¿Qué ha pasado con los autónomos afectados por el volcán de La Palma?: Las ayudas han sido insuficientes

El pasado martes, el Consejo de Ministros decidió prolongar hasta el próximo 31 de diciembre las medidas de apoyo a la reconstrucción de la isla de la Palma, un paquete de ayudas que incluye actuaciones específicas para los autónomos y empresas afectados por la erupción del volcán Cumbre Vieja.

Sin embargo, y aunque las medidas han sido “de ayuda” para los autónomos y sus empleados muchos de ellos siguen sin poder volver a su casas o recuperar su actividad. Algunos podrán hacerlo cuando se solucione el problema causado por los gases tóxicos, pero otros no podrán, ya que la lava sepultó casas, comercios, restaurantes y supermercados. “Es necesario ir un paso más allá y dar una alternativa a aquellos negocios que han sido sepultados por la lava y que, por tanto, la única opción que tienen es empezar una nueva vida alejada de esa zona”.

"Muchos han perdido su vivienda y su negocio, y lo único que quieren es volver a una realidad parecida a la que tenían antes de que el Cumbre Vieja irrumpiera con fuerza en sus vidas". Así lo explicó a este diario el presidente de la Federación de Empresarios de La Palma (Fedepalma), David Fuentes, quien aseguró que los autónomos más afectados por la lava volcánica “están esperando y, simplemente, piden que se tomen medidas a largo plazo que les permita tener una nueva oportunidad”. En estos momentos, aseguró, “todo va demasiado despacio”.

Las medidas seguirán vigentes hasta finales de 2023

A falta de poco más de dos meses para que se cumpla el segundo aniversario de la erupción volcánica de La Palma, el Consejo de Ministros ha anunciado la prolongación de las medidas destinadas a reconstruir esta isla canaria, también conocida como “la Isla Bonita”. Tras la decisión del Gobierno, este paquete de ayudas, que finalizaba el próximo 30 de junio, permanecerá activo seis meses más, hasta el 31 de diciembre de 2023.

Además de la ampliación de los ERTE por impedimento o limitación, las empresas afectadas por el volcán podrán seguir beneficiándose de exoneración de hasta el 100% de las cotizaciones sociales en el caso de ver totalmente impedida su actividad y de hasta el 90% en el caso de limitación de la actividad.

Asimismo, según anunció el Gobierno, se extiende también hasta final de año la ampliación de las medidas de carácter extraordinario para los trabajadores autónomos afectados. Estas ayudas se dividen en tres, en función de cómo afectase la erupción a su actividad:

• Prestación por cese de actividad para los autónomos que se vean obligados a parar su actividad como consecuencia directa de la erupción
• Prestación extraordinaria para autónomos afectados por una suspensión temporal de la actividad debido a los daños ocasionados por la erupción.
• Prestación extraordinaria para autónomos que vean afectadas sus actividades debido a los daños ocasionados por la erupción

El presidente de Fedepalma destacó que desde la federación, además, se ha solicitado “que se de a los autónomos facilidades para formación y facilidades para que, si en un momento dado una persona se quiere cambiar de actividad, tenga apoyo para realizar ese cambio”.

El Gobierno debería hacer una distinción entre los propios negocios afectados

Cerca de 2.500 trabajadores por cuenta propia vieron en septiembre de 2021 cómo sus negocios se paralizaban completamente por la erupción del volcán. Muchos de ellos, a día de hoy, siguen sin poder volver a su casas o recuperar su actividad. Algunos podrán hacerlo cuando se solucione el problema causado por los gases tóxicos, pero otros no podrán, ya que la lava sepultó casas, comercios, restaurantes y supermercados.

Según explicó a este diario el presidente de la Federación de Empresarios de La Palma (Fedepalma), David Fuentes, a la hora de hablar de las medidas del Gobierno y de lo que se le pide al mismo, “es importante hacer una distinción entre aquellos negocios arrasados por la lava y aquellos que están en pie pero que no pueden abrir todavía a causa de la toxicidad del aire que les rodea”.

Para los que son “grandes afectados”, es decir, los negocios que se encuentran en la zona excluida (Puerto Naos y La Bombilla), destacó Fuentes, “las medidas sí han sido muy beneficiosas, ya que ahora mismo no pueden desempeñar su actividad de ninguna manera”.

