Seguridad Social publica por primera vez un estudio sobre el tiempo de trabajo

Los empleados de los negocios trabajan realmente una media de 37,6 horas a la semana, un 6% menos

Según los datos de la Seguridad Social, los asalariados de los negocios a jornada completa realizan de media un 6% menos de horas que las pactadas en sus contratos. Según los economistas, añadiendo otros factores el dato aún sería menor.

Los asalariados realizan de media 37,6 horas de trabajo efectivo a la semana, según la propia Seguridad Social.
Los asalariados realizan de media 37,6 horas de trabajo efectivo a la semana, según la propia Seguridad Social.
Los empleados de los negocios trabajan realmente una media de 37,6 horas a la semana, un 6% menos

La Seguridad Social ha publicado por primera vez la estadística que relaciona las horas cotizadas con las que realmente realizan los asalariados en los negocios. Se trata de un registro que el Ministerio dirigido por Elma Saiz lleva elaborando desde 2019, pero que no había hecho público hasta ahora, y que comenzará a difundir “de forma regular con carácter trimestral”, según explicaron desde la propia administración.

Según estos datos, los asalariados a jornada completa realizan, de media, 37,6 horas de trabajo efectivo a la semana, alrededor de un 6% menos de las 40 horas que se indican en sus contratos. En el caso de los trabajadores a media jornada -20 horas-, éstos realizarían 18,8 horas semanales de media.

Para calcular las horas efectivas de trabajo, la Tesorería resta del total de horas cotizadas -según las cotizaciones sociales abonadas por los negocios- las horas de los asalariados que permanecen de baja por incapacidad temporal -la principal causa de la diferencia-, ERTE y otras prestaciones, como las de nacimiento y cuidado del menor, el riesgo durante la lactancia natural o la de riesgo durante el embarazo.

Se trata de un asunto de especial relevancia para los autónomos y pequeños negocios, debido a que sus plantillas son más reducidas que las de las grandes empresas y, por tanto, sufren más los efectos de una baja que otro tipo de negocios con más asalariados.  No es lo mismo que se ausente un trabajador cuando son tres en plantilla que se den de baja 30 cuando hay 1.000 empleados.

Incluso, los economistas consultados por este diario indicaron otra serie de variables que podrían reducir aún más el número de horas efectivas de trabajo en los negocios. Por ejemplo, los tiempos de descanso durante la jornada de trabajo, los dedicados a prepararse para realizar su trabajo de la forma adecuada o la falta de asistencia sin justificar por parte de los asalariados.

Las horas efectivas de trabajo aumentan un 7,3% desde 2019, pero las bajas por incapacidad crecen un 44%

La estadística de la Seguridad Social sobre las horas efectivas de trabajo coincide con los datos recogidos por la Encuesta de Población Activa (EPA), elaborada por el INE. Así, según el Instituto Nacional de Estadística, durante 2022, la media de horas de trabajo semanales ascendió a 38,6 en el caso de los hombres y de 33,8 horas en el caso de las mujeres, quienes cuentan con una mayor proporción de contratos a tiempo parcial y son beneficiarias de las prestaciones por riesgo durante la lactancia natural o durante el embarazo.

Tal y como mostraron los datos de la Seguridad Social, las horas efectivas de trabajo han crecido un 7,3% desde 2019, el año previo a la pandemia, cuando los ERTE provocaron una importante caída en este indicador. Atendiendo al número de horas efectivas por cotizante, éstas “son un 2% superiores a los niveles prepandemia”, según afirmaron desde la Tesorería.

Sin embargo, las horas cotizadas en la que los asalariados se mantienen de baja por incapacidad temporal han crecido en los últimos cuatro años un 44%, pasando de 258,5 millones de horas en el segundo trimestre de 2019 a 372,4 millones en el mismo periodo de este año, una situación que los pequeños negocios sufren especialmente por la dificultad añadida de encontrar a un sustituto o reducir de forma drástica su productividad por estas cuestiones. Todo, sumado al coste económico de pagar las cotizaciones de sus empleados de baja durante los primeros días.

En total, en los negocios se realizan alrededor de 400 millones de horas menos de trabajo cada trimestre de las que tienen firmadas con sus asalariados. Dividiendo este número por los 16,2 millones de cotizantes considerados por la Seguridad Social para realizar la estadística -los afiliados al Régimen General-, cada asalariado realizaría, de media, 24,6 horas menos por trimestre debido a una incapacidad temporal, baja por maternidad y paternidad o por estar incluido en un ERTE.

Así, los empleados realizan, de media, un 6% menos de horas de las que se establecen en sus contratos sólo por causa de una incapacidad temporal, otro tipo de baja o su inclusión en un ERTE. O, lo que es lo mismo, un asalariado a jornada completa realizaría 37,6 horas semanales de las 40 establecidas; mientras que un empleado a media jornada realizaría 18,8 horas.

Los economistas creen que las horas efectivas de trabajo podrían ser todavía más reducidas de las que dice la Seguridad Social

Sin embargo, según explicó a este diario Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas (CGE), la nueva estadística de la Seguridad Social no contempla “las exenciones que se recogen en los convenios colectivos o los acuerdos entre trabajadores y empresarios en determinadas circunstancias, y que se les están escapando a la Seguridad Social para calcular las horas que realmente los trabajadores realizan en los negocios.”

Por ejemplo, el descanso de 15 minutos al que tienen derecho los asalariados cuando su jornada laboral excede las seis horas diarias, o los tiempos de trabajo efectivo que se pierden en determinados sectores por diferentes necesidades, y que se recogen en los convenios colectivos sectoriales o de empresa.

“Por ejemplo, una empresa química necesitará un montón de minutos para que el trabajador se vista y prepare para entrar a trabajar de forma segura; o en el caso de la construcción, donde puede ocurrir lo mismo. Estas excepciones, que se salen de los casos genéricos, deberían incluirse en el cómputo para valorar las horas efectivas de trabajo reales, algo muy difícil de hacer por parte de la Seguridad Social”, expresó Antonio Pedraza.

Atendiendo a estos factores, así como a las posibles faltas al trabajo sin justificar -un reciente estudio de Randstad Research cifra en 300.000 el número de asalariados que cada día no acuden a su puesto sin justificación-, “se podría decir que las horas efectivas son todavía menores, ya que la jornada real sería todavía más reducida, aunque sea muy complicado de medir”, concluyó a este diario el presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas (CGE).