Además de sus tarifas, deben contar con los costes y gastos asociados

¿Cómo calculo el precio de un servicio? Lo que tienen que tener en cuenta los autónomos profesionales

A menudo, los autónomos profesionales olvidan incluir en los presupuestos que envían a sus clientes costes como el desplazamiento, los aparcamientos, el alojamiento,...que no suelen ser fácil deducirlos en Hacienda.

¿Qué tienen que tener en cuenta los autónomos antes de calcular el precio de sus servicios?
¿Cómo calculo el precio de un servicio? Lo que tienen que tener en cuenta los autónomos profesionales

Un error frecuente entre muchos autónomos profesionales es calcular la factura que cobrarán a un cliente sin pararse a pensar en los gastos que tendrán que asumir para poder cumplir con el servicio. Gastos además de difícil justificación en la mayoría de los casos ante Hacienda. Por ejemplo, en caso de tener que desplazarse, o alojarse en un hotel, o el coste de oportunidad que supone realizar un trabajo en lugar de otro.

En ocasiones, algunos de estos gastos pueden incluirse en las facturas como suplidos o gastos reembolsables. Sin embargo, tal y como constataron a este diario fuentes especializadas, la Agencia Tributaria también puede rechazar las deducciones de algunos de estos gastos, sobre todo aquellos que los autónomos tienen más dificultad de justificar.

Ante esta situación, otra opción para los profesionales es calcular los gastos a los que tendrán que hacer frente durante el servicio y añadirlos a la tarifa que cobrarán por realizar el trabajo sin necesidad de desglosarlos como gastos reembolsables. Según explicó Alberto Ara, abogado especializado en estas cuestiones, es una práctica habitual entre los autónomos de profesiones liberales. Más aún, después de la eliminación de la limitación de tarifas en actividades como la abogacía.

Según explicaron los expertos consultados por este medio, los gastos que conviene tener en cuenta antes de fijar el precio de un servicio son los desplazamientos, las dietas y alojamientos o, en muchos casos, el coste de estacionar el vehículo en una zona restringida o de pago en las ciudades. Además, una de las cuestiones que suelen pasar desapercibidas es el coste de oportunidad que supone realizar un trabajo para un cliente.

Estos son los factores a tener en cuenta antes de fijar el precio final de un servicio

Tal y como enumeró Alberto Ara, antes de fijar el precio por un servicio realizado a un cliente, conviene tener en cuenta una serie de gastos que podrían darse, dependiendo del caso: por ejemplo, los desplazamientos, las dietas o los alojamientos, en caso de tener que desplazarse de una ciudad a otra para realizar el trabajo.

Además, “es muy importante que se tenga en cuenta el coste de oportunidad. Es decir, lo que dejas de percibir por acudir a realizar este servicio. Si trabajas en un sitio, dejas de poder trabajar en otro”, valoró el abogado.

Para explicarlo, puso el ejemplo de un autónomo que acude a un domicilio a revisar una lavadora, percibiendo 50 euros por unos minutos de trabajo. “La realidad es que, al acudir allí, igual ha perdido la oportunidad de estar haciendo una reparación en otro sitio. No es sólo lo que cuesta el desplazamiento, sino lo que se deja de percibir”, explicó Alberto Ara a este medio.

En paralelo, el abogado identificó otro de los factores que los autónomos no suelen tener en cuenta cuando presupuestan el precio de un servicio para sus clientes. “No hay que olvidar los desplazamientos dentro de las mismas localidades. Tras la entrada en vigor de las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE), en muchas ciudades es necesario pagar un aparcamiento o una tasa para poder pasar por algunas zonas donde el autónomo desarrolla su trabajo. Este tipo de cuestiones hay que tenerlas muy en cuenta, ya que a menudo no se consideran al presupuestar los gastos”, valoró Alberto Ara.

¿Mejor sumarlo al total o desglosarlo en la factura como un gasto reembolsable?

Después de repasar y establecer con certeza la cantidad de costes que el autónomo tendrá que asumir al realizar un servicio para cada cliente, éste deberá sumarlo a la tarifa habitual que cobra por cumplir con el encargo. Es decir, a las ganancias que espera obtener por realizar la tarea.

Tal y como explicó Alberto Ara, esto podrá hacerse estableciendo el precio definitivo del servicio, o bien desglosando los gastos en forma de gastos reembolsables, si el autónomo decide adelantar, por ejemplo, sus billetes de tren o los hoteles. Las fórmulas para hacerlo son diferentes:

  • Estableciendo el precio definitivo del servicio

La primera opción consiste en sumar a la tarifa habitual todos los gastos que el autónomo prevé tener durante el desempeñó del encargo. Incluyendo, por supuesto, el coste de oportunidad por realizar ese trabajo en concreto y tener que rechazar otras propuestas.

Alberto Ara puso el ejemplo de un abogado que cobra, habitualmente, 200 euros por celebrar un juicio. “Si se tiene que desplazar a otra ciudad, deberá añadir el coste de transporte. Por ejemplo, lo que cueste la gasolina, 100 euros. Además, debería tener en cuenta otra cantidad, que se sumaría por el coste de oportunidad de tener que abandonar el despacho durante un día y, por tanto, dejar de atender a otros clientes. Si fueran otros 100 euros, debería presupuestar 400 euros al cliente por celebrar ese juicio”, explicó.

Se trata de una cuestión sencilla, teniendo en cuenta que, desde hace unos años, las profesiones liberales han eliminado las tarifas máximas y mínimas, tras la decisión del Tribunal de Defensa de la Competencia. “Por tanto, hay libertad de honorarios. De hecho, las tarifas que establece el Colegio de Abogados son orientativas y sólo para la transacción de costas”, indicó Alberto Ara.

  • Añadiéndolos a la factura como gastos reembolsables

Otra opción para los autónomos profesionales después de calcular los gastos asociados a un servicio concreto es adelantarlos de su bolsillo y, posteriormente, incluirlos en la factura como gastos reembolsables. Por ejemplo, reservando sus propios billetes de tren o noches de hotel.

Estos gastos, como cualquier otro asociado a su actividad, son deducibles en el IVA. Sin embargo, “Hacienda suele poner pegas a todo casi siempre, por lo que puede ser más conveniente, en ocasiones, no desglosar estos gastos. Aunque, en teoría, si se desglosan con el IVA correspondiente no tiene por qué haber ningún problema”, concluyó a este diario Alberto Ara.