Los autónomos ven inviable convertir sus negocios en centros de recarga

¿Cuál será el futuro de las gasolineras cuando en 10 años se prohíban los vehículos de gasolina o diésel?

Tras el veto a la venta de vehículos contaminantes en 2035, los gasolineros, muchos de ellos autónomos, ven imposible rentabilizar sus negocios si los convierten en centros de recarga eléctricos.
Los autónomos gasolineros apuestan por los combustibles ecológicos frente a la transición eléctrica.
Los autónomos gasolineros apuestan por los combustibles ecológicos frente a la transición eléctrica.
¿Cuál será el futuro de las gasolineras cuando en 10 años se prohíban los vehículos de gasolina o diésel?

Casi nadie se ha preguntado qué pasará con las gasolineras cuando se prohíba la venta de vehículos que consumen carburantes fósiles. ¿Podrán hacer una transición hacia la instalación de puntos de recarga eléctrica? Tras la aprobación, el pasado 14 de febrero, del veto a la venta de vehículos de combustión con emisiones de carbono a partir del 2035 por parte del Parlamento Europeo, son miles los autónomos que comienzan a reflexionar sobre  la manera de adaptar sus negocios a las nuevas regulaciones. Transportistas, taxistas o comerciales ya están pensando en el futuro. Pero también los gasolineros, miles de ellos autónomos, se lo están planteando y piensan que podría peligrar sus negocios en los próximos años porque no les salen los números.  

La decisión del Parlamento Europeo, sin embargo, no ha sentado bien en todos los países europeos. En este sentido, Francia, Italia o Alemania ya han anunciado que no ratificarán el acuerdo en el Consejo Europeo, mientras que otros, como Suecia, alertaron sobre la necesidad de eliminar los combustibles fósiles, pero de una forma que permita a autónomos, negocios y particulares asumir los costes. “Necesitamos todas las soluciones y dejar que los mecanismos del mercado desarrollen alternativas más rentables”, destacó la ministra sueca de Energía, Ebba Busch, en este sentido. 

Ante esta situación, los autónomos gasolineros consideraron que “aún queda mucha tela que cortar”, y alertaron sobre el riesgo que puede suponer para sus negocios una transición hacia los vehículos 100% eléctricos durante la próxima década. Los puntos de recarga aún están lejos de ser rentables, mientras que la inseguridad jurídica está dificultando el desarrollo de combustibles de cero emisiones alternativos, una cuestión que, según ellos mismos, perjudica a los autónomos y negocios más pequeños del sector. 

Los gasolineros ven inviable una reconversión de sus negocios a centros de carga para vehículos eléctricos 

Los autónomos del sector ven inviable una reconversión de sus negocios a centros de carga para vehículos eléctricos. Tal y como explicaron a este medio, la baja rentabilidad de estas infraestructuras y las elevadas inversiones que requieren, sumadas a la ausencia de ayudas públicas para sus negocios, hacen imposible un futuro 100% eléctrico. Sobre todo, para los trabajadores por cuenta propia más pequeños.  

En este sentido, desde la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio han elaborado un estudio, que presentarán pronto al Congreso de los Diputados, en el que se evidencia esta problemática a la que se enfrentan miles de autónomos. “La instalación de un punto de recarga en una estación de servicio no es rentable ni siquiera once años después de su puesta en funcionamiento”, explicó a este diario Nacho Rabadán. 

Culpa importante de ello tiene la propia idiosincrasia del mercado del vehículo eléctrico. “La mayoría se recargan en los domicilios de sus propietarios, con instalaciones en las plazas de garaje, o en centros comerciales, por lo que es evidente que no compensa invertir hasta 180.000 euros en un punto de recarga en una estación de servicio para realizar dos servicios al mes”, explicó el presidente de Avecar. 

Además, “corremos un riesgo de promoción de la competencia, porque el 70% de las estaciones de servicio en España están a cargo de trabajadores por cuenta propia y pymes. Si al pequeño autónomo no le es rentable, las grandes compañías serán quienes hagan las inversiones y copen en el mercado”, alertaron desde la CEEES. 

