Algunas claves para ser líder

Un estudio de Harvard revela las cualidades que debe tener un autónomo para ser un "buen jefe"

Un estudio publicado por un psicólogo de Harvard recopiló las características que definen a un buen jefe, y repasó la importancia para los autónomos de ser líderes en sus negocios para mejorar el desempeño de sus asalariados.

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Los 'buenos jefes' cumplen una serie de características
Un estudio de Harvard revela las cualidades que debe tener un autónomo para ser un "buen jefe"

Los autónomos con asalariados a su cargo no sólo deben estar al día con la normativa laboral, sino que también necesitan mantenerse actualizados e interesarse por otro tipo de cuestiones más intangibles, como su liderazgo empresarial, asegurándose de que sus empleados estén satisfechos. En este sentido, un reciente estudio de Harvard ha revelado qué rasgos y cualidades debe tener un autónomo para ser reconocido como un “buen jefe”.

Daniel Goleman, psicólogo de Harvard y autor de 'Óptimo: Cómo mantener la excelencia personal y organizacional todos los días', señaló que la carencia de inteligencia emocional puede perjudicar significativamente el ánimo y dificultar el desarrollo de un líder efectivo, así como del correcto funcionamiento de sus negocios. 

Por otra parte, un estudio realizado por Great Place To Work, una firma de consultoría internacional, clasificó a cinco tipos de líderes: el jefe involuntario, el jefe inestable, el jefe transaccional, el “buen” jefe” y el líder para todos. El resultado destacó que no todos los jefes están preparados para manejar la responsabilidad que tienen.

Además de identificar estos cinco tipos de líderes, la firma concluyó que más del 50% de quienes lideran un negocio nunca pensaron que llegarían a estar a cargo de personas. Cualidades como la escucha activa, flexibilidad, sinceridad y cercanía son fundamentales, y la encuesta, que se centró en sectores como la hostelería, producción, finanzas y salud, revela que el perfil más completo para liderar un negocio es el del "líder para todos".

Según Goleman, el experto de Harvard, hay una serie de comportamientos o actitudes que hacen de un líder alguien competente y con la suficiente inteligencia emocional para ser completamente aceptados por sus empleados, y mejorar así su desempeño en el trabajo y, por tanto, el buen funcionamiento de sus negocios. 

Los expertos aconsejan comunicarse con los empleados en privado

En contraste con la práctica negativa de "regañar en público", mencionada por Goleman en su estudio, una estrategia más efectiva y constructiva para un líder es la de "dar retroalimentación constructiva en privado". Siempre hay situaciones donde un empleado comete un error y es en ese momento donde un jefe con “habilidades sólidas de gestión" tiene que abordar la situación de manera discreta y ofrecer feedback de manera constructiva “y no como un regaño”.

El experto de Harvard explica que los líderes que adoptan esta estrategia no solo evitan generar resentimiento entre los empleados, sino que también fomentan la lealtad y la productividad. "Esta práctica crea un ambiente laboral en el que los empleados se sienten apoyados, comprendidos y motivados a aprender y mejorar continuamente, lo que contribuye positivamente al rendimiento general del equipo y a la cultura organizacional" desarrolló el experto en su estudio.

Para Clement Uribe, consultora de Recursos Humanos, una característica fundamental para un buen jefe es “trabajar con empatía”, por lo que en lugar de señalar al empleado delante de sus compañeros, este enfoque se centra en la privacidad y el respeto. 

Un buen jefe no debe obsesionarse con la perfección de sus empleados

En lugar de "ser muy perfeccionista", una característica positiva sería "ayudar a los empleados a seguir mejorando". El jefe líder juega un papel clave al inspirar y apoyar a sus empleados para que den lo mejor de sí, aunque es importante que la búsqueda de la excelencia no se convierta en una obsesión que ignore o menosprecie el trabajo ya realizado por los trabajadores.

