Han cerrado el año con una facturación de 700.000 euros

Tres emprendedores con discapacidad triunfan con una marca de zapatillas diseñadas por personas ciegas

Estos tres emprendedores, cada uno con alguna discapacidad y contratando trabajadores como ellos, están triunfando con Timpers, una marca de zapatillas accesibles para personas con problemas visuales y diseñadas por ellos mismos. Diego, una de las personas que diseña el producto es, precisamente, invidente. 
Los tres autónomos con discapacidad que triunfan con una marca de zapatillas diseñadas por personas ciegas
Aitor Carratalá, Roberto Mohedano y Diego Soliveres, fundadores de la marca de zapatillas Timpers.
Tres emprendedores con discapacidad triunfan con una marca de zapatillas diseñadas por personas ciegas

Ejercer una actividad como autónomo es un reto, pero mucho más si esta salida profesional la eligen personas con algún tipo de discapacidad. Sin embargo, Timpers, es la prueba de que es perfectamente posible. Se trata de una marca de zapatillas fundada hace cuatro años por Roberto Mohedano, CEO de la empresa, Aitor Carratalá y Diego Soliveres, tres jóvenes, cada uno con algún tipo de discapacidad, que han conseguido triunfar en este mercado con un producto que, además, es accesible para otras personas con problemas visuales. Diego, una de las personas que elige los diseños, también es invidente.

Pero el éxito no vino enseguida. “Aitor y yo decidimos montar un negocio mientras estudiábamos”, relató Roberto Mohedano a este diario. Después de abandonar un primer proyecto relacionado con el sector del calzado en Alicante, decidieron emprender montando una marca propia. “No vendimos absolutamente nada. No teníamos un plan de negocio, no sabíamos nada del mundo del calzado, los márgenes adecuados para vender… Después de seis meses sin vender, decidimos ofrecérselas a familiares y amigos, cubrir los gastos y terminar el proyecto”, recordó.

Sin embargo, las mejores ideas a veces se encuentran en los sitios más pequeños. “Éramos entrenadores de un equipo de fútbol para ciegos, y justo dio la casualidad de que, al intentar venderles las zapatillas, nos dimos cuenta de que ellos percibían el producto de otra forma: se fijaban en la flexibilidad, en si utilizábamos materiales diferentes en cada modelo e, incluso, en si podían saber algo sobre los materiales, la composición…” explicó el CEO de Timpers.

“Esto nos dio la idea de cambiar el concepto de modelo y crear una zapatilla que, a pesar de estar dirigida a todo el mundo (no podíamos centrarnos solo en el nicho de las personas ciegas), fuera atractiva y accesible para las personas con discapacidad visual.” Además, “aprovechamos que los tres teníamos una discapacidad para fijarnos como una de nuestras metas contratar solo a personas con discapacidad en la empresa, algo que seguimos haciendo.” Contaban además con que Diego, uno de los tres fundadores, es también invidente.

Comenzar a trabajar como autónomo siendo joven y discapacitado

Convertirse en trabajador por cuenta propia desde tan jóvenes -Roberto Mohedano tiene, actualmente, 28 años- es, para los fundadores de Timpers, algo que se veía venir por su carácter, aunque no es una tradición en sus familias, como sí ocurre en muchos casos. “En parte, hemos nacido con la ilusión de poder crear cosas propias y ser dueños de nuestro trabajo, algo así como un gen del emprendedor. Sin embargo, nuestras familias no estaban relacionadas con este tipo de actividad. Por ejemplo, mis padres son funcionarios”, explicó el CEO de la empresa.

Esta pasión, sin embargo, no hace más fácil la tarea de montar un negocio desde cero. Para Roberto Mohedano, la eliminación de las cuotas de autónomos durante las primeras etapas del negocio -algo que ya están poniendo en marcha algunas comunidades autónomas- sería una solución muy a tener en cuenta. “Para proyectos muy nacientes, una cuota de casi 300 euros es criminal, porque son personas que, al empezar, no está cobrando nada al mes”, valoró.

En el plano de la discapacidad, los fundadores recalcaron a este medio que Timpers “nació con el propósito de cambiar la idea de que, si tienes una discapacidad, lo único a lo que puedes aspirar es a ser vendedor de cupones. Estamos en contra de esto, entendiendo que es igual de digno que cualquier otra cosa.”

timpers-zapatillas

Prueba de ello son los resultados de la marca, que no han parado de crecer desde su fundación. En 2019, facturaron 60.000 euros; en 2020, 240.000; en 2021, 540.00; y esperan cerrar el año con unos ingresos de 700.000 euros. “Nos ha costado mucho mantener cifras, porque los costes digitales y de fabricación ha crecido muchísimo. Además, hemos mejorado la calidad de nuestras zapatillas, lo que supone un coste adicional que se ha notado en la proporción de crecimiento. Sin embargo, para 2023 nuestro objetivo es superar el millón de euros”, explicó Roberto Mohedano.

En este proceso, Roberto Mohedano destacó la gran ayuda que les supuso entrar en Lanzadera, la aceleradora de empresas de Juan Roig -presidente y dueño de Mercadona, entre otras compañías. “Supuso que nos mudáramos a Valencia. Era también la primera vez que nos independizábamos, lo hicimos los tres juntos y dedicábamos todas nuestras horas y días al proyecto, lo que supuso un cambio radical.”

Un robo que se convirtió en una gran oportunidad

Un ejemplo del espíritu de superación y lucha común en la mayoría de autónomos y que los tres socios tienen es la grave situación por la que atravesó su negocio en verano de 2021. Justo un mes después de cambiarse de almacén, una mañana amanecieron con la noticia de que el 60% de su stock había desaparecido. “Fue brutal, es la peor situación a la que nos hemos enfrentado en estos cuatro años”, recordó el CEO de Timpers.

“En ese momento, se nos cayó el mundo encima porque el calzado es un producto que tarda tiempo en producirse, y no teníamos producto para vender. Se nos ocurrió hacer un vídeo en redes, que se hizo megaviral y salió en todos los medios de comunicación. El apoyo de actores, futbolistas, influencers… Todo el mundo se volcó y, aunque no encontramos a los ladrones, alcanzamos picos de venta que nunca habíamos visto. Pasamos de vender 10 pares al día a, en algún momento, 500 pares. Todo, vendiendo a unos meses vista y en nuestra temporada de menos demanda” explicó.

A partir de aquí, la historia de Timpers cambió por completo. Los tres emprendedores consiguieron cerrar su primera ronda de financiación, y cumplir metas tan importantes como vestir a la selección española en los Juegos Paralímpicos de Tokio. “De la peor de las situaciones sacamos el mejor de los resultados”, concluyó Roberto Mohedano.