Y otros trastornos de salud mental como la ansiedad

Trabajo vigilará que los pequeños negocios hagan planes de prevención para controlar el estrés de sus empleados

Tras la entrada en vigor de la Estrategia de Salud Mental y el Plan de Acción de Salud Mental en España, los autónomos deben definir acciones para cuidar de su propia salud mental y la de sus asalariados.
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La salud mental de los autónomos debe ser vigilada
Trabajo vigilará que los pequeños negocios hagan planes de prevención para controlar el estrés de sus empleados

El objetivo de un Plan de Prevención es evitar la aparición de riesgos laborales y asegurar el trabajo de asalariados y autónomos, minimizando así el impacto en la salud. Para ello, los negocios deben sustituir actividades peligrosas por alternativas seguras y proporcionar medidas de protección para los trabajadores. A menudo se asocia este plan principalmente con riesgos y daños físicos, pero los inspectores ya están prestando una atención especial a cómo estos planes tratan el asunto de la salud mental.

Según la Ley 31/1995, de 8 de noviembre, sobre Prevención de Riesgos Laborales, todas las empresas que cuenten con empleados tienen la obligación de desarrollar un Plan de prevención de riesgos laborales. Este plan es un documento que detalla las medidas preventivas diseñadas para identificar y reducir los riesgos asociados al trabajo. Es esencial que este documento esté disponible para las autoridades competentes en todo momento, en caso de que así se requiera en una Inspección.

Anteriormente, los negocios solían subcontratar a compañías especializadas para elaborar estos planes, lo que representaba un gasto significativo, especialmente para los negocios de los autónomos. Sin embargo, con la modificación del artículo 30 de la Ley 31/1995 por parte del RD Ley 14/2013, de 27 de septiembre, los negocios tienen la opción de crear su propio plan sin necesidad de recurrir a terceros.

Sobre este asunto, una cuestión poco conocida es que los autónomos que trabajan solos y no tienen empleados a cargo también están sujetos a las disposiciones de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, aunque de manera diferente a aquellos que tienen personal contratado, ya que deben cumplir con ciertas obligaciones al prestar servicios o llevar a cabo sus actividades en instalaciones pertenecientes a terceros, como empresas, comunidades de vecinos u obras, entre otros.

La salud mental ya es la principal preocupación de los Inspectores de Trabajo

“Nos preocupa mucho la situación de la salud mental de los trabajadores”, declaró a este diario Ana Ercoreca, secretaria general de la Asociación Internacional de la Inspección de Trabajo, señalando que los problemas de salud mental de los autónomos se acentuaron durante la pandemia debido a que “muchos tuvieron miedo de perder su trabajo, lo que les ocasionó estrés y ansiedad”.

Para tratar este asunto, Ercoreca señaló que es esencial realizar una evaluación exhaustiva de todos los riesgos presentes en el entorno laboral, que abarque tanto los riesgos físicos como los psicosociales. “A diferencia de los riesgos físicos, que pueden ser más visibles y tangibles, como los accidentes laborales causados por caídas desde alturas, los riesgos psicosociales son menos evidentes pero igualmente importantes”.

Entre los principales riesgos psicosociales se encuentran el estrés laboral, el acoso en el lugar de trabajo, los conflictos entre colegas y la sobrecarga de trabajo. Estos factores pueden tener un impacto significativo en el bienestar emocional y la salud mental del autónomo y sus trabajadores.

En este sentido reciente informe elaborado por el Laboratorio-Observatorio de Riesgos Psicosociales de Andalucía (LARPSICO) sobre la salud mental de los trabajadores autónomos advirtió que, además del estrés o la ansiedad tradicionales, en los últimos meses están apareciendo nuevos diagnósticos, como la sisifemia, un trastorno que consiste en un cansancio mental extremo derivado de trabajar durante un tiempo prolongado bajo presión, una situación muy común entre los autónomos.

Los negocios deben tratar la salud mental en su plan de riesgos laborales

El Ministerio de Sanidad ha puesto en marcha la Estrategia de Salud Mental y el Plan de Acción de Salud Mental 2022-2024, que incluye medidas como la línea de atención a la conducta suicida.

