El quinto incremento del salario mínimo supondrá mayores costes laborales

Cepyme calcula que las cuatro subidas del SMI han causado la destrucción de 256.200 puestos de trabajo

Cepyme ha publicado un informe en el que analiza cómo están afectando las subidas del Salario Mínimo en las pequeñas y medianas empresas españolas y ha advertido sobre la pérdida de empleo que está provocando. España es el país que más ha elevado este coste salarial en toda Europa. 

Cepyme advierte de que la subida del SMI dificultará la contratación y profundizará el problema demográfico
Cepyme advierte de que la subida del SMI dificultará la contratación y profundizará el problema demográfico
Cepyme calcula que las cuatro subidas del SMI han causado la destrucción de 256.200 puestos de trabajo

El Gobierno de España anunció a finales de enero una nueva subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para 2023, la quinta subida en esta legislatura, alcanzando la cifra de 1.080 euros brutos mensuales en 14 pagas. Tal y como ya anunció este diario, la medida supondrá que los autónomos con empleados paguen 1.618,32 euros más al año en concepto de costes laborales por cada asalariado en el SMI.

En este contexto, la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme) ha presentado el informe "Repercusión de la subida del SMI en la pyme española", advirtiendo de que “la aprobación por parte del Gobierno de las consecutivas subidas del salario mínimo ajenas a la evolución de la productividad perjudicará la situación de las pymes españolas”.

Desde 2018, el Gobierno ha incrementado el salario mínimo un 52,6%, pasando de los 707,7 euros mensuales a los 1.080 euros aprobados en 2023. Tal y como recoge el informe de Cepyme, hasta diciembre de 2022, el alza del SMI generó de forma directa la destrucción de 105.800 puestos de trabajo y evitó la creación de 150.400 empleos.

“Las últimas subidas del salario mínimo han impactado en la conformación de los salarios en las empresas. Se ha observado un desplazamiento ascendente en las tablas salariales de muchas compañías, incidiendo en mayor medida en los tramos inferiores. Asimismo, estos incrementos han influido en la negociación colectiva, dejando obsoletos muchos convenios en vigor e interfiriendo además en muchas de las 4.500 mesas de negociación colectiva que están conformadas en España”, explicaron desde Cepyme.

El panorama actual dibuja una mayor homogeneidad retributiva a nivel nacional sin diferenciar la productividad del territorio, del sector, ni del tamaño de empresa. Según el informe de Cepyme, la productividad de las pequeñas empresas es menos de la mitad que la de las de más de 250 trabajadores, diferencia que alcanza cotas mayores en algunos sectores y territorios. “Esto implica que cualquier incremento del salario mínimo afecta de forma distinta los márgenes y la rentabilidad de las empresas, y, por tanto, incide en mayor medida en las de menor tamaño. La menor competitividad de estas empresas dificulta, en términos generales, la posibilidad de repercutir el aumento de los costes salariales al precio final”, señala el informe.

El SMI español se sitúa como uno de los más altos de Europa

Entre 2017 y 2023, el salario mínimo español aumentó 52,6%, el mayor incremento entre los países europeos más desarrollados. En el mismo período, según el informe de Cepyme, el SMI subió un 31,9% en Alemania, un 36,4% en Portugal, un 24,7% en Holanda y un 15,5% en Francia.

También los países del Este de Europa tuvieron incrementos más bajos que el de España: un 49,5% en Eslovenia, un 40,6% en Hungría, un 21,7% en Grecia y un 13,5% en Malta. “Proporcionalmente, el salario mínimo español es el más alto de Europa. Antes del incremento a 1.080 euros, el salario mínimo ya equivalía al 54,8% del salario medio, mientras que en la mayoría de países europeos no alcanza todavía el 50%”, recoge el informe.

Otro dato extraído del informe es que, en ningún país de la Unión Europea, el salario mínimo es igual o mayor al 60% del salario medio. Esto significa que, en términos comparables, el SMI de España “es el más caro de Europa”. Únicamente en dos países el salario mínimo supera el 50% del salario medio: España, con el 54,8% y Grecia, con el 51,3%.

Según los datos aportados por Cepyme, en 15 países esa relación es inferior al 45%, rango dentro del cual se encontraba España “antes del aumento exagerado del SMI”, sin contar los seis países donde el salario mínimo no existe (Austria, Italia, Suecia, Finlandia, Dinamarca y Chipre). Entre ellos se cuentan los casos de Holanda (43,6%) y Alemania (41,8%). En Lituania, que es el país donde más creció el salario mínimo, el mismo equivale al 40,6% de la remuneración promedio.

Los aumentos del SMI tienen un impacto mucho mayor en las pymes

Tal y como refleja el informe de Cepyme, el promedio del salario medio ordinario de los últimos cuatro trimestres de 2022 es 1.805,481 euros. Esto quiere decir que el nuevo SMI de 1.080 euros equivale al 60% del salario medio ordinario, “y marca un nuevo máximo histórico”. En 2018, esa relación no llegaba al 45%. Desde entonces, mientras el salario medio aumentó un 8,9%, el SMI lo hizo más de cinco veces más, un 46,8%.

Al mismo tiempo, el resto de los costes laborales (horas extras, indemnizaciones, premios, etc.) subió aún a mayor velocidad (+9,5%). Así, el coste laboral total medio de la economía española acumula un incremento del 9,1% desde 2018. “Esta presión al alza sobre los costes laborales se produce cuando los costes no laborales crecen a un ritmo no visto en los últimos años”, señalan.

