Aplicando una fórmula innovadora, ya cuenta con 450 empleados

El emprendedor al que no le frenó nada para crear desde cero una de las gestorías más grandes del país

En los últimos 12 años nada ha podido frenar el ímpetu de Alfredo Pérez, el emprendedor natural de Cádiz que se encuentra detrás de Ayuda T Pymes, la asesoría para autónomos y empresas que ha dado un vuelco al sector. 
Alfredo Pérez, fundador de Ayuda T Pymes
Alfredo Pérez, fundador de Ayuda T Pymes
El emprendedor al que no le frenó nada para crear desde cero una de las gestorías más grandes del país

Desde que se lanzase a la aventura de emprender, ni siquiera una grave enfermedad ha podido con Alfredo Pérez, fundador de la asesoría para autónomos y empresas que en poco más de una década ha roto todos los esquemas del sector y ha conseguido ser “la palanca de cambio” que demandaban los empresarios y trabajadores por cuenta propia.

Aunque este gaditano de 41 años, nacido en un pequeño pueblo de menos de 10.000 habitantes, estudió Matemáticas en la Universidad de Cádiz, en realidad la vida le llevó por otro camino, y con poco más de 25 años empezó a trabajar en el proyecto que, poco tiempo después, terminaría por cambiarle la vida: Ayuda T Pymes. 

Este proyecto, que nació como una asesoría online para autónomos y empresas ha ido evolucionando a lo largo de estos últimos 12 años hasta convertirse en lo que es ahora: un motor de cambio para el sector. 

“En España hay unos cuatro millones de pymes y autónomos, y el 95% tiene una asesoría. Es decir, es algo que todas las empresas y todos los autónomos necesitan. Actualmente, en España hay cerca de 80.000 asesorías, y de estas, la mayoría tiene entre uno y dos empleados. Este factor hace que sea complicado escalar e innovar. Lo más frecuente desde siempre ha sido abrir una oficinal local, con como muchos dos empleados, y esperar a que los clientes de la zona soliciten ayuda, y así sobrevivir”, explicó Alfredo Pérez. 

Sin embargo, lo que ellos hicieron fue montar un modelo de negocio diferente de lo que había en esos momentos en el sector. “Analizamos las distintas problemáticas que había y desarrollamos la primera plataforma 100% en la nube para los autónomos. La idea era gestionar de esta forma la relación entre el asesor y el cliente. Para ello, desarrollamos una política diferente, dando importancia, entre otros aspectos, a la transparencia”, destacó. 

Una vez creada la marca y teniendo clara la idea de negocio, lo que este emprendedor y su socia María decidieron fue montar un servicio “que fuera lo más escalable posible”, lo que les llevó a crear, en un principio, un servicio 100% online. “Solo de esta forma íbamos a poder dar servicio en toda España desde el primer momento”. 

Más de 450 empleados y oficinas por toda España

Tras años de trabajo, Ayuda T Pymes fue evolucionando hasta convertirse en lo que es ahora: una empresa que da trabajo a más de 450 personas, una cifra que seguirá aumentando a lo largo de 2023, ya que, según el emprendedor, a finales de año se espera alcanzar la cifra de 600 empleados en plantilla. 

Tal y como explicó Alfredo Pérez, actualmente, el modelo de negocio se organiza en tres divisiones. Por una lado, se encuentra la división tecnológica, desde donde se desarrolla la plataforma para todos los clientes y profesionales de la compañía. En segundo lugar, la división de formación, donde está su escuela de asesores y en donde se les da herramientas a los profesionales del sector, “tanto para incorporarlos al mercado laboral como para mejorar sus capacidades y trabajar en un despacho profesional”. 

Por último, la tercera división es la que se encarga de ofrecer los servicios de asesoría a los autónomos y empresas, una actividad que toca todas las ramas posibles: laboral, jurídica o contable, entre otras.

“La diferencia entre lo que somos ahora y lo que empezamos siendo hace 12 años es que ya no somos una empresa 100% online. Ahora también tenemos una red de oficinas repartidas por España. Es el cliente quien decide cuándo quiere ir a ver a su asesor”, explicó Pérez. 

No obstante, el añadir esta opción no ha hecho que desaparezca la esencia inicial de Ayuda T Pymes. “Tenemos un servicio muy digitalizado, con el mismo ADN con el que comenzamos, incluso mucho más automatizado y mucho más eficiente, donde el objetivo es que el cliente no tenga que ir a la oficina para el día a día, pero sí que pueda acudir a una oficina cuando necesite ver a alguien”, destacó el emprendedor.

