¿Qué es el umbral de rentabilidad o punto muerto y cómo se calcula?

Te contamos qué es el umbral de rentabilidad o punto muerto en un negocio, cómo calcularlo y por qué es un dato clave para la viabilidad de un negocio. 
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¿Qué es el umbral de rentabilidad o punto muerto y cómo se calcula?
¿Qué es el umbral de rentabilidad o punto muerto y cómo se calcula?

Conocer sobre el umbral de rentabilidad, también conocido como punto de equilibrio, es un dato clave para todo autónomo, ya que permite cubrir correctamente sus costes asociados a producción y ventas

Este umbral de rentabilidad, es una medida de la cantidad de dinero que hay que obtener en ingresos sólo para alcanzar el punto de equilibrio, es decir para no perder ni ganar con el negocio.

Y ese resultado del cálculo del umbral de rentabilidad se define con el número de unidades que es necesario vender para cubrir los costes fijos y variables de una empresa y empezar a obtener beneficios. A continuación vemos todo el concepto y la fórmula en detalle.

  1. Qué es el umbral de rentabilidad o punto muerto
  2. Factores que afectan al umbral de rentabilidad
  3. Cómo calcular el umbral de rentabilidad
  4. Ejemplo de cálculo del umbral de rentabilidad
  5. Cómo mejorar el punto de equilibrio

Qué es el umbral de rentabilidad o punto muerto

Qué es el umbral de rentabilidad o punto muerto
Qué es el umbral de rentabilidad o punto muerto

El umbral de rentabilidad o punto muerto (en inglés Break Even Point) en un negocio, se refiere al momento en el que los ingresos totales y los costes totales son iguales. Se trata del momento en el que un negocio deja de perder dinero.

Es importante conocerlo, ya que cuando un negocio empieza a generar beneficios ya es capaz de mantenerse por sí mismo.

Sirve además como información para los inversores de la empresa o negocio, porque forma parte del proceso de evaluación de riesgos que tiene el mismo.

Factores que afectan al umbral de rentabilidad

Hay una serie de factores o variables que afectan al umbral de rentabilidad, que son claves conocer para tener un cálculo correcto. Entre esos factores están los costes fijos, los costes variables, el precio de venta del producto y el margen de beneficio.

A continuación detallamos cada uno de ellos para saber exactamente a qué se refieren para poder administrar cada uno de ellos pensando en el umbral de rentabilidad. 

  • Costes fijos: Estos son los costes en los que incurre la empresa para fabricar sus productos. Estos no cambian y alguno de ellos son los servicios públicos, el alquiler o los impuestos.
  • Costes variables: Estos costes son aquellos que derivan de la producción. Estos cambian en función del volumen de producción. Un ejemplo de costes variables es el precio de las materias primas el cual puede variar en función del volumen de compras.
  • Precio de venta: El coste que supone para los clientes de la empresa la compra de productos terminados.
  • Margen de beneficio: Los datos anteriores pueden también utilizarse para calcular el margen de beneficio. Esto se calcula restando los costes variables del precio de venta.

Cómo calcular el umbral de rentabilidad

Para calcular el umbral de rentabilidad es necesario conocer los siguientes valores: el coste fijo total, el precio de venta unitario, el coste variable unitario. De esta manera, con esta información que incluso anteriormente describimos en detalle, se conforma la siguiente fórmula para obtener el umbral de rentabilidad.

UR = Coste Fijo / (Precio de venta – Coste variable)

Ejemplo de cálculo del umbral de rentabilidad

Un ejemplo de umbral de rentabilidad a partir de la fórmula descrita, puede ser el siguiente, tomando algo concreto y sencillo que permita tomar dimensión de cómo se calcula para comprender mejor su funcionamiento. 

El ejemplo es el de una cafetería que sólo vende café al público.

Los costes fijos al mes, son los siguientes:

  • Suministros públicos: 120 euros. 
  • Amortización de la vajilla: 1,66 euros. 
  • Alquiler del local: 800 euros. 
  • Salario del camarero: 1.100 euros. 
  • Seguridad Social: 350 euros. 
  • Amortización de la cafetera: 83,33 euros. 

El total de los costes fijos es de: 2.454,99 euros.

Por cada taza de café los costes variables son los siguientes:

  • Azúcar: 0,05 euros. 
  • Café: 0,30 euros.

El total de costes variables es de: 0,35 euros. 

El precio de venta por cada café es: 1,30 euros. 

Al aplicar la fórmula para obtener el margen de contribución, hay que hacer lo siguiente con el consecuente resultado:

1,30 – 0,35 = 0,95 euros.

Es decir que cada café vendido aporta 95 céntimos de euros a los costes fijos. Con este dato, es posible saber el umbral de rentabilidad:

Umbral de rentabilidad = 2.454,99/0,95 = 2.584,20

De esta manera, la lectura que hay que hacer sobre estos datos es que para no incurrir en pérdidas, el negocio debe vender más de 2.584 cafés, lo que supone:

  • 3.359,46 euros en venta total de cafés durante el mes.
  • 84 cafés al día.

Cómo mejorar el punto de equilibrio

Es posible hacer ajustes que ayuden adaptar el umbral de rentabilidad del negocio, incluso en el caso de descubrir que las cifras para no incurrir en pérdidas son demasiado altas y son objetivos inalcanzables. 

Para ajustar el punto de equilibrio es posible implementar lo siguiente:

  • Reducir costes variables. Suele ser la opción más fácil y sencilla de tomar. En este sentido es aconsejable renegociar las condiciones de los proveedores o cambiarlos. Es posible unirse a otros empresarios para compartir gastos, cambia el modelo de negocio por uno que sea lo más escalable posible, entre otros.
  • Disminuir costes fijos. Cuando se hace una reducción de coste fijo, entonces se venden menos unidades. Se puede convertir algunos costes fijos en variables, como por ejemplo renegociando el alquiler o hasta readecuar los salarios de los empleados, aunque dependerá de cada caso.
  • Aumentar los márgenes. Es posible para mejorar el punto de equilibrio, incluir y sumarle al catálogo de productos, unos artículos con un margen mayor de ganancia que permita apuntalar los ingresos.
  • Subir los precios. Con los precios más elevados, el negocio tiene que vender menos unidades. Hay que determinar muy bien qué cantidad están dispuestos a pagar los clientes por el valor añadido que les aportan los productos o servicios.
  • Establecer alianzas estratégicas. Buscar socios que aporten valor a la empresa, para llegar a inversiones que no se podrían alcanzar con los medios económicos propios o de otra manera. Las alianzas con pares, proveedores o externos al negocio pueden ser clave para esto
  • Invertir en educación financiera. Es importante mantenerse al día con este y otros conceptos, tanto financieros como del sector de la actividad que se realiza, para mejorar las ventas y estrategias de mercado.