Las patronales denuncian las desigualdades entre CCAA que existen para ser transportista autónomo

Para acceder a la profesión de transportista por carretera es necesario, entre otros requisitos, realizar un examen de capacitación. Una prueba que desde el pasado 1 de enero de 2022 debería ser la misma para todos los territorios, tal y como establece el Reglamento de la Ley de Ordenación de los Transportes Terrestres (ROTT), que fue aprobado en 2019. Sin embargo, como denuncian las organizaciones profesionales, no ha sido así y las comunidades autónomas siguen teniendo la potestad para imponer una prueba en base a su criterio, lo que dificulta el acceso de nuevos autónomos a la actividad y acentúa la falta de relevo generacional.

Uno de los grandes cambios que introdujo la entrada en vigor del ROTT fue la re-formulación de los requisitos de acceso al transporte profesional. Por un lado, se estableció que sólo podían acceder las personas que tuvieran bachillerato o una FP de grado medio cuando antes no se exigía éste criterio a nivel formativo. Y, por otro lado, se unificó y digitalizó la realización de la prueba. El presidente de la Federación Española de Transporte Discrecional de Mercancías (Fetransa), Víctor González, explicó que se introdujeron todos estos cambios “con el objetivo de mejorar el futuro de los transportistas profesionales, de los empresarios autónomos, y también con el hito de unificar la dificultad de los exámenes de acceso a la profesión para que no existieran desigualdades entre las CCAA”.

González explicó que esta situación sigue sucediendo actualmente porque no se ha aplicado la normativa, y eso se debe a que la Dirección General Territorial de Transportes en cada Comunidad Autónoma decide el nivel de dificultad del examen. Hay tres niveles: fácil, medio y difícil. “Una libertad para que cada organismo actúe en base a un criterio propio que da como resultado que en unos sitios aprobase el 80% de los que se presentaban, mientras que en otros sitio sólo pasaban la prueba el 25%”.

Por eso, con el nuevo sistema que recoge el Reglamento será “la propia Dirección General del Ministerio de Transporte la que va, a través de unos algoritmos, imponer un examen diferente a todos los alumnos, pero igualando el grado de dificultad en todas las pruebas que se realicen, independientemente del territorio dónde se examine el autónomo […] Además recoge que éstos se harán con ordenador” apuntó el presidente de Fetransa.

La realidad presupuestaria se ha impuesto a la norma

Los transportistas llevan años quejándose de las dificultades de acceso a la profesión y especialmente de las desigualdades que existen entre las CCAA. Por eso, valoraron positivamente la introducción de estos cambios en el examen de capacitación. Sin embargo, y pese a que han pasado tres años desde la aprobación del Reglamento, los autónomos que quieren acceder a la profesión siguen teniendo que enfrentarse a los mismos problemas de antes.

Aunque el ROOT se publicó en el Boletín Oficial del Estado en 2019, la norma establece otra entrada en vigor para los cambios referentes al examen: “téngase en cuenta que los apartados 3, 5, 6, 7, 8, 9 y 10, no serán de aplicación hasta el 1 de enero de 2022, según se establece en la disposición transitoria 5 del citado Real Decreto, en la redacción dada por la disposición final 7 del Real Decreto-ley 26/2020, de 7 de julio”, recoge la normativa.

No obstante, casi dos meses después de la entrada del nuevo año, el examen de capacitación para los autónomos del transporte sigue realizándose bajo las mismas circunstancias que antes. El presidente de Fetransa, Víctor González, cree que la aplicación de la norma “se ha retrasado por una cuestión técnica. Una cosa es escribir una norma, y otra cosa es llevar a cabo su aplicación. Porque para que los exámenes se realicen en una sala y por ordenador, pues tienen que existir las condiciones y las capacidades técnicas para llevarse a cabo. Y todo parece que eso este año aún no va a estar listo”.

