Cuatro métodos científicamente probados para aumentar tu concentración

Emprender un proyecto o negocio implica una significativa carga de tareas que puede derivar en estrés o pérdida de la capacidad de concentración. Eso puede afectar tarde o temprano al desempeño y hacer mella sobre la obtención de resultados.
Cuatro métodos científicamente probados para aumentar tu concentración

Si bien existen diferentes estrategias de las que como emprendedor puedes echar mano para reducir el estrés, optimizar la productividad, minimizar las distracciones y mejorar el enfoque, estas cuatro no sólo funcionan sino que además están comprobadas científicamente:

1-. Ejercítate

Existen numerosos estudios que confirman y respaldan los efectos beneficiosos del ejercicio, y rara vez los resultados en lo que respecta a este tema no son unánimes. Según un reciente estudio publicado en el British Medical Journal, sesiones de actividad física de 10 a 40 minutos al día resultan en una mejora significativa de la capacidad de concentración y enfoque, especialmente durante las dos o tres horas siguientes al ejercicio.

El ejercicio promueve además una mejora en la calidad del sueño, un incremento de la actividad cerebral gracias al aumento de la irrigación sanguínea y una sensación de bienestar y positivismo resultado de la reducción de las hormonas del estrés (cortisol y adrenalina) y la estimulación de la síntesis y secreción de endorfinas (también llamadas “hormonas de la felicidad”) que resultan de una intensa actividad muscular y cardiorrespiratoria.

Si bien cualquier tipo de ejercicio conlleva beneficios, puedes asesorarte con un entrenador personal para que te prepare un plan de entrenamiento ideal para tu estado físico y así capitalizar los resultados más rápida y eficazmente.

2-. Meditar

La práctica regular de la meditación ayuda a mantener momento a momento la conciencia de nuestros pensamientos, sentimientos y sensaciones, tanto a nivel personal como en nuestra relación con el medio ambiente circundante.

El medio de divulgación científica Consciousness and cognition (Conciencia y cognición) ha publicado un artículo resultante del estudio de los efectos de la meditación sobre la masa cerebral: el estudio encontró que la meditación mejora la cognición, reduce los niveles de estrés, aumenta la capacidad de razonamiento verbal y no verbal e incluso mejora el estado de ánimo.

Cualquier persona que trabaje en un ambiente altamente estimulante o de ritmo rápido sabe que estar centrado, consciente y enfocado es fundamental para navegar con éxito la sobrecarga de la actividad diaria. Y, para lograr esto, nada más efectivo que la práctica regular de ejercicios de meditación.

3-. Haz listas

Esto puede sonar extraño, pero hacer listas es un modo muy eficaz para analizar situaciones, ordenar objetivamente las ideas y priorizar tareas para optimizar el rendimiento de la jornada.

Existen evidencias científicas de que la planificación de tareas a través de listas reduce la carga sobre el cerebro: el experimento más famoso en relación a este tema sigue siendo el que la psicóloga rusa Bluma Zeigarnik realizó en 1927, inspirado en la observación de camareros que sólo podían recordar los detalles de los pedidos que aún no habían sido servidos, pero que perdían cualquier recuerdo de esa información una vez que los pedidos eran entregados.

Esto apoya la noción de que tachar tareas de una lista le permite al cerebro enfocarse mejor en las tareas aún pendientes.

4-. Mantén tu espacio ordenado

Investigadores del Instituto de Neurociencia de la Universidad de Princeton realizaron un experimento sobre los efectos del desorden en el cerebro, en el cual mapearon -gracias a imágenes de resonancia magnética y otras herramientas de medición fisiológica- la respuesta del cerebro a los estímulos procedentes de dos ambientes: uno ordenado y otro muy desorganizado.

Los resultados descubrieron que el desorden disminuye la capacidad del cerebro de enfocarse y procesar información, a la vez que lo vuelve más irritable, menos productivo y con mayor tendencia a la distracción.

Así que ya sabes: meditar, ejercitarte, hacer listas y mantener tu espacio ordenado aumentarán tu capacidad de concentración y por ende tu productividad. Lo dice la ciencia.