“Para continuar con nuestra expansión, lo que hacemos es integrar otros despachos relevantes de la zona. Es decir, no creamos una oficina desde cero y vamos incorporando personal, sino que buscamos despachos relevantes, hablamos con ellos, llegamos a un acuerdo y comprammos parte de ese negocio, convirtiéndonos en socios del mismo. Lo que hacemos es aportar tecnología, ayuda en la eficiencia y capacidad de formación y captación de nuevo talento, así como aportar fondos para la adquisición de otros despachos de la zona, para que vayan creciendo”, explicó Pérez. 

“No hicimos ningún estudio de mercado, comenzamos desde abajo” 

Aunque Alfredo Pérez es matemático de formación, a sus “veintipico” años no tenía una profesión clara por la que luchar. No sabía ni dónde podía estar, ni cómo, ni para qué. “Para mi esto fue una oportunidad de arrancar algo que yo podía hacer con mis propias manos, sin financiación, únicamente utilizando mi tiempo”, explicó Pérez. 

De hecho, poco más que una idea de negocio hizo falta para lanzarse a emprender. “Al final fue una apuesta, no fue otra cosa. No hubo más allá, no hubo búsqueda de inversores, no hubo nada. Yo simplemente creía que podía tener una empresa, pero ni siquiera tenía una proyección, como la que tengo ahora mismo”.

Esto, sin embargo, ha ido cambiando a lo largo de los años. “El objetivo era tener un sitio que fuera mío y que pudiera tener un lugar con el que entrar al sector. Ahora el objetivo es cambiar el modelo del sector y ser la palanca que lo haga, a todos los niveles”, destacó.

Para Pérez, en aquel momento, emprender no fue complicado, todo lo contrario. Se convirtió en la mejor oportunidad para aprender. “Cuando no tienes obligaciones formales, como una hipoteca, es mucho más sencillo que cuando sí que las tienes. Al final tu ves que hay una oportunidad, un nicho de mercado, e incluso que muchas de las cosas las puedes hacer tú mismo. En mi caso, por ejemplo, la primera página web la hice yo. Hubo una importante fase de aprendizaje en todo el proceso. Mi máxima ilusión era poder hacer algo donde pudiera mostrarse nuestro ADN”, explicó Alfredo Pérez.

Según el emprendedor, en aquel momento no hubo más que eso. “Ahora, cada vez que hacemos algo nuevo, hay un estudio de mercado, un plan de negocio, pero en aquel momento no hicimos nada. Comenzamos desde abajo, poco a poco, y con aprendizaje”. 

“Queremos dar un servicio que genere el valor que se tiene que generar”

Poco hizo falta para lanzar Ayuda T Pymes. De hecho la inversión fue mínima. “Empezamos desde cero y reinvirtiendo los beneficios de la empresa en la propia empresa”, destacó Pérez. Esta situación siguió así durante mucho tiempo, hasta hace unos tres años, cuando entró en su capital social una de las consultorías más grandes de Europa, que desde entonces es uno de sus socios capitalistas. 

“Ellos nos aportan la financiación, por ejemplo, para adquisiciones, integración de nuestras redes, compra de otros despachos, etc. Estamos muy contentos, porque nos han ayudado a profesionalizar la empresa”, explicó. 

Para el corto y medio plazo las expectativas parecen ser buenas, con muchos proyectos y planes por delante. “Tenemos establecido un plan de negocio para los próximos cinco años. Tendremos un crecimiento inorgánico increíble a través de nuestra red de despachos. Estamos teniendo oficinas en cada una de las ciudades más importantes de España. Queremos que cualquier autónomo sepa que estamos ahí, algo que nunca se ha hecho en una marca de servicios profesionales”, dijo Pérez.

El objetivo del equipo de Ayuda T Pymes, “es que estemos en todas las mentes de todos los empresarios, que sepan que somos una compañía que desarrolla tecnología propia, innovadora, y que tengan claro que estamos a su lado para atender todas sus obligaciones. Ya luego ellos que elijan si nos quieren ahí o no”.

Por último, explicó, también hay un plan de negocio para los próximo cuatro años relativo a la inversión tecnológica, algo con lo que esperan “solucionar muchos de los problemas que hay en el sector y que no tienen sentido. Por supuesto, también vamos a seguir escalando con nuestra división de asesoramiento”. 

Estas tres cosas, sentenció, aunque parece que van por separado, al final confluyen todas en lo mismo: “dar un servicio y un producto para las pymes y autónomos que de verdad genere el valor que tiene que generar”. 

