El 60% de los transportistas desconoce los cambios en sus tacógrafos y el 40% suspende en digitalización

Según los últimos datos facilitados por la Asociació General d´Autònoms-Pimes Transportistes de Catalunya (AGTC), los transportistas de la región siguen desconociendo las distintas ayudas a la digitalización, y la inminente obligatoriedad del tacógrafo inteligente. En concreto, según la asociación, más del 40% aún no ha solicitado el Kit Digital y más de un 60% no sabe que dentro de pocas semanas será obligatorio disponer del tacógrafo de segunda generación.

Si bien es cierto que la información aportada hace referencia únicamente a los transportistas catalanes, estos datos podrían perfectamente extrapolarse al resto de España. En este contexto, según señalaron desde la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer), las “preocupantes” conclusiones del estudio “hacen necesario” que las administraciones públicas lleven a cabo “un esfuerzo aún mayor” de difusión.

Hay que seguir insistiendo en la digitalización del transporte

El Observatorio Permanente de la Digitalización del Transporte Catalán, constituido el pasado año por la Asociación General d’Autònoms-Pimes Transportistes de Catalunya (AGTC), que cuenta con el apoyo de la Fundación Quijote para el Transporte y que está federada en Fenadismer, ha analizado y cuantificado los avances del sector en materia digital.

Así, la asociación ha publicado los datos de la última encuesta, realizada en junio de 2023 a más de un centenar de empresas y negocios transportistas de mercancías por carretera cuyo domicilio fiscal se establece en la Comunidad Autónoma de Cataluña.

En general, explicaron desde AGTC, “los resultados obtenidos evidencian que el proceso de digitalización de las pymes y autónomos del sector no está consolidado”. Según el Observatorio, el 37% de los autónomos y empresas del sector no ha implementado todavía ningún tipo de solución de digitalización, y el 40% sólo ha implantado una solución.

“Se puede decir que apenas el 20% de las pymes catalanas del transporte alcanzan un nivel aprobado en digitalización, ya que han implementado, al menos, dos soluciones digitales”, explicaron desde la asociación catalana.

Concretamente, tal y como se desprende del estudio, únicamente el 58% conoce la existencia del programa Kit Digital, una medida dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital que lleva más de un año generando interés entre los autónomos y empresas de España.

Sin embargo, según los datos facilitados, sólo el 10% de los transportistas catalanes han presentado solicitudes de ayuda, pese al tiempo en que llevan abiertas las convocatorias de acceso. De las soluciones que subvenciona dicho programa, las que más interés suscitan entre el colectivo son la factura electrónica y la presencia en internet.

Esta ayuda estatal no es la única que no ha terminado de llegar a los autónomos del transporte de Cataluña, ya que tampoco lo ha hecho el Programa de Modernización del Transporte que gestiona la Generalitat.

Según el estudio, el grado de conocimiento de este programa, en vigor desde hace más de un mes, no llega ni al 50%, y “prácticamente no se han presentado solicitudes”. En este caso, de las soluciones que están subvencionadas, las que más interés suscitan son el tacógrafo inteligente -pese a su desconocimiento- y el documento electrónico del transporte.

La mayoría de los transportistas catalanes desconocen la obligatoriedad del nuevo tacógrafo inteligente

El Reglamento de Ejecución (UE) 2023/980 de la Comisión Europea establece un nuevo coste para la actividad de los transportistas: el tacógrafo inteligente de segunda generación. Como consecuencia de esta normativa, cualquier transportista autónomo que quiera operar fuera de las fronteras españolas deberá contar con esta tecnología antes de que finalice 2025. 

Concretamente, el próximo 21 de agosto de 2023 dará comienzo el periodo transitorio para que todos los transportistas que salgan de las fronteras instalen en sus vehículos el nuevo tacógrafo, que contará con geolocalización inteligente.

En el caso de que ya cuenten con un tacógrafo inteligente, en este caso de primera generación, estarán obligados a renovar dicha herramienta. Si un trabajador por cuenta propia del sector quiere hacerse con un nuevo vehículo en 2023, será obligatorio que cuente ya con esta tecnología, concretamente a partir del próximo 23 de agosto.

Sin embargo, uno de los datos más relevantes que se desprende del estudio es que la mayoría de las pequeñas y medianas empresas transportistas catalanas “desconoce que en breve será obligatorio el tacógrafo inteligente de segunda generación si realizan transporte internacional”. En concreto, el 60% de los autónomos y negocios del sector no maneja esta información.

La inminente obligatoriedad del tacógrafo inteligente no es la única herramienta desconocida por el colectivo, ya que el 69% no sabe sobre la factura electrónica y el 75% no sabe sobre el documento electrónico del transporte.

Los transportistas solicitan a las administraciones una “mayor difusión” de las ayudas

Según destacaron desde la asociación, asimismo, “es preocupante el bajo porcentaje de pequeñas y medianas empresas del transporte que conocen las ayudas de las distintas administraciones para impulsar la digitalización en las pymes”.

Aunque el informe presentado por AGTC recoge información sobre las empresas y autónomos del transporte que desarrollan su actividad en la Comunidad Autónoma de Cataluña, los datos podrían extrapolarse al resto de España, ya que podrían ser un reflejo de lo que sucedería en el sector.

Según denunciaron desde la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer), las conclusiones del observatorio “son preocupantes”, ya que muestran “el escaso grado de conocimiento de las ayudas a la digitalización que tanto el Gobierno central como las Comunidades Autónomas ponen a disposición de las empresas transportistas”.

Dichas conclusiones, afirmaron, “hacen necesario llevar a cabo un esfuerzo aún mayor de difusión por parte tanto de las propias administraciones públicas como de las asociaciones”, algo con lo que podría lograrse “que el mayor número posible de transportistas puedan acogerse a las mismas en aras de adaptar su actividad empresarial a los nuevos retos tecnológicos y digitales a los que se enfrentan”. Así, concluyeron, se podría lograr “una mayor eficiencia en la prestación de los servicios de transporte”.