"Claro que hay que señalar lo que está mal para mejorarlo, pero el jefe debe apreciar y destacar lo que está bien" aconsejó Clement Uribe. Por su parte, Goleman explicó que “los líderes que adoptan esta actitud no solo contribuyen a un ambiente más positivo, sino que también elevan el ánimo de sus empleados”.

Evitar las discusiones innecesarias es otra característica de un buen jefe

En lugar de las “discusiones innecesarias", una característica positiva a promover para los expertos es el diálogo constructivo y la resolución de conflictos. “Aunque hablar sobre ideas diferentes es normal y necesario, convertirlo siempre en una discusión puede mostrar que alguien no está manejando bien las emociones, especialmente un líder que debería ser capaz de manejar la situación”, explicó Uribe sobre la falta de comunicación asertiva de algunos jefes.

En este sentido, Goleman señala que los líderes que "siempre están discutiendo y nunca están de acuerdo" pueden crear un ambiente donde los empleados sientan que sus opiniones no son valoradas o que no son capaces de desempeñar su trabajo correctamente.

Otra característica de líder con alta inteligencia emocional que ha indicado el experto de Harvard, es promover un diálogo constructivo y estar dispuesto a resolver conflictos. En lugar de buscar el enfrentamiento, este líder busca soluciones y trabaja para fortalecer al grupo en lugar de debilitarlo. “La falta de comunicación puede generar malentendidos y desconfianza en el equipo” advirtió la experta Uribe. 

Para los empleados, tener un buen jefe puede ser un motivo para quedarse en el negocio

El estudio destaca las características fundamentales de dos perfiles de liderazgo: el "buen jefe" y el "líder para todos". En comparación con el primero, el "líder para todos" se distingue por su sinceridad, consistencia y enfoque inclusivo. Para la experta en Recursos Humanos, un buen jefe debe ser carismático, generar confianza, tener liderazgo y saber gestionar su negocio con empatía hacia sus trabajadores y resiliencia

Por su parte, los empleados encuestados en el estudio concluyeron que tener un buen jefe puede ser la razón principal para quedarse en la empresa y no aceptar otras ofertas laborales.

Los buenos jefes pueden convertirse en los líderes idóneos

Si bien el "buen jefe" es accesible, comprensivo y justo, no alcanza el nivel de liderazgo más completo, según el análisis. Así estudio señaló que este tipo de líder no logra llegar a todos los miembros de su negocio y, en algunas instancias, no obtiene la aceptación de ciertas personas porque no resulta convincente. Sin embargo, con una perspectiva a largo plazo y fomento de la cohesión del equipo, el "buen jefe" tiene el potencial de evolucionar hacia el líder completo que cualquier negocio necesita, es decir, el "líder para todos".

En cuanto al "líder para todos", este perfil es considerado el más completo para dirigir un negocio. Posee todas las cualidades esenciales para conectarse con sus empleados y alcanzar cualquier objetivo establecido. “Es justo, inclusivo y un mentor excepcional para sus empleados” citan en el informe. Este líder considera los intereses tanto de sus trabajadores como del negocio, destacándose por su habilidad en la comunicación y la escucha activa. Además, demuestra una capacidad efectiva para delegar responsabilidades, evitando abusar de su personalidad.

Uribe manifestó que, desde su experiencia como consultora de Recursos Humanos, ha observado que algunos de los errores más comunes de los jefes son la falta de comunicación y la falta de supervisión y formación.

Con respecto a abordar conflictos entre jefes y empleados, la clave está en una buena comunicación. “Establecer canales abiertos y honestos para discutir problemas, comprender las perspectivas de ambas partes y buscar soluciones colaborativas puede ayudar a resolver eficazmente los conflictos” indicó la experta. Además, "promover un ambiente donde la empatía y la comprensión sean valores fundamentales puede contribuir a construir relaciones sólidas y positivas en el lugar de trabajo".

Uribe concluyó que, con una buena comunicación y un amplio conocimiento de las labores a cumplir por los empleados, el autónomo podría convertirse en algo más que un jefe: un líder.