Un emprendedor lo vendió todo para crear una marca de bebidas y ahora es socio de Fernando Alonso
Rubén González vendió todo su patrimonio para desarrollar la fórmula de una bebida isotónica ecológica que compitiera con los grandes fabricantes. Cuatro años después, la marca Raw Superdrink prepara su expansión internacional.
Asumir riesgos para desarrollar un negocio es una de las características comunes a todos los autónomos y emprendedores. En el caso de Rubén González, llegó a vender todo su patrimonio, incluida su casa y una Harley Davidson, para crear Raw Superdrink, una marca de bebidas isotónicas ecológicas que hoy cuenta en su accionariado con el campeón de Fórmula 1 Fernando Alonso o el piloto de MotoGP Aleix Espargaró, entre otros.
“Entre a trabajar en el sector de las bebidas casi por accidente, cuando tenía 23 años”, recordó Rubén González en una entrevista concedida a este diario. “Estaba estudiando en Estados Unidos y me propusieron empezar a trabajar por horas en un proyecto que estaba empezando en 2001, con la buena suerte que la compañía se hizo gigante a nivel mundial”, explicó.
Aquella marca, que entonces no contaba con dos decenas de empleados, era Monster Energy, fabricante de una de las bebidas energéticas más conocidas del mundo, que hoy tiene más de 5.000 trabajadores. “Aprendí muchísimo a desarrollar las diferentes áreas de un negocio. Entonces éramos muy pocos empleados, por lo que pude estar implicado en absolutamente todo”, recordó el emprendedor.
La alternativa ecológica al Aquarius o el Gatorade
Después de liderar la expansión de Monster Energy en Reino Unido y dedicarse durante un tiempo a ofrecer servicios de consultoría como autónomo, Rubén González identificó una tendencia en el sector de las bebidas que parecía haberse escapado al radar de las grandes marcas: las bebidas isotónicas ecológicas.
“Me di cuenta de la enorme proyección de las bebidas funcionales isotónicas, mientras que las bebidas energéticas iban a caer debido a la mayor conciencia de los consumidores sobre la salud y la sostenibilidad. Identifiqué que no había ninguna en el mercado con características ecológicas”, relató a este diario.
Así, decidió lanzarse a la piscina, vender todo su patrimonio y dedicar los 400.000 euros que obtuvo para desarrollar una fórmula que fuera “una alternativa real a nivel de precios o de sabor” a las bebidas isotónicas que dominan el mercado, muchas de las cuales contienen una gran cantidad de azúcar e incluyen en sus ingredientes algunos componentes nocivos para la salud.
Aunque, como es habitual para muchos autónomos y emprendedores, los comienzos no fueron fáciles. “Cuando fui a lanzar el producto, me di cuenta de que no tenía dinero, porque lo había invertido todo en desarrollar la fórmula. Me tuve que poner a buscar financiación, algo sobre lo que no tenía ni idea”, recordó. Y, en este camino, aparecieron grandes deportistas.
Fernando Alonso, Rudy Fernández o Aleix Espargaró son socios de la compañía
Uno de los aspectos más llamativos del negocio de Raw Superdrink es la presencia de algunos de los deportistas españoles más laureados entre su accionariado. Se trata de un valor que aporta notoriedad a la marca y que, en algunos casos, se produjo de manera casual.
Por ejemplo, Fernando Alonso. Tal y como recordó Rubén González a este medio, la alianza con el bicampeón del mundo de Fórmula 1 nació del propio piloto. “Mientras montaba en bicicleta, un amigo le dio a probar la bebida y le gustó. Preguntó en sus redes sociales por la marca, y nos pusimos en contacto con él. Nos mostró su interés y firmó como inversor”, explicó.
Además de Fernando Alonso, otros deportistas y personalidades también son socios de Raw Superdrink. Entre ellos, el piloto de MotoGP Aleix Espargaró; el jugador del Real Madrid de baloncesto Rudy Fernández; o los youtubers Willyrex y TheGrefg. “Buscamos deportistas que se cuidan y que realmente están interesados en los hábitos de vida saludables. No todo el mundo vale. Algunos nos han propuesto participar en el proyecto y hemos decidido rechazar sus ofertas”, explicó Rubén González.
El acceso a la financiación, uno de los principales problemas para los autónomos en España
Fruto de su experiencia internacional en el sector industrial, el fundador de Raw Superdrink tiene la capacidad de identificar las dificultades añadidas que tienen muchos autónomos y negocios en España. Así, además de las trabas burocráticas o los costes, Rubén González señaló a este medio lo complicado que es acceder a la financiación en el país.
“Es un país extremadamente difícil, sobre todo para nuestro segmento. Crear marca en España es una asignatura pendiente, porque los inversores y el ecosistema no creen en ello. Es un mercado muy conservador a todos los niveles”, explicó. Esta situación, en su opinión, es un hándicap con respecto a los trabajadores por cuenta propia de otros países, sobre todo los anglosajones.
“No hay ninguna marca que tenga activos como Aleix Espargaró o Fernando Alonso. Si lo tuviéramos que pagar, gastaríamos entre 20 y 25 millones de euros en publicidad y comunicación. Cuando lo pongo en valor frente a un inversor en España, no les interesa. En Estados Unidos, estaríamos enterrados en dinero”, valoró Rubén González.
Raw Superdrink dará este año el salto al mercado internacional
Cuatro años después del lanzamiento de la marca, Raw Superdrink ya está disponible en los lineales de 2.000 puntos de venta, entre los que destacan superficies como El Corte Inglés, Carrefour o Alcampo. Además, la compañía creció un 180% el año pasado, y ya han vendido más de dos millones de unidades de sus bebidas isotónicas. Todo ello, con una plantilla de 12 trabajadores.
Tal y como explicó su fundador, sus planes para este año pasan por dar el salto al mercado internacional, con Reino Unido como primer destino. “Nos sirve de espejo para proyectar a Estados Unidos, que es donde queremos dar los siguientes pasos. El idioma y la cultura son muy parecidos.”
En este sentido, ya han cerrado un contrato de cuatro millones de libras para desembarcar en el país anglosajón, y ahora se concentran en levantar tres millones más en una nueva ronda de financiación para poder hacer frente a la inversión que supondrá. “Si no cumplimos, corremos el riesgo, incluso, de morir de éxito”, concluyó Rubén González.