Tal y como explicaron desde el Sindicato de Inspectores de Trabajo y Seguridad Social, de acuerdo con la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo, los Planes de Prevención de riesgos laborales deben reservar un espacio especial para el cuidado de la salud mental de los trabajadores

Es crucial que estos planes también aborden los factores psicosociales que pueden representar un riesgo, además de incorporar la perspectiva de género para promover la igualdad en la plantilla. El objetivo principal de esta estrategia es reducir tanto los daños físicos como mentales que los trabajadores puedan sufrir como resultado de su labor, alcanzando a todos los sectores y actividades laborales.

¿Qué deben tener en cuenta los autónomos para prevenir los riesgos sobre la salud mental?

Desde Inspección declaran los pilares que la Estrategia Española de Seguridad y Salud implanta para abordar diversos aspectos relacionados con la prevención de riesgos laborales y la promoción de un entorno laboral seguro y saludable.

  1. Mejorar la prevención de accidentes laborales y enfermedades profesionales: este objetivo se centra en implementar medidas preventivas efectivas para reducir la incidencia de accidentes y enfermedades relacionadas con el trabajo. Esto implica identificar y evaluar los riesgos laborales, implementar controles adecuados y proporcionar capacitación y recursos necesarios para garantizar la seguridad de los trabajadores.
  2. Anticiparse y gestionar riesgos emergentes: es crucial anticiparse y gestionar los riesgos emergentes que pueden surgir debido a cambios en las tecnologías, procesos de trabajo o condiciones laborales. Esto requiere una vigilancia continua de los riesgos laborales y la adopción de medidas proactivas para abordarlos de manera eficaz.
  3. Mejorar la gestión de la seguridad y salud en las pymes: los pequeños negocios gestionados por autónomos pueden enfrentar desafíos únicos en la gestión de la seguridad y la salud en el trabajo debido a recursos limitados y capacidades técnicas. Por lo tanto, es importante desarrollar estrategias específicas para ayudar a las pymes a mejorar su capacidad para identificar, evaluar y controlar los riesgos laborales.
  4. Aumentar el nivel de protección de colectivos más vulnerables: algunos grupos de trabajadores pueden estar más expuestos a ciertos riesgos laborales debido a factores como la naturaleza de su trabajo, su estado de salud o su situación socioeconómica. Es necesario implementar medidas específicas para proteger a estos grupos vulnerables y garantizar que reciban la atención y el apoyo necesarios para mantener su salud y seguridad en el trabajo.
  5. Incorporar la perspectiva de género en las políticas públicas y en la gestión de la prevención: "la inclusión de la perspectiva de género en las prácticas relacionadas con la seguridad y la salud en el trabajo es fundamental para abordar las diferencias en los riesgos de hombres y mujeres en el lugar de trabajo" señaló la experta. Esto implica adoptar enfoques inclusivos que consideren las distintas experiencias y circunstancias de género, como el acoso sexual en el trabajo.
  6. Fortalecer el sistema nacional de seguridad y salud: Para garantizar la efectividad del programa de seguridad y salud en el trabajo, es necesario fortalecer el sistema nacional de seguridad y salud, lo que incluye mejorar el acceso a servicios de salud mental y rehabilitación para trabajadores.

Los autónomos y negocios que no cumplan con esta obligación pueden sufrir sanciones

Los autónomos deben tener en cuenta que, dependiendo de la gravedad de la falta, las sanciones pueden ser consideradas como leves, graves o muy graves, con multas cuyas cuantías podrían superar los 980.000 euros. Desde el Ministerio de Trabajo esclarecen los montos a pagar:

  • Para infracciones leves, las multas oscilarán entre 45 y 485 euros en su grado mínimo, de 486 a 975 euros en su grado medio, y de 976 a 2.450 euros en su grado máximo.
  • Para infracciones graves, las multas serán de 2.451 a 9.830 euros en su grado mínimo, de 9.831 a 24.585 euros en su grado medio, y de 24.586 a 49.180 euros en su grado máximo.
  • Para infracciones muy graves, las multas irán desde 49.181 hasta 196.745 euros en su grado mínimo, de 196.746 a 491.865 euros en su grado medio, y de 491.866 a 983.736 euros en su grado máximo.