Una fórmula para el entorno cambiante del autónomo

El renting flexible te permite tener siempre un vehículo cuando lo necesites

Cargas de trabajo cambiantes, picos de actividad, necesidades distintas en momentos diferentes… ¿Por qué conformarse con tener siempre el mismo vehículo? El renting flexible puede ser una solución.
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El renting flexible te permite tener siempre un vehículo cuando lo necesites

Ante la falta de seguridad en el trabajo que padecen los trabajadores autónomos, en entornos laborales frecuentemente cambiantes, sometidos a veces a sorpresas desagradables en su actividad como son los impagos o la morosidad y a ingresos que fluctúan mes a mes, la adquisición de un vehículo a plazos o el renting normal puede ser un problema. A esto se añade momentos  de picos de trabajo que crecen exponencialmente y otros en que la actividad baja hasta lo insospechado .

El trabajador autónomo, que con tanto esfuerzo hace números para afrontar el pago de su furgoneta, camión, microbús o turismo, de pronto se encuentra que e sobra flota o le falta capacidad de transporte,  o bien que está pagando de más para su capacidad de trabajo. Muchas veces resuelve el problema alquilando temporalmente otros vehículos para cubrir ese momento puntual de sobrecarga de trabajo.

Para todos esos profesionales apareció un producto aún no muy utilizado, pero de especial interés para los autónomos. El renting flexible. La idea es que, si tu negocio cambia tu vehículo lo debe hacer también, de manera que se adapte a tus necesidades, bien sea porque requieras un vehículo diferente, una furgoneta mayor o menor,  o tu actividad reclame aumentar la flota.

Ventajas adicionales al renting normal

Añadidas a las ya conocidas características de un renting convencional –que incluye todos los servicios en una única cuota, ya sea el mantenimiento, la sustitución de neumáticos, las reparaciones de daños y averías, la asistencia en carretera 365 días al año durante las 24 horas o la gestión de las multas- se añaden una serie de ventajas adicionales.

Algunas empresas que ofrecen este servicio de renting flexible, el cliente puede contratar un vehículo incluso para un solo día. Es el renting a medida perfecto para un momento puntual. También pueden suministrar el vehículo y recogerlo a domicilio y, dependiendo de la duración del contrato, no tiene coste adicional.

Por supuesto, la flexibilidad y libertad que el renting flexible ofrece, incluye que el contrato no tenga permanencia. Simplemente se paga por la movilidad que se necesite durante el tiempo que se necesite, teniendo la posibilidad de cancelar o cambiar de vehículo en cualquier momento y con unas tarifas adaptadas a la duración del renting. Para alquileres de mayor duración suelen ofrecerse mejores precios.

Otras empresas incluyen precios cerrados con seguro, mantenimiento e impuestos incluidos, sin límite de kilometraje, manteniendo esa total flexibilidad para modificar o cancelar cuando el cliente quiera, incluso con cuotas semanales en lugar de mensuales.

Es importante saber de antemano cuáles van a ser nuestras necesidades a la hora de contratar un renting flexible para planifícarlo adecuadamente. Un autónomo puede sufrir una variación de la demanda o cambios de la misma por estacionalidad, incertidumbre en el mercado o, simplemente, tener proyectos a un plazo determinado con necesidades específicas. Todos estos escenarios están previstos y contemplados por las compañías que ofrecen renting flexible. Ellas tienen capacidad de analizarlas también, con herramientas de consultoría que determinan desde el impacto en costes, la huella de carbono o el potencial de electrificación, elementos tan importantes hoy en día sobre todo en las grandes ciudades.

Una vez establecida nuestra necesidad y situación, estos consultores recomendarán el vehículo que mejor se adapte a ella, determinando la estructura de carga para cumplir con los requisitos de disponibilidad de flota y ofrecer otros servicios que complementen la oferta.

Amplia posibilidad de adaptación a las necesidades puntuales

Por tanto, y recapitulando, cualquier autónomo que necesite un vehículo para el desempeño de su tarea diaria, encontrará una herramienta perfectamente complementaria en el renting flexible, ya que puede elegir la duración del contrato.  Y, al contrario que en un renting convencional, no está sujeto a un plazo fijo, pudiendo realizar -sin coste alguno- tantos ajustes en su flota como necesite, cambiando las características del vehículo, pasando de un diesel a un eléctrico. Se puede olvidar de adquirir un vehículo inapropiado o improductivo, ya que los ciclos de reemplazo de los vehículos nos asegura que nunca quedarán anticuados o desfasados, proporcionando siempre la más moderna tecnología y eficiencia, contando con todos los beneficios de un contrato sin tener que someternos a las ataduras del mismo.

Beneficios fiscales

Por otro lado, el autónomo continuará disfrutando de los mismos beneficios fiscales que proporciona un renting normal. Puede deducirse el 100% de la cuota del vehículo en el IRPF y en el impuesto de sociedades, así como el 50% del IVA soportado en la factura, pudiendo llegar al 100% en determinados casos. Contablemente, estas deducciones se pueden aplicar de forma inmediata, ya que se considera un gasto y no hay que consignarlo en el balance y crear un cuadro de amortizaciones, como ocurre en una compra o un leasing.

Igualmente, el renting elimina incomodidades que conlleva la propiedad de un bien un vehículo, como son las averías, costes de mantenimiento, accidentes que requieren una reparación integral o den como resultado el siniestro del vehículo, el robo del mismo,... Además, aporta pequeños detalles que nos harán la vida más fácil, como tarjeta de combustible, tarjeta multiservicio para pagar en peajes y garajes públicos, etcétera.

Por otro lado, no hay necesidad de solicitar financiación para adquirir el vehículo, sino sólo pagar una cuota mensual, lo que reduce el nivel de endeudamiento. Una opción, sin duda, idónea para un trabajador autónomo. O al menos, para pensárselo.