Según dijo González los motivos del retraso podrían ser dos. El primero, que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana aún no hubiera desarrollado el algoritmo necesario para imponer los exámenes. Y dos, que las comunidades autónomas no hubiesen destinado un presupuesto para hacer frente a los cambios en el examen de capacitación de los transportistas profesionales que se requieren".

Antiguo examen vs nuevo examen

La unificación de la dificultad de la prueba entre los territorios no es el único cambio que debería haberse producido este 2022 para la realización del examen de acceso al transporte por carretera. Según enumeró el presidente de Fetransa, Víctor González, los principales cambios del examen entre el modelo actual y el que recoge el ROTT son los siguientes:

• Más preguntas

Se cambia el formato del examen y se amplia el número de preguntas que pasa 100 a 200 preguntas tipos test. Según recoge la norma, “la primera prueba consistirá en contestar a 200 preguntas, cada una de las cuales contará con cuatro respuestas alternativas, sobre las materias que integran el programa”.

Y luego también hay una parte práctica en el que el interesado deberá “resolver cuatro supuestos prácticos que requieran aplicar el conocimiento de las materias que integran el programa a casos concretos. A tal efecto, el aspirante, tras realizar los cálculos y valoraciones precisos, deberá elegir entre ocho respuestas alternativas en cada uno de los supuestos”.

• Más oportunidades para presentarse al examen

Bajo el anterior sistema y el que se sigue utilizando actualmente, las comunidades autónomas son las encargadas de decidir cuándo quieren realizar el examen, para ello realizan una convocatoria. Aquí se producen importantes discrepancias entre regiones, pues mientras que hay regiones como la Comunidad de Madrid o la Comunidad Valenciana, que suelen lanzar dos convocatorias al año. Hay otras regiones que convocan una e, incluso, ni eso. Cataluña, por ejemplo, para este año no va a hacer ninguna.

Con el ROOTT esto “se mejora y los aspirantes comunican a la Administración su intención de presentarse al examen y será a partir de este aviso cuando la Comunidad les dará cita para hacer el examen. Es decir, habrá más oportunidades para presentarse al examen”.

• Es necesario tener bachillerato

El Reglamento recoge que sólo podrán presentarse al examen, las personas que tengan el siguiente nivel formativo:

• Título de Bachiller o equivalente.
• Título de Técnico, acreditativo de haber superado las enseñanzas de una formación profesional de grado medio, sea cual fuere la profesión a que se encuentre referido.
• Título de Técnico Superior, acreditativo de haber superado las enseñanzas de una formación profesional de grado superior, sea cual fuere la profesión a que se encuentre referido.
• Cualquier título acreditativo de haber superado unas enseñanzas universitarias de grado o postgrado.

Se trata de una exigencia formativa que antes no existía. Para González es muy importante porque con ellos “se va a mejorar el futuro de los transportistas profesionales y, por tanto, el nivel de conocimiento de los empresarios autónomos”.

En este sentido, cabe destacar que aunque la unificación del examen de capacitación aún no se ha producido, a pesar de que lo recoge la norma. Sí que están en vigor esta novedad y todos los autónomos que quieran dedicarse al transporte deberán tener bachillerato o cualquier titulación equivalente.

Se acentúa la falta de relevo general

La falta de unificación a nivel territorial para que los trabajadores por cuenta propia puedan acceder a la profesión tiene como consecuencia directa la falta de relevo general de la profesión. Uno de los grandes y más graves problemas de la actividad en estos momentos

El presidente de la Federación Española de Transporte Discrecional de Mercancías (Fetransa), Víctor González, comentó que las empresas de transporte están teniendo problemas para encontrar nuevos conductores pese a que la demanda de sus servicios no deja de crecer, éstas no encuentran jóvenes que quieran conducir un camión y las desigualdades de acceso que hay entre regiones no ayudan a paliar este problema.

“Mientras que se tenga esta tipología de examen vamos a seguir arrastrando el mismo problema de siempre” puntualizó González. Quien espera que la Administración no tarde mucho más en aplicar un cambio debería estar ya funcionando.