“Compaginaba la dirección de la empresa con sesiones de quimioterapia” 

Las dificultades que han ido surgiendo a lo largo del tiempo nada tienen que ver con las que este emprendedor se encontró hace 12 años. Al principio, explicó, la mayor dificultad fue la desinformación, y luego llegó el tema de las subvenciones, que parecían no existir para los autónomos y empresas del país. “Es algo así como el billete de la lotería, si te toca, genial, pero no debes contar con ello”, sentenció. 

Al final, Pérez aprendió que lo mejor era centrarse en su modelo de negocio, en lugar de darle vueltas a ese tipo de cosas “que no merecían la pena”. 

Años después, las dificultades fueron otras. Primero, la gestión de Recursos Humanos. “Nada tiene que ver tener 10 empleados con tener 50, 100 o 150. Al principio puedes dirigirlo todo, después te das cuenta de que necesitas delegar y que otras personas dirijan a otras personas. Crear esa cultura fue todo un reto”, explicó. 

Sin embargo, poco antes de que llegase a España la pandemia por Covid-19, Alfredo Pérez tuvo que enfrentarse a una dura batalla: la lucha contra el cáncer. “Cuando nos encerraron a todos en casa, yo llevaba tres meses pasando por la quimioterapia. Fue complicado entender cómo gestionar la empresa de forma diferente, pasando por una enfermedad así y con toda la plantilla encerrada en casa teletrabajando”, destacó el fundador de Ayuda T Pymes. 

No obstante, señaló, si al final te apasiona lo que haces, intentas seguir adelante con ello. “Me tomé la enfermedad como algo que forma parte de la vida e intenté llevar mi vida lo más natural posible. Si antes hacía deporte, seguía haciendo deporte, si ya no podía ir al gimnasio, pues montaba un gimnasio en mi casa. Intentaba llevarlo todo lo mejor posible”, añadió.

Cuando vino la pandemia y todos los empleados tuvieron que empezar a trabajar desde casa, todo tuvo que hacerse por vídeoconferencias y llamadas. “Nos pasó un poco como a Amazon, que llegó un punto en que todo el mundo acudía a nosotros. El equipo de ventas no paró de trabajar atendiendo a personas que no sabían cómo cubrir sus necesidades”, destacó.

“Fue increíble, y yo estaba como “parte de”, pero en ningún momento pensé “estoy enfermo, voy a dejar de trabajar y después ya hablamos”, al contrario. Yo lo que quería era que mi vida siguiera exactamente igual. Es como si dejas de lado a tu familia, nunca lo vas a hacer. Para mí era exactamente lo mismo. Yo estaba en la quimio y hacía llamadas y reuniones por teléfono. Después tuve unos meses en los que me tuvieron que dar una segunda vuelta de todo y ahí si que estaba un poco más cansado y todo me costaba más”, explicó Pérez. 

“Emprender es una montaña rusa en la que tú has comprado los billetes”

Según el fundador de Ayuda T Pymes, en muchas ocasiones, mucha gente piensa que la parte más complicada de emprender es la financiación, sin embargo, en su opinión, esto no es lo más complejo. “Para mi, lo más difícil es intentar entender todo lo que hay alrededor, todo lo que hay en el proceso desde que creas la empresa, hasta que entiendes los número y todo lo que hay detrás”.

La burocracia, destacó, es la otra dificultad a la que se enfrentan cada día los autónomos y emprendedores que deciden poner en marcha una actividad en España. “Es muy difícil entender lo que es y entender de economía financiera para poder trasladarlo a tu negocio. Sinceramente, creo que eso debería enseñarse en los colegios y en los institutos, deberían impartirse asignaturas donde se enseñasen nociones sobre emprendimiento, creo que ayudaría mucho a la población en cualquier toma de decisión”, sentenció. 

Tras doce años al mando de Ayuda T Pymes, Alfredo Pérez tiene claro qué consejo daría a todas esas personas dispuestas a emprender. “Que nadie emprenda por una necesidad económica ni por falsas promesas. Que todo el mundo que tenga una ilusión lo haga y lo intente”, destacó. 

“Para mí, emprendedor o empresario es una persona que tiene ilusión por hacer algo que le llena. Cuando es algo que te llena, por muchas barreras que encuentres, vas a conseguir saltarlas, como le sucede a los deportistas. A cualquier persona que tenga una ilusión y que tenga un proyecto en el que crea, le diría eso, que tire para adelante y que luche por él”, añadió Pérez. 

Por último, destacó, es importante no olvidar nunca que emprender no es un constante, “sino que es una montaña rusa en la que tú eres el responsable y el que ha comprado los billetes”.