El sector de la construcción revela que dejan desiertas las licitaciones públicas por los bajos precios
Más de 1.000 ofertas de obra pública se cerraron sin solicitantes en los últimos meses. Así lo constataron a este medio desde la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), achacando este fenómeno al aumento de los costes que los autónomos y negocios del sector siguen sufriendo, ligado a unos importes que no sirven, en muchos casos, ni para cubrir los gastos.
Así, según los datos de CNC, durante el año pasado quedaron sin concesión obras públicas por un importe superior a los 800 millones de euros. Sólo en el primer trimestre de 2023, el número de licitaciones desiertas fue 318, por un valor aproximado de 190 millones de euros. Tal y como explicó la patronal del sector, este problema es especialmente acusado en el caso de los contratos que ofrecen los ayuntamientos.
Además, el bajo importe de las licitaciones de obra pública es un problema que estaría afectando, de manera especial, a los pequeños negocios y autónomos del sector, muchos de los cuales están viviendo un momento complicado. Según los últimos datos de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), en abril de este año 404.850 trabajaron por cuenta propia en el sector.
Ante esta situación, los profesionales de la construcción reclamaron una revisión de precios desde las administraciones, así como la puesta en marcha de mecanismos que permitan revisar los precios durante su ejecución, dependiendo de si los costes para los negocios suben o bajan por causas inesperadas, como lo fue en su momento la guerra de Ucrania o la pandemia.
Los negocios de la construcción se niegan a trabajar a pérdidas
En total, alrededor de 1.100 licitaciones de obras públicas quedaron desiertas –sin ningún negocio postulado como candidato- entre enero del año pasado y marzo de 2023. Para Mariano Sanz, secretario general de la Confederación Nacional de la Construcción (CNC), la principal causa de este fenómeno es el escaso importe de las ofertas, ligado a un crecimiento de los costes que, a pesar de moderarse, sigue siendo elevado. En este sentido, la inflación subyacente, que excluye los precios de los alimentos no elaborados o la energía, se situó en el 6,1% en mayo.
“El mayor problema es la subida de los precios, que no ha ido acompañada de una actualización de los precios en la calle. Ahora nos cuesta todo mucho más”, valoró a este diario el secretario general de la patronal de la construcción.
Tal y como explicó Mariano Sanz, “ahora, a pesar de haber más actividad, siguen apareciendo obras que, como no entran en precio, están quedando desiertas. Se trata de un problema del que veníamos avisando desde hace 15 meses. Las empresas parten ya de unos números con unos costes muy superiores, que ya conocen porque lo han vivido, no como ocurrió en etapas anteriores. Sin embargo, siguen quedando obras desiertas porque no merece la pena trabajar a pérdidas”, afirmó.
El gran número de licitaciones desiertas se ha producido a pesar del real decreto aprobado por el Gobierno hace unos meses, que ya ha vencido después de no haber sido demasiado útil para los negocios más pequeños y los autónomos. “Sólo ha podido beneficiar a un número de obras, las de mayor duración, a partir de nueve meses. Este tipo de proyectos tienen un presupuesto bastante importante y, por tanto, los concursos son ganados por las empresas más grandes”, explicó el secretario general de la CNC.
Además, la mayoría de las licitaciones que quedan desiertas se producen en los ayuntamientos y entidades locales, donde más trabajadores por cuenta propia y pymes se presentan a los concursos. Tal y como explicó a este diario Mariano Sanz, los consistorios “no se adhirieron al real decreto, que contenía una cláusula que hablaba del silencio negativo. Es decir, al enviar la propuesta, si no te contestaban en un mes, significaba que la estaban denegando, que han hecho en muchos casos.”
Tal y como recalcaron desde la Confederación Nacional de la Construcción, estas ofertas de obra pública no han actualizado sus precios a la subida de los costes que ha repercutido en los negocios durante los últimos meses. “Hay proyectos con precios totalmente desfasados, y las empresas no están dispuestas a licitar a sabiendas de que van a perder dinero ejecutándolos”, afirmó Mariano Sanz en este sentido.
Reclaman una actualización de precios y un sistema de revisión dinámico en función de la inflación
Ante esta situación, los negocios de la construcción reclamaron una actualización de los precios que las administraciones hacen en sus licitaciones, muchos de los cuales son inasumibles para los trabajadores por cuenta propia y las pymes. Más aún, teniendo en cuenta que “alrededor del 70% de la facturación nacional del sector es producido por estas empresas. De las 130.000 censadas, sólo 2.000 tienen más de 10 asalariados”, explicó Mariano Sanz.
“Cuando uno contrata, asume unos riesgos. Mientras éstos sean controlables, no pasa nada. Lo que nosotros decimos es que, si por causas ajenas tanto a las administraciones como a los negocios, los precios se disparan, por ejemplo, los de la energía, pedimos que se aplique un método de revisión de precios.”
Tal y como puntualizó el secretario general de la CNC, “esta cláusula es necesario decir que funciona en los dos sentidos. Cuando tú estás sometido a ésta, si los costes suben, tú puedes cobrar algo más para intentar recuperar lo que estás perdiendo; pero, cuando bajan, también te baja el precio. Además, son datos muy fiables, porque para calcularlo utilizamos tanto las fórmulas como los índices que ha diseñado la propia Administración”, explicó.
Según afirmó la patronal de la construcción, si este método de reequilibrio de precios se aplicara, “los fenómenos adyacentes que están ocurriendo, como la existencia de licitaciones desiertas o la paralización de algunas obras porque los costes son inasumibles desaparecerán por sí mismos”, concluyó Mariano Sanz a este diario.