Opinión

Los trabajadores por cuenta propia en España son uno de los colectivos más dinámicos en la economía, como demuestran los datos correspondientes al primer semestre de 2018, que recogen que la creación de empleo en el ámbito de los trabajadores autónomos ha marcado niveles históricos. Así, el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) ha aumentado su número de afiliados en 68.880 personas en el último semestre, pasando de 3.204.678 en diciembre de 2017 a 3.273.558 en junio de 2018, según la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA).

Las empresas no se cansan de repetir que el cliente es lo más importante para ellas. Sin embargo, lo normal es que los departamentos de Atención al Cliente no funcionen bien. Lo normal, ya sea la empresa grande, mediana o pequeña, es atender la reclamación del cliente con un "ya se lo voy a decir a Pepito". No falla. 

Poco ha mejorado la situación preventiva de los más de tres millones de trabajadores autónomos en los últimos años ya que, a pesar de ser susceptibles de sufrir los mismos accidentes que los asalariados, en nuestra legislación laboral en materia de preventiva, la figura jurídica del mismo sigue prácticamente ausente, por lo que para adaptarse a los nuevos tiempos, la legislación le debe al autónomo su reconocimiento y regulación.

De contabilizarse el coste de las reuniones que tiene diariamente un empresario o empleado, el coste para la empresas ascendería a algo menos de cuatro millones de euros. Cifra que debe hace reflexionar, ya que repercute directamente en los beneficios del negocio. 

Han sido muchos los anuncios e informaciones contradictorias sobre la subida de las cuotas de autónomos desde que el pasado 11 de octubre el Gobierno presentase el acuerdo presupuestario alcanzado con Unidos Podemos. Mucho entusiasmo hubo en las palabras del Sr. Iglesias cuando en rueda de prensa anunciaba que de aprobarse su propuesta presupuestaria, el 1 de enero de 2019 el SMI subiría a 900 euros al mes en 14 pagas y se le bajarían los impuestos a los autónomos.

No tratemos de inventar la rueda, cuando muchos han optado por algo, se convierte en conocimiento abierto y si quieres profundizar en algún aspecto, utiliza tu red o tu posición y habla con tus pares, que es una práctica habitual.

Haz una cosa bien o, si lo prefieres, mejor que los demás y disfruta con ella. Así dedicarás el tiempo y el esfuerzo necesario para ser un número uno.

Sólo el 30% de todos los emails que un trabajador llega a recibir a lo largo del día son útiles. El mal uso del envío de correos electrónicos se ha convertido en un problema para las empresa, en las que los emails son un gasto. 

Las gasolineras desatendidas argumentan que quieren contribuir al sector para hacerlo transparente y competitivo, y que el consumidor se beneficie de una bajada de precios. Ahora bien, ¿qué se esconde detrás de estos negocios que, en su mayoría, dependen de empresas franquiciadoras? 

Estamos asistiendo a una situación en las empresas donde los especialistas en Tecnologías de la Información están asumiendo la responsabilidad de dirigirlas y nos encontramos con unos resultados muy dispares, pero me atrevería a decir que en su mayoría son un desastre desde la visión de gestión, sin quitarles el mérito de su genialidad y por supuesto quitándome el sombrero ante aquellos que han llegado a ser enormemente ricos, como digo apoyándose en empresas mal gestionadas, basadas en muchos casos en ideas muy afortunadas e incluso geniales.

En la nueva sociedad que se creó a partir de la crisis del 2008, destaca el reemplazo progresivo de la clase media tradicional por un nueva clase media a la que Gaggi y Narduzi denominaron la clase “low cost” o de “bajo coste”, donde las decisiones de compra que toman sus integrantes,  tienen como principal peso específico el precio, pero no es el único que consideran y eso muchas empresas que se han adaptado para dar servicio a esta nueva clase social, no lo han entendido.

El fin de semana pasado, después de haber dictado unas conferencia en Málaga volvía en el Ave a Madrid y tuve un ejemplo de los despropósitos en la Atención al Cliente en todos los sectores, escribo esta historia por si le sirve de reflexión a alguien que pueda tomar decisiones que mejoren la atención al cliente en sus respectivas empresas y muy especialmente, viniendo de viaje, se vieron involucrados sectores clave para el turismo, que no se nos olvide, representa más del 10% de nuestro PIB.

Me sorprende cómo, todavía, en el 2018, con unos 20 años de experiencia en el Comercio Electrónico, las empresas que se dedican a ello siguen fallando en la entrega, sí es cierto que la Logística es probablemente la actividad más complicada dentro del proceso de la venta a distancia, pero eso no es excusa, desde hace casi un siglo las empresas de venta a distancia han optimizado sus sistemas de entrega, llegando a crear estándares como ideal, en base a la experiencia y las respuestas de los clientes en los múltiples estudios realizados.

Una vez ha pasado la 'Transformación Digital' se abre un camino para la 'Transformación Smart'. Una época gobernada por el uso de smartphones en el cobra protagonismo el reinado de las máquinas y la tecnología. Por ello, no queda otra que avanzar y recorrer el sendero hacia la 'Transformación 4.0'.

Hace unos días la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) publicó un nuevo informe sobre los plazos de morosidad en las operaciones comerciales. La principal conclusión es que se siguen incumpliendo los periodos de pago con los autónomos. 

Poco ha mejorado la situación preventiva de los más de tres millones de trabajadores autónomos en los últimos años ya que aún, y a pesar de ser susceptibles de sufrir los mismos accidentes que los asalariados, en nuestra legislación laboral en materia de preventiva la figura jurídica del mismo sigue prácticamente ausente, por lo que para adaptarse a los nuevos tiempos, la legislación le debe al autónomo su reconocimiento y regulación.

Para abordar la transformación digital de una empresa, lo primero que hay que hacer es creérselo. Ésta creencia de digitalización tiene que empezar por el ejecutivo de la empresa, quien tendrá que declararlo públicamente y muy especialmente a sus empleados sobre la necesidad urgente de abordar el proyecto. La comunicación debe de estar apoyada por hechos, que se comunicarán en la web u redes sociales, que forman una pequeña  parte del proceso  de digitalización.