La recaudación y los aforos caen al 60%

Los bares deportivos no recuperan su facturación a pesar de la vuelta del fútbol a los estadios

A pesar de que el fútbol haya vuelto a los estadios, los bares deportivos no han recuperado los niveles previos a la pandemia debido a las restricciones vigentes. Situación que genera pérdidas de más del 60% para estos autónomos y pequeños negocios
Young fun people with beer watching football in a bar
Los bares deportivos facturan un 60% menos que en 2019
Los bares deportivos no recuperan su facturación a pesar de la vuelta del fútbol a los estadios

Los bares siempre han sido el segundo hogar del fútbol. Según el informe publicado por La Liga sobre el consumo de fútbol en locales públicos, más de cinco millones de clientes acudían habitualmente a los bares para televisar el fútbol o prepararse para el partido en los aledaños al estadio de su equipo. Sin embargo, la pandemia ha trastocado las perspectivas de negocio de estos autónomos que, a pesar de la vuelta de aficionados de forma paulatina al graderío, la facturación de sus locales sigue bajo mínimos. En total, la mayoría de bares deportivos afirman que, tanto en aforo como facturación, su recaudación es un 60% inferior que los niveles previos a la pandemia. En gran parte por las fuertes restricciones de aforo aún vigentes en muchas comunidades.

Asimismo, el informe de La Liga que los clientes acuden a estos bares por el ambiente y la socialización. No obstante, la pandemia ha trastocado el consumo clásico del fútbol donde, actualmente, muchos aficionados siguen prefiriendo ver los partidos en su casa. Desde el bar La Vienesa en los aledaños al Santiago Bernabéu – estadio del Real Madrid - comentan que las entradas al bar en días de partido son con “cuentagotas”. “Los bares deportivos tenemos que repartirnos los pocos aficionados o turistas que acuden al estadio. Hemos pasado de tener 90.000 clientes potenciales cada fin de semana a 20.000. Las restricciones nos están matando”, explicó José Ramos, encargado del bar madrileño.

Asimismo, desde Valencia, en el bar Splash – local del famoso Manolo “El del Bombo” – explican que el estado de los equipos es algo que también repercute en la propia afición. Situaciones económicas tan delicadas como las que acontece al Valencia C.F se traducen en el interés del aficionado, lo que hace que no siga con el mismo entusiasmo a su equipo. “Apenas hay movimiento. Poco a poco parece ser que la gente se está animando. Sin embargo nuestra facturación ha caído un 60%”, comentó Amparo Ramírez, actual propietaria del local valenciano. Además, las restricciones de aforo han conllevado que bares emblemáticos como el Splash ya ni siquiera contraten el fútbol televisado para sus clientes. “Con la limitación del 50% del aforo no nos podemos pagar los 400 euros mensuales que cuesta televisar el fútbol”, añadió Ramírez.

El impacto de la pandemia reduce la caja de los bares deportivos de 1.200 a 480 euros

Según los datos oficiales de La Liga, un local con fútbol duplica sus ingresos durante el partido en 107%, alcanzado un 146% extra en el post partido. Sin embargo, bares como La Cañada Real Molinón, forofos del Real Sporting de Gijón, también ha visto como su facturación ha caído hasta el 40%. Datos que se traducen en una pérdida en un día de partido aproximada de 750 euros por bar de media en España. Pasaron de ganar 1.226 euros de media en 2019 a 480 euros en 2021 con el aforo limitado.

Asimismo, a pesar de que bares como La Campa de los Ingleses, habitual entre los aficionados del  Athletic Club de Bilbao, hayan recuperado el 75% del aforo, factores como la televisión siguen sin redondear la cifra a los niveles previos a la pandemia. “Los días que el fútbol se da en abierto son fatídicos para negocios como el nuestro. Los aficionados cada vez prefieren ver más el fútbol en casa que en los bares, especialmente cuando el equipo juega fuera de la localidad. Únicamente notamos cierta mejoría cuando la competición se transmite en cadenas de pago”, valoró Javier Gibert, propietario del bar bilbaíno.

Su gran problemática: el ruido 

Asimismo, los días de partido suelen ser jornadas marcadas por el ruido y la euforia. Sin embargo, aunque el volumen de clientes siga sin ser el deseado por estos emprendedores, muchos bares se enfrentan a problemáticas con los propios clubes de fútbol o los vecinos. En este sentido, Amparo Ramírez explicó que medidas como las de derribar el estadio de Mestalla hacía una zona urbanística menos céntrica – cómo ya ha sucedió con el antiguo Vicente Calderón - puede ser la ruina de cientos de negocios que viven alrededor de los estadios deportivos.

 “Los propietarios del club quieren trasladar Mestalla por el ruido que provocan los aficionados en el centro urbano. Sin embargo se están cargando, no sólo la historia y bagaje del propio club, sino que negocios emblemáticos de la ciudad desaparezcan”, valoró Ramírez. “¿Es que el Santiago Bernabéu que está en plena Castellana no hace ruido?, concluyó la propietaria que siente que los clubes deportivos utilizan como excusa el ruido para realizar operaciones económicas sin pensar en el tejido productivo que vive del fútbol.