Sin embargo, el impacto de los aumentos del Salario Mínimo Interprofesional no afecta por igual a todo el tejido empresarial español. Según el informe presentado por Cepyme, los aumentos del SMI “tienen un impacto mucho mayor en las pymes”. De hecho, el salario medio ha subido un 10,4% desde 2018 en las empresas pequeñas, casi el doble de lo que lo ha hecho en las grandes (+5,7%).

Tal y como refleja el informe, las pequeñas empresas, al ser menos productivas, tienen un salario medio inferior al promedio nacional. Mientras el salario medio de los últimos cuatro trimestres es de 1.535 euros en las empresas pequeñas, en las medianas -entre 50 y 199 trabajadores- alcanza a los 1.903 euros, y en las grandes llega a los 2.108 euros.

“Esos datos hacen evidente que cualquier aumento del SMI tiene un impacto mucho mayor en las empresas más pequeñas. Lógicamente, en un plazo tan breve no es posible para las Pymes incrementar la productividad en medida suficiente como para compensar ese aumento de los costes laborales”, señalan desde Cepyme.

Cabe destacar que el SMI de 1.080 euros equivale al 70,4% del salario medio de las empresas pequeñas, pero al 51,2% del de las grandes. Es decir, “un mismo nivel de salario mínimo puede resultar muy gravoso en unos segmentos de la economía, mientras podría ser asumible en otras”.

La Hostelería será el sector que sufra el mayor impacto

Igual que la subida del Salario Mínimo Interprofesional no afecta por igual a las pequeñas empresas que a las grandes empresas, tampoco afecta por igual a todos los sectores. Según se desprende del informe de Cepyme, cuando se desglosan los datos en las 18 secciones de actividad no agropecuarias, también se observa que en seis de las mismas, el salario mínimo de 1.080 euros supera el 60% de la remuneración promedio.

Concretamente, las secciones de actividad más afectadas son la Hostelería, el Comercio, las Actividades Administrativas, Otros servicios, y Arte y ocio. Consideradas en conjunto, emplean a cerca de 6,3 millones personas, casi un 40% del empleo privado no agropecuario.

Según los datos aportados por Cepyme, en particular, “la Hostelería sería el sector que sufrirá el mayor impacto, ya que un SMI de 1.080 euros iguala, prácticamente, el salario medio del sector”.

Extremadura, Canarias y Murcia, las tres CCAA donde el SMI se acerca al 70% del salario promedio

Por comunidades autónomas, el incremento del SMI también repercutirá en diferente medida para unas que para otras. El informe refleja que elevar el salario mínimo a 1.080 “lleva a que el SMI supere el 60% del salario promedio en 13 comunidades". De hecho, la Comunidad de Madrid, País Vasco, Navarra y Cataluña son las únicas regiones en donde el salario mínimo se mantiene por debajo del 60% de la remuneración promedio, aunque sigue siendo superior al 50%.

En Extremadura, Canarias y Murcia el SMI anunciado en 2023 “implica que el mismo equivalga a cerca del 70%, o más, del salario promedio”.

Si se analizan los datos a nivel provincial, se observa que en 24 provincias, pertenecientes a diez autonomías distintas, el salario mínimo supera el 65% del salario medio. Entre ellas, hay 13 en las que el nuevo SMI excede el 70%.

Asimismo, entre estas provincias se encuentran algunas de las afectadas por la despoblación. Según Cepyme, en esas provincias, la subida del salario mínimo “dificultaría la contratación y profundizaría el problema demográfico”.

La subida del SMI afecta a los empleos más elementales

Entre el cuarto trimestre de 2013 y el cuarto trimestre de 2018, el número de ocupados en tareas elementales aumentó un 13,4%, y el de aquellos con ocupaciones no elementales lo hizo en un 14,3%. Es decir, ambos crecieron al mismo ritmo.

En palabras de Cepyme, eso ocurría “mientras el salario mínimo también aumentaba a un ritmo similar, de un 14% (desde 645,3 euros a 735,9 euros). Esta dinámica, según denuncia Cepyme en su informe, “se rompió desde que se decidió aumentar de manera exagerada el salario mínimo”.

Así, entre el cuarto trimestre de 2018 y el cuarto trimestre de 2022, el número de ocupados en empleos elementales descendió un 4,2%, mientras que en el resto de las ocupaciones creció un 5,9%. En ese mismo periodo, el SMI aumentó un 35,9% (desde 735,9 euros a 1.000 euros). Según el informe, el nuevo incremento del SMI hasta 1.080 euros “profundizará estas tendencias”.

Tal y como se desprende del informe, “las fuertes subidas” del SMI aprobadas por el Gobierno desde 2018 “han provocado la desaparición de 256.200 puestos de trabajo”. Concretamente, el aumento del SMI desde 2018 ha hecho que 105.800 trabajadores hayan perdido su empleo y “ha evitado que otras 150.400 personas encontraran uno”. Cabe destacar que dos de cada tres empleos destruidos por subir el SMI eran de mujeres.

“Las tensiones salariales se acentúan exponencialmente en las empresas de menor tamaño, lo que afecta tanto en su plano económico como en la gestión de sus recursos humanos. Las pymes españolas tienen cada vez menos margen para soportar un incremento de los costes salariales, máxime cuando hay que añadir el aumento de los costes no salariales como consecuencia del generalizado proceso inflacionario. La desaparición de 7.410 microempresas a lo largo de 2022 es una prueba de la gravedad de esta situación”, denuncia Cepyme.