las empresas españolas es especialmente grave en el caso de los autónomos y los pequeños negocios, que ya son los más afectados por la insolvencia, sumando el 70% del total de procedimientos tramitados.

Así, en el caso de los trabajadores por cuenta propia, el número de concursos de acreedores pasó de 2.378 en 2021 a 4.006 en 2022, un 68,46% más en sólo un año. Así, estos procedimientos ya representan casi la mitad del total, el 43,60%, una situación que los economistas achacaron “fundamentalmente a la petición de la segunda oportunidad”.

Por su parte, los concursos de acreedores entre las micropymes -negocios con menos de diez trabajadores- también se incrementaron el año pasado, aunque de forma más moderada. Pasaron de 2.884 en 2021 a 3.287 en 2022, alrededor del 14% más. “Los concursos de acreedores de micropymes en 2022 ya no constituyeron la mayoría de los concursos, pues han quedado por debajo del 50% siendo superados por los de autónomos que ya llegan a un 44%”, afirmaron desde el Registro de Economistas Forenses.

Atendiendo a la distribución por sectores, el estudio de los economistas mostró cómo aquellos donde más autónomos están sufriendo en los últimos años también son los que más han visto incrementado el número de procedimientos concursales.

Así, el sector económico con mayor número de concursos fue el Comercio, con 1.197 concursos, seguido del sector de servicios profesionales; la construcción; la industria y energía; y la hostelería pasa a la quinta posición con 588 procedimientos “tras ocupar la tercera posición en los años del Covid”, explicaron desde el REFOR.

El número de insolvencias de los autónomos seguirá aumentando en 2024, según los economistas

Además, el Atlas Concursal elaborado por los economistas mostró una tendencia de crecimiento de las insolvencias entre los autónomos y pequeños negocios durante el próximo año. En concreto, el REFOR apunta a que podrían incrementarse un 54% con respecto a 2019, el año previo a la pandemia.

Ello se debería a que “la economía española va asentándose sobre un escenario de estancamiento económico con una inflación persistente, al menos, en los próximos trimestres”, según valoró el economista Javier Santacruz, que ha colaborado en la última edición del Atlas Concursal.

Para el experto, “la indexación de salarios, pensiones y otras rentas a la evolución de la inflación evitará que el consumo caiga de una manera relevante y prolongada en el tiempo, pero no será suficiente para que la salud financiera de las empresas mejore y no crezcan los concursos de acreedores”, afirmó.

Según los economistas forenses, un factor que podría incidir en el incremento de las insolvencias entre los autónomos el próximo año es el desarrollo de los procedimientos concursales electrónicos para micropymes, una fórmula que ha entrado en vigor este año y que no ha sido demasiado utilizada debido al desconocimiento y al desigual nivel de implementación en todos los territorios.

Así, sólo se habrían tramitado 326 procedimientos de este tipo entre enero y octubre de 2023, “si bien se observa un incremento en los últimos meses, que esperamos sea más intenso en 2024 según se vayan extendiendo a todo el territorio nacional”, explicaron desde el REFOR.

Los economistas avisan de la falta de profesionales ante el incremento de los concursos de acreedores en los negocios

Tal y como resaltó el presidente del Consejo General de Economistas, Valentín Pich, el incremento de las insolvencias y reestructuraciones empresariales previsto para 2024 podría generar un grave problema de falta de profesionales encargados de supervisar y gestionar estos procedimientos concursales.

“De no modificarse la actual redacción de la disposición transitoria primera del Real Decreto que desarrolla la Administración Concursal –por la que solo unos pocos grandes despachos quedarían eximidos de realizar el examen de acceso a la actividad profesional–, podría darse la paradoja de que en los próximos años no se disponga de suficientes profesionales”, afirmó el presidente del CGE en este sentido.

Las palabras de Valentín Pich son una mano tendida a la Asociación Profesional de Administradores Concursales (ASPAC), que hace unas semanas denunció en este diario la pérdida de garantías en el proceso concursal y el riesgo de cierre de muchos negocios dedicados a gestionar las insolvencias de autónomos y microempresas.

Así, según valoró a este medio Diego Comendador, presidente de ASPAC, “si esta tónica de prescindir de la administración concursal prospera, nuestra profesión está abocada a desaparecer”. Además, recordó que “la mayoría de nosotros somos autónomos o tenemos nuestras propias empresas”, por lo que podría suponer el cierre de cientos de estos negocios.