Guía de la Asociación Española de Franquicias

Franquicias: dudas más frecuentes de los que quieren invertir en estos negocios

Es común que los autónomos que desean convertirse en franquiciados tengan dudas antes, durante y después del proceso. La Asociación Española de Franquicias (AEF) contesta a las preguntas más frecuentes que se suscitan. 
La Asociación de la Franquicia responde a las preguntas más frecuentes que de aquellos que quieren ser franquiciados
La Asociación de la Franquicia responde a las preguntas más frecuentes que de aquellos que quieren ser franquiciados
Franquicias: dudas más frecuentes de los que quieren invertir en estos negocios
  1. ¿Qué es una franquicia, un franquiciador y un franquiciado? 
  2. ¿Cuál es el papel que tiene que asumir el autónomo que se convierte en franquiciado?
  3. ¿Qué ventajas tiene una franquicia en relación a un negocio propio? 
  4. ¿Cuáles son los riesgos de abrir una franquicia? 
  5. ¿Cómo se puede saber si uno no se equivoca al entrar en una red de franquicias? 
  6. ¿Hay apoyos económicos a la hora de abrir una franquicia? 
  7. ¿Qué es y para qué sirve la información precontractual?
  8. ¿Hay que contar con los servicios de un abogado para la firma del contrato?

El sistema de franquicias español ha superado la crisis provocada por la pandemia y el actual aumento de los costes. Según la Asociación Española de Franquicias (AEF), a cierre de 2022, este sistema creció en sus variables de facturación y empleo generado, registrando un descenso “poco relevante y significativo” en el número de redes de establecimientos. Esta positiva situación de las franquicias españolas ha suscitado un mayor interés entre todas aquellas personas, entre ellos muchos autónomos, que se plantean la posibilidad de convertirse en franquiciados. 

Las ventajas que supone abrir una franquicia respecto a un negocio propio, el papel del franquiciado o los pasos a seguir para que “todo salga bien” son algunas de las preguntas a las que la Asociación Española de Franquicia (AEF) ha dado respuesta a través de una nueva guía. 

¿Qué es una franquicia, un franquiciador y un franquiciado? 

Según explicaron desde AEF, la franquicia es un modelo de negocio entre dos partes, por el que una de ellas (el franquiciador o dueño de la marca) cede a otra (el franquiciado) el derecho a explotar y comercializar sus productos o servicios dentro de una zona geográfica determinada, “transmitiéndole todo el saber hacer del negocio, a cambio de unas contraprestaciones económicas periódicas”. 

Ambos, franquiciador y franquiciado, son empresarios independientes, pero “operan bajo el paraguas de una misma marca, compartiendo intereses y objetivos comunes. De ahí que el éxito de uno será el éxito del otro”. 

Asimismo, ambas partes firman un contrato de franquicia por un periodo de tiempo concreto, en el que se recogen los derechos y las obligaciones de ambas partes. 

¿Cuál es el papel que tiene que asumir el autónomo que se convierte en franquiciado?

Convertirse en franquiciado de una red, aseguraron desde la asociación, significa gestionar un negocio, ser empresario, “lo que supone que se han de asumir responsabilidades, tener un control sobre aspectos determinantes como gastos e ingresos, contratación de personal, hacer balances, previsiones, etcétera”.

No obstante, destacaron, hay que tener en cuenta que, aunque el franquiciador aporta la marca y asistencia continua, una vez el franquiciado firma el contrato, “se convierte en un empresario independiente y debe comportarse como tal”. 

Según recoge la guía de la AEF, el franquiciado debe adoptar una serie de funciones y responsabilidades, antes, durante y después de la apertura del negocio. Estos son: 

  • Constitución de la sociedad y trámites administrativos
  • Aporte de capital al franquiciador
  • Búsqueda y acondicionamiento del local
  • Proceso de formación
  • Contratación de personal
  • Gestión de la franquicia
  • Cumplir los compromisos financieros y contractuales

¿Qué ventajas tiene una franquicia en relación a un negocio propio? 

Una de las grandes dudas que surgen a la hora de embarcarse en el sistema de franquicias es si éste tiene más ventajas que abrir un negocio en propiedad. 

