Los economistas elevan sus previsiones de inflación para este año y bajan las estimaciones del consumo
La subida del precio del petróleo en los últimos meses es el principal motivo por el que los economistas consideran que los precios crecerán este año cinco décimas más de lo esperado, hasta el 3,5% de media.
Los economistas han revisado sus previsiones de inflación media para este año, situando esta tasa en el 3,5%. Así lo han recogido en su último Observatorio Financiero y Claves Económicas del Consejo General de Economistas (CGE), donde se muestran otros indicadores que anticipan una caída del consumo durante el último trimestre del 2023, así como a una ralentización de la actividad industrial.
Según explicaron desde el CGE, las tasas de inflación continúan moderándose, así como las tasas subyacentes. En España, el diferencial con la Eurozona se ha estrechado hasta 1,1 puntos, “lo que resta competitividad a nuestra economía, muy condicionada por el incremento del precio de petróleo. A este incremento hay que añadirle el efecto que está teniendo la revalorización del dólar en el mes de septiembre, divisa en la que se realizan las transacciones, y su repercusión en el IPC”. Ante estos factores, los economistas han revisado al alza en cinco décimas la previsión de incremento del IPC medio a final de año hasta el 3,5%.
En términos de empleo, el Observatorio Financiero del CGE mostró cómo, durante el último año, la creación de empleo estuvo acompañada de un aumento de la productividad por hora trabajada, que creció un 1,2%. “No obstante, en septiembre se denota una cierta moderación, al ser el mes de septiembre que menos ha crecido el empleo desde 2018”, explicaron.
Los economistas advierten de una caída en el consumo en el último trimestre del año
En paralelo, los economistas reiteraron sus previsiones de caída del consumo en el cuarto trimestre del año, algo que vienen anticipando desde hace meses. “El ahorro de las familias ha aumentado, pero su destino más que al consumo y la inversión, se dirige a amortizar deudas y a la prevención. Todo coadyuva a un debilitamiento de la demanda que se va a hacer más patente en este último trimestre del año. Ello unido a la menor contribución de las exportaciones, que se observa desde el segundo trimestre”, explicó durante la presentación del informe Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del CGE.
Así, según los economistas, “la renta familiar está creciendo por los buenos datos de empleo, pero el poder adquisitivo cae por la inflación, los altos intereses y la imposición indirecta. La tasa de ahorro de los hogares ha crecido pero su destino, más que al consumo y a la inversión, se dirige a amortizar deudas y a la prevención”, explicaron.
Ante este análisis, las previsiones del Consejo General de Economistas para este año son un crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) del 2,3%, una inflación del 3,5% y una tasa de paro que se mantendrá en alrededor del 11,8% a finales del próximo diciembre.
Además de en términos de costes y de consumo, la tasa de inflación afecta directamente a las prestaciones a las que los autónomos tienen derecho, ya que algunas de ellas están directamente ligadas al IPC desde el año pasado. Así, de confirmarse estas previsiones, la pensión mínima, establecida para este año en 743,30 euros al mes en 14 pagas alcanzará los 770,05 euros. O, lo que es lo mismo, 26,75 euros al mes y 374,62 euros más al año para cada autónomo jubilado con 65 años y con un cónyuge que no esté a su cargo. Estas cuantías variarán en función de la edad de retirada, así como de la situación personal de cada autónomo jubilado.
