Agricultores y ganaderos advierten que para ser "sostenibles" primero deben ser rentables
La sostenibilidad y el desarrollo sostenible son dos términos que suenan cada vez con más frecuencia y uno de los grandes retos a los que se enfrenta todo el tejido productivo. Gran parte de este cambio afecta mundo rural. Sin embargo, a Unión de Pequeños Agricultores (UPA) y Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) afirmaron que este concepto sólo será aplicable si los autónomos “obtienen antes la remuneración que se merecen por sus productos. Añadiendo, que "las pequeñas explotaciones, en su gran mayoría, ya son sostenibles".
La sostenibilidad es, según un artículo de Intermón Oxfam, “la satisfacción de las necesidades actuales sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas, garantizando el equilibrio entre crecimiento económico, cuidado del medio ambiente y bienestar social”. Esta declaración de intenciones está afectando cada vez más a los costes y modos de hacer del Campo español y de ella dependen subvenciones y ayudas necesarias para mantener las producciones agrícolas.
El presidente de ASAJA, Pedro Barato, señaló en una entrevista que “la sostenibilidad es una terminología nueva, pero el sector agroalimentario se está adaptando perfectamente a los reglamentos estatales y comunitarios”. Concretamente, apuntó, se debe basar en dos ejes fundamentales: “los sectores productivos y el desarrollo rural”.
La sostenibilidad va muy ligada, aclaró Barato, a “cuidar el medioambiente”. Principalmente el reto que tiene el sector es “cuidar el agua”. “El campo sabe la importancia que tiene el agua. Sin agua no hay futuro. En estos 10 últimos años el mundo rural ha experimentado una reconversión en este aspecto como por ejemplo la eliminación del riego por inundación.
El presidente de ASAJA matizó que sostenibilidad no sólo significa cuidar el medio ambiente. “La sostenibilidad afecta al nivel económico” de las explotaciones. Apuntó, que la producción agraria es ya de por sí fundamental para garantizar la viabilidad de los ecosistemas. Ejemplo de ello es la ganadería extensiva, “gracias a esta actividad cada año se previenen miles de incendios forestales”, concluyó el presidente de ASAJA.
El campo debe ser primero rentable y luego sostenible
El técnico de sostenibilidad de UPA, José Manuel Delgado, declaró que la sostenibilidad pasa principalmente por los autónomos y la agricultura familiar. Sin embargo, sus productos y servicios deben ser valorados por la sociedad y la industria para garantizar su viabilidad.
“Nosotros consideramos que la agricultura familiar es el elemento fundamental para garantizar la sostenibilidad, que en su mayoría es regida por autónomos. Pero actualmente no son rentables. Si queremos evitar el despoblamiento y perder el impacto positivo que ejercen los autónomos del mundo rural necesitamos políticas sostenibles que defiendan al sector”, aseveró Delgado.
El experto aseguró que todo pasa por la agricultura familiar que ya es sostenible en gran medida. Por ello “si la cadena de distribución y producción no remunera al campo en relación a sus gastos, los incendios y la gestión del territorio empeorará por el abandono de la actividad”. Por ello, desde UPA exigen a Europa, el Estado y localidades políticas activas que apoyen directamente al campo para rentabilizar sus explotaciones.
En este sentido, el experto no supo cuantificar que coste tiene para cada cultivo el reto que tienen para seguir siendo sostenibles medioambientalmente, dado que depende del tamaño de la propia explotación y lo que desee invertir cada agricultor o ganadero. “Existen muchas innovaciones para mejorar el regadío; el uso eficiente de fitosanitarios o el empleo de drones, satélites para racionar los abonos”. Sin embargo, Delgado insistió que para que toda esa tecnología llegue al campo – dado que tiene un coste bastante elevado – “primero se deben pagar unos precios justos: primero sostenibilidad económica y rentabilidad, a partir de ahí hablaremos del resto de aspectos para incentivar la ecología”.
Algún ejemplo de las nuevas obligaciones para que los agricultores sean sostenibles
El experto en sostenibilidad de UPA repasó algunos de los aspectos que ya o en un breve periodo de tiempo tendrán que implantar los autónomos en sus explotaciones:
Fitosanitario
A partir del 1 de septiembre de 2023, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, exigirá que una gran parte de los profesionales del sector cumplimenten cada mes un cuaderno digital, con el que se facilite información a las administraciones. Todas las explotaciones que superen las 30 hectáreas de cultivos herbáceos, las más de 10 hectáreas de cultivos leñosos, o las más de cinco hectáreas de regadío, deberán cumplimentar los tratamientos realizados de forma mensual en un cuaderno digital que, en teoría, facilitarán las administraciones.
Es decir, deberán registrar cada mes los datos de cultivos y producciones en cada parcela, así como los registros de empleo de fertilizantes y fitosanitarios en cada explotación, entre otras cuestiones.
Nutrición de suelos
Los autónomos del mundo agrario también deben cumplir con el Real Decreto por el que se establecen normas para la nutrición sostenible en los suelos agrarios. La finalidad, explicó el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) es prever un marco de acción que permita mantener o aumentar la productividad de los suelos agrarios, a la vez que se disminuye el impacto ambiental de la aplicación en dichos suelos de productos fertilizantes y otras fuentes de nutrientes o materia orgánica.
Además de estos ejemplos deberán seguir vigilando otros aspectos en relación con el bienestar animal, el transporte de ganado vivo, el control sanitario, el uso de ciertos abonos, el ahorro de agua, los muladares, el desbroce de tierras, la quema de rastrojos, y un largo etcétera de reglamentaciones que están cambiando los usos del Campo y que también suponen inversión.
Los agricultores pueden recibir ayudas por prácticas sostenibles: ‘Eco Regímenes’
Los ‘Eco Regímenes’ (EERR) son la nueva práctica voluntaria de agricultura y ganadería sostenible que aumentará los ingresos derivados de las ayudas de la PAC en 2023 para los emprendedores del mundo rural.
La acogida a los ‘Eco Regímenes’ (EERR) es voluntaria para el productor. El agricultor o ganadero decidirá para que parcelas de su explotación las solicita o no y bajo que prácticas justifica su relación. Es decir, un agricultor que tiene un campo de 20 parcelas puede aplicar en cada una de ellas uno de los nueve EERR aprobados en España para complementar lo que le corresponde de base por la PAC. O lo que es lo mismo, las prácticas sostenibles en su terreno elevaran la cuantía de las ayudas que perciba en la PAC del 2023.