Según explicó la AEF, la franquicia permite la incorporación a una determinada red, donde se va a contar con una serie de ventajas y valores añadidos, “como es ir de la mano de un franquiciador y de una marca, con los mismos objetivos: tener éxito y rentabilidad, de tal manera que se minimizan los riesgos que existen si se pusiera en marcha un negocio propio”. 

Esto se debe, principalmente, a que la franquicia “ofrece una formación inicial y continua, apoyo logístico, publicitario, tecnológico, apoyo en la elección del local y en la financiación, y se cuenta con el respaldo de una central”. 

¿Cuáles son los riesgos de abrir una franquicia? 

Si bien es cierto que en la franquicia “hay más ventajas que inconvenientes”, estos también existen, ya que, de igual manera, se trata de un negocio y, por tanto, conlleva una serie de riesgos.

En el caso del franquiciador, explicó la AEF, “el riesgo está en aspectos como la mala elección del franquiciado, la mala elección del local donde abrir la franquicia o realizar una expansión rápida y descontrolada”.

Sin embargo, en el caso del franquiciado, el riesgo principal “es no hacer un estudio detallado y en profundidad del negocio elegido, no consultar a fuentes especializadas como la Asociación Española de Franquiciadores, no tomarse su tiempo antes de firmar el contrato y despejar todas las posibles dudas”. 

¿Cómo se puede saber si uno no se equivoca al entrar en una red de franquicias? 

En ocasiones, puede ocurrir que una franquicia de nueva creación todavía no tenga franquiciados y que, por tanto, la persona interesada sea la primera que vaya a formalizar el trato. 

En el caso de ser el primer franquiciado en incorporarse a una franquicia, sin tener la referencia de otros franquiciados para saber cómo les va el negocio, explicó la AEF, “es fundamental que se disponga de todas las referencias posibles del franquiciador como empresario, recabando información mercantil de la franquicia, haciendo un completo estudio del mercado sobre el sector de la actividad en cuestión, tener un buen feeling con el franquiciador, creer en el negocio y consultar a fuentes especializadas en franquicia, como la Asociación Española de Franquiciadores”.  

¿Hay apoyos económicos a la hora de abrir una franquicia? 

La gran mayoría de las franquicias tienen suscritos acuerdos de colaboración con diferentes entidades bancarias, para que sus franquiciados puedan optar a financiación en condiciones preferentes.

“Se trata de productos hechos a la medida de la franquicia, que intentan aportar las soluciones más adecuadas, tanto para la apertura como para el desarrollo del negocio”, explicó la AEF. 

Esta ayuda económica “debe siempre tenerse muy en cuenta, especialmente para afrontar la inversión inicial”, destacó la AEF.

¿Qué es y para qué sirve la información precontractual?

Todo candidato a franquiciado tiene derecho a que el franquiciador le facilite, por ley y por escrito, una información precontractual 20 días antes de la firma del contrato o de cualquier desembolso económico. 

Según recoge el Real Decreto 201/2010 de 26 de febrero, el franquiciador ha de proporcionar información al candidato, “pudiendo exigir al potencial franquiciado un deber de confidencialidad por toda esa información que reciba”.

Entre los datos proporcionados se encuentra la identificación del franquiciador; acreditación de tener concedido para España, y en vigor, el título de propiedad o licencia de uso de la marca y signos distintivos de la entidad franquiciadora; descripción general del sector objeto del negocio de franquicia.

Asimismo, se proporcionará la experiencia de la empresa franquiciadora; contenido y características de la franquicia; estructura y extensión de la red en España; y elementos esenciales del acuerdo de franquicia, “que recogerá los derechos y obligaciones de las respectivas partes, duración del contrato, condiciones de resolución, contraprestaciones económicas y pactos de exclusividad”. 

¿Hay que contar con los servicios de un abogado para la firma del contrato?

Una vez recabada toda la documentación sobre la franquicia en cuestión, de haberse reunido con el franquiciador, analizar la información precontractual y haber solicitado asesoramiento, es cuando se procederá a la firma del contrato.

En este punto, según recomienda en su guía la AEF, “lo más aconsejable es que el contrato sea revisado por un abogado experto en franquicia que corrobore que todo está en orden en el documento contractual, y que refleje fielmente los derechos y las obligaciones de ambas partes, franquiciador y franquiciado”.