Hace 40 años nació Rivera en un pueblo de Madrid

La historia de una madre y un hijo que pasaron de abrir una pequeña tienda de moda a tener trece en España

Hace 40 años nació Rivera, un pequeño comercio de ropa que inició su andadura en un pequeño pueblo de Madrid. Su expansión les ha llevado a abrir otras trece tiendas de moda en las principales ciudades españolas.
La historia de Rivera, una marca que comenzó en un pueblo de Madrid.
La historia de Rivera, una marca que comenzó en un pueblo de Madrid.
La historia de una madre y un hijo que pasaron de abrir una pequeña tienda de moda a tener trece en España

Elisa sólo quería estar cerca de sus hijos. Tras quedarse embarazada, transformó su vida profesional para cuidar a su familia y montar una pequeña tienda de ropa a en San Agustín del Guadalix, un pueblo de Madrid que entonces era pequeño y hoy ya tiene 14.000 habitantes. Así nació Rivera, una marca que lleva 40 años triunfando en el sector textil. Con más de 13 locales situados entre Madrid, Bilbao, San Sebastián y Barcelona, esta emprendedora junto a su hijo Eduardo han conseguido facturar 12 millones de euros en el último año.

“Mi madre es una mujer extraordinaria”, afirmó Eduardo Rivera, CEO de Rivera. “Hace 40 años no existía el fenómeno Inditex y el ‘Prêt-à-porter’ está dando sus primeras pasos. Ella decidió montar una tienda con marcas como Armani y Valentino en un pequeño pueblo de Madrid, como si estuviera en Milán o París. La realidad es que estaba cerca de una carretera secundaria y todo parecía una locura”, añadió el hijo de Elisa.

Sin embargo, la apuesta de Elisa no tardó en atraer a clientes de toda España interesados en las colecciones de los grandes diseñadores. “Mi madre siempre tuvo un gusto muy especial por la moda. Su asesoramiento fue una pieza clave en todo este proceso de crecimiento. Buscaba que cada prenda fuera perfecta para sus clientes. Un valor que seguimos teniendo presente en este mundo de compras rápidas. La prenda debe ser duradera y quedarte a la perfección”, aseveró Rivera.

No fue hasta la década de los 90 y principios del 2000 cuando Eduardo se incorporó en la aventura que su madre había iniciado 20 años atrás. Con pocas piezas de tela, Elisa inicia su periplo como modista y a diseñar sus primeras prendas. Su objetivo era conseguir un “patronaje perfecto” que superara a las propias marcas que había en su tienda.

“Cuando mostró su primera colección – que expusimos desde la más absoluta humildad – en algunos hoteles y espacios de moda, nuestra sorpresa fue que todos los clientes quisieron llevarse la colección de mi madre a sus propias tiendas”, afirmó Eduardo Rivera. Alcanzando, continuó, 60 puntos de venta con sus primeros diseños de moda.  

Escaparate tienda Rivera. Foto: Rivera.
Escaparate tienda Rivera. Foto: Rivera.

“Del éxito, tuve que dejar mi trabajo como consultor para echar – junto a mi hermana – un cable a mi madre. No teníamos los suficientes tejidos, ni proveedores ni nada para cubrir la demanda que había generado mi madre”, expuso el CEO de Rivera.

“Mi madre consiguió meterme en su sueño. Pase de ser consultor a repartir con una furgoneta las prendas que ella había diseñado. Veinte años después no sé cómo nos atrevimos sabiendo lo difícil que es producir una línea de ropas”, agregó.

E 2008 – como al resto de emprendedores españoles – la crisis económica afectó especialmente a las tiendas de moda. Sin embargo, el talento de madre e hijo y su complicidad, los lleva a dar un golpe de timón en la estrategia del negocio: para agilizar los tiempos de producción deciden abrir su primera tienda en el centro de Madrid. Comienzan a diseñar y producir a corto plazo, ofreciendo novedades semanalmente sin descuidar la calidad y su atención por el detalle.

Los niveles de venta fueron tan buenos que en 6 meses deciden dejar la venta mayorista para concentrarse en la expansión de sus propias tiendas “Elisa y Eduardo Rivera”. Este crecimiento ordenado – “a fuego lento” ha consolidado una marca con trece tiendas propias y que da trabajo a más de 70 profesionales en España.

La clave de su éxito: el comercio de proximidad

“Antes de que estuviera de moda, nosotros ya trabajamos con talleres que estuvieran a menos de 150 kilómetros de nosotros”, valoró Rivera. Actualmente, la marca trabaja con 20 talleres artesanales de Madrid y Toledo que trabajan en exclusiva para la marca.

“A fuerza de aprender nos dimos cuenta de nuestra diferenciación era el ritmo. Mientras las multinacionales escupen ropa, nosotros trabajamos el patronaje perfecto. Los que nos dedicamos a la moda conocemos las tendencias, sin embargo conocemos a nuestro público y buscamos favorecerlo más allá de la tendencia”, concretó Eduardo Rivera.

 Su consejo, para los pequeños comercios dedicados a la moda, es “vender el look completo”. “Formamos progresivamente a nuestro equipo humano para que no sólo venda una prenda, tenemos que conseguir toda la imagen. Eso, en conjunción con los patronaje, tiene como resultado que el cliente salga de la tienda con una imagen completamente nueva y que le siente a la perfección”, admitió el CEO de Riera.

Una marca que creció un 35% en el último año y facturó 12 millones de euros

La digitalización, enfatizó el emprendedor, “está siendo una pieza clave para nuestra progresión”. Además de contar con 13 tiendas físicas, la marco apostó por el comercio online que da servicio a clientes nacionales e internacionales, que en los primeros cinco meses de 2023 ha visto aumentar sus ventas en más de un 200% con respecto al mismo periodo del año anterior. De este modo, las ventas de Rivera crecieron hasta alcanzar los 12 millones de euros, un 35% más en 2022.

“El foco actual en el entorno online y en la apuesta que hemos hecho por mejorar nuestra cercanía; nuestro objetivo es que las ventas online supongan un 10% de nuestra facturación a final de año”, concluyó el emprendedor.