El problema, sentenció, es que no se ve perspectiva de futuro. “Los autónomos y pequeñas empresas de esas zonas de La Palma llevan sin poder trabajar casi dos años, y ya se les está haciendo cuesta arriba. Evidentemente las ayudas de ERTE, de IVA y demás son de agradecer y han sido positivas, pero ellos, al final, lo único que quieren es poder trabajar”, explicó.

Por ello, añadió el presidente de Fedepalma, “es necesario hacer una política clara” en la que de verdad se distinga entre qué negocios pueden subsistir y cuáles no van a poder hacerlo. Por ejemplo, explicó, “no es lo mismo tener una estructura hotelera que haya sido arrasada por el volcán que tener un negocio que está en buenas condiciones pero que no puede abrir por temas de imposibilidad causados por los gases venenosos”.

En el caso de estos últimos, “tan pronto como se solucionasen los problemas de gases, podrían automáticamente reabrir”. Sin embargo, en el caso de aquellos negocios que fueron arrasados por la lava, “sabemos perfectamente que en un corto o medio plazo no se podrá reabrir”. Por ello, destacó, “hay que dar medidas a ese autónomo, para que pueda cambiar su actividad o pueda invertir para mantener su actividad en otro sitio”.

“Los autónomos quieren seguir trabajando y desarrollar su actividad”

Los casi 2.500 autónomos que se vieron afectados por la erupción del volcán en La Palma tienen nombres y apellidos. Tienen familia, hijos y una vida que mantener. Muchos han perdido su vivienda y su negocio, y lo único que quieren es volver a una realidad parecida a la que tenían antes de que el Cumbre Vieja irrumpiera con fuerza en sus vidas.

“Al final, lo que ellos quieren es seguir como estaban antes, trabajando y desarrollando su actividad”, explicó David Fuentes. Lamentablemente, añadió, “somos conscientes de que hay personas que no van a poder. Está bien que se paguen ERTES o que se mantengan las ayudas de cotización, pero hay que tomar medidas urgentes para esos negocios que no van a volver abrir, y sabemos que no van a volver a abrir porque ya no existen. Sabemos perfectamente que los empleados no van a poder trabajar más ahí, y que la única opción que tienen esos autónomos es empezar de cero en otra parte”.

Así, sentenció el presidente de Fedepalma, “hay que poner medidas para que los que ya no tienen opción puedan decir ‘hasta aquí’ y cerrar definitivamente, y que los trabajadores en ERTE puedan, por fin, trabajar en otros sitios y no se encuentren con el temor de perder la prestación o la antigüedad que habían generado. Hay que normalizar la situación de todas estas personas”.

“Los autónomos están esperando, hay que pensar en el futuro”

Según destacó Fuentes, los autónomos afectados por el volcán están esperando. Ellos, explicó, “simplemente piden medidas a largo plazo para conseguir tener una nueva oportunidad”. Sin embargo, sentenció, en estos momentos todo va demasiado despacio. Ahora mismo, por ejemplo, “se están empezando a tomar decisiones con respecto a la agricultura, para que se puedan ocupar los laterales de la lava. Hace unos días se dio la primera autorización a un agricultor. Imagínate cuando hablemos de construir alrededor de la lava”, destacó.

De hecho, la situación va tan despacio, que, para subsistir, muchos trabajadores por cuenta propia se han visto obligados a pedir ayuda, pero no al Gobierno, sino a familiares y amigos. Es el caso de Jessica, quien explicó a este diario que el volcán se llevó su negocio por completo pero, pese a ello, resistió.

“A los tres meses abrí de nuevo mi negocio. No fue gracias a las administraciones, fue gracias a mis ahorros, a las colaboraciones de otros autónomos y a un nuevo préstamo. Las ayudas fueron totalmente insuficientes. Cuando aún no había terminado de pagar el primer préstamo tuve que meterme en otro para seguir trabajando y no volverme loca. Nadie te va a perdonar las deudas que tengas por un volcán”, explicó la autónoma.

Según el presidente de Fedepalma, “simplemente hay que pensar en el futuro y llevarlo a la realidad. Hay que pensar en medidas específicas para esos negocios que ya no tienen nada”.