Domicilio social y fiscal, ¿cuál es la diferencia?
El domicilio social es el lugar en el que se realiza la actividad empresarial, mientras que el fiscal, es el lugar donde se localiza el obligado tributario.
Si estás pensando en emprender y montar tu propio negocio, presta atención porque vas a tener que saber distinguir entre el domicilio fiscal y el social de tu futura empresa.
Dos conceptos que en ocasiones coinciden y, por tanto, pueden generar confusión. De hecho, las diferencias entre el domicilio fiscal y el social son muy amplias, como podrás comprobar a continuación.
Qué es el domicilio social
El domicilio social es el lugar físico u online, en el que se desarrolla y gestiona una actividad económica dentro de España.
La Ley de Sociedades de Capital expresa lo siguiente sobre el domicilio social: “Es el lugar en el que se halle el centro de su efectiva administración y dirección, o en el que radique su principal establecimiento o explotación”.
Es decir, sería la sede en la que el propietario del negocio recibe a sus proveedores, donde llegan los suministros y hasta el lugar donde se hace la contabilidad mensual del negocio.
Qué es el domicilio fiscal
En cuanto al domicilio fiscal, éste se rige por el artículo 48 de la Ley General Tributaria. Esta norma determina la delegación tributaria a la que pertenece la sociedad o empresa y la define como "el lugar de localización del obligado tributario en sus relaciones con la Administración tributaria".
El domicilio fiscal es la dirección que dispone la Seguridad Social y Hacienda para realizar notificaciones a la empresa, por tanto se trata del lugar de seguimiento tributario y la dirección de referencia para la Administración.
Además, por medio del domicilio fiscal es posible solicitar, como persona física, el Número de Identificación Fiscal (NIF).
El domicilio fiscal, a diferencia del social, no figura en los estatutos de la sociedad ni es de dominio público, pero el cambio de dirección debe comunicarse a través del modelo 036 de alta en la Agencia Tributaria.
En general, es muy común que el domicilio social y el domicilio fiscal coincidan en la misma ubicación. Sin embargo, como has podido comprobar su utilidad es muy distinta.
Hay que destacar que mientras que el domicilio social es una referencia solo para empresas o sociedades el domicilio fiscal es común a autónomos y pymes.
Diferencias entre domicilio social y fiscal
La forma más efectiva de comprender las diferencias entre el domicilio social y el fiscal es hacerlo a través de un ejemplo.
Imagina una empresa de zapatos que tiene su propia fábrica en Badajoz, donde confeccionan cada modelo de calzado para venderlo a minoristas. En esa fábrica, la empresa cuenta con oficinas desde donde se lleva adelante la gestión y administración de la actividad empresarial de la compañía. Por tanto, ese será su domicilio social.
Sin embargo, eso no significa que coincida con la residencia fiscal, ya que esta podría localizarse en otro lugar como, por ejemplo, el lugar de residencia de la persona encargada de la administración y gestión de la empresa.
Por este motivo es tan importante para una empresa tener claro y comprender la diferencia entre domicilio social y fiscal.