Ante estos riesgos, y aunque reconocieron que deberán adaptar sus negocios durante los próximos años, los autónomos gasolineros reclaman más ayudas e inversión pública en este tipo de infraestructuras. “La cuestión es que, a día de hoy, estas inversiones no son en absoluto rentables. La Administración tendrá que ver que, si esto es un beneficio para toda la sociedad, se tendrá que financiar vía Presupuestos Generales del Estado (PGE). Si no, los pequeños autónomos y emprendedores de nuestro sector no van a poder realizar estas inversiones porque son completamente ruinosas”, concluyó Nacho Rabadán a este medio. 

Los autónomos gasolineros defienden la descarbonización, pero apuestan por la neutralidad tecnológica 

Teniendo en cuenta las reacciones de algunos de los países más importantes de la Unión Europea, “nuestra visión es que no será el final del motor de combustión, si no que se deben desarrollar otros combustibles de cero emisiones”, valoró a este diario Nacho Rabadán, director general de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES). 

“Hay que recordar que los motores de combustión no contaminan per se, sino que son los combustibles que llevan. El Gobierno y otros actores están confundiendo descarbonización con electrificación. Ya se están desarrollando ecocombustibles cuyas emisiones netas son cero, como se pretende en la Unión Europea”, explicó, de la misma forma, Víctor García Nebreda, presidente de la Agrupación Española de Vendedores al por menor de Carburantes y Combustibles (Aevecar). 

Así, aunque reconoció que desde el sector “estamos a favor de la descarbonización y lograr una movilidad más sostenible”, Nacho Rabadán se mostró contrario a la apuesta por la electricidad como única alternativa. “Pedimos neutralidad tecnológica. Con lo que no estamos de acuerdo es con llegar a soluciones que primen una energía sobre todas las demás, como parece que ocurre en algunos casos con la eléctrica. Hay que ver las emisiones de carbono y el impacto real de cada combustible”, valoró. 

En este sentido, el director general de la CEEES recordó que, el año pasado, más del 57% de la electricidad que se produjo en España provino de fuentes de energía no renovables. “Si todos los vehículos fueran eléctricos, ¿estaríamos ayudando a descarbonizar la movilidad? Me temo que no, por lo que es un tema a solucionar. Tiene que haber un dimensionamiento adecuado y, cuando esto esté solucionado, podremos comenzar a hablar”, explicó. 

España podría convertirse en una potencia mundial en fabricación de combustibles limpios diferentes a la energía eléctrica

Los combustibles sintéticos de cero emisiones son una de las apuestas de los autónomos gasolineros. A pesar de ello, desde las organizaciones sectoriales reconocen que las grandes operadoras, como Cepsa o Repsol, no acometerán las grandes inversiones que suponen sin una cierta seguridad jurídica durante los próximos años.  

“Están trabajando en la producción de combustibles sintéticos, y están haciendo proyectos piloto, pero casi todos enfocados a la aviación”, explicó Nacho Rabadán. “Ahora bien, necesitan una seguridad jurídica, porque hablamos de inversiones muy cuantiosas, de reconvertir todas sus refinerías, y para eso tienen que tener la certeza de que luego van a poder comercializar estos productos”, explicó.  

La fabricación de combustibles no contaminantes podría ser, incluso, una interesante oportunidad para España. En este sentido, Víctor García Nebreda explicó que “muchos de estos combustibles se producen mediante residuos agrícolas y ganaderos. Este factor, ligado a que somos una potencia en el sector de las refinerías, podría convertirnos en un exportador más que un importador”, valoró a este medio el presidente de Aevecar. 

De momento, los costes de estos combustibles de emisión neutra de carbono son mucho mayores que los tradicionales, y no aportar esta seguridad jurídica podría suponer la paralización de las inversiones, tal y como alertaron los propios gasolineros. “Esto es un problema, porque no todos los coches van a poder ser eléctricos en 2035, ni siquiera en 2050. La realidad es que vamos a tener que utilizar combustibles sintéticos. Si no los producimos en España o en Europa, tendremos que importarlos, como está ocurriendo ahora mismo con los tradicionales”, explicó, en este sentido, el director